El fuego de un Targaryen -Jacaerys Velaryon

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Con la noticia que llego mediante el príncipe Aegon, hijo de la reina Rhaenyra, la desesperación inundo a la corte de los negros. Stormcloud dejaba de chillar al ser recibido por Syrax y ser tratado por los cuidadores de dragones, aunque no volaría en un largo tiempo ni podría comer grandes presas por sí solo. El hijo mayor de Daemon sollozaba contando como unos barcos con el emblema de la Triarquía los atacaron y no pudo salvar a su hermano menor, el príncipe Viserys.

Vermax, Silverwing, Vermithor, Seasmoke y Sheepsteler partirían de manera precipitada para ir a ayudar a lo que sería conocido como la batalla del gaznate.

—Prometido —llama Corlyne, la primogénita del rey consorte Daemon Targaryen y su segunda esposa lady Laena Velaryon —¡Jacaerys!

El príncipe de Rocadragón detiene su caminata para girarse y ver a la morena de cabellos platinados que lo mira muy preocupada.

—Debo irme, Lyne. Regresaré pronto —trata de calmarla tomando sus manos y dejando un beso en su mejilla —Traeré a Viserys a casa.

—Quiero ir a ayudar.

—No tienes un dragón. Ayudarás mejor manteniéndote a un lado de la reina y de nuestro hermano.

La lady asiente y deja un rápido beso de buena suerte sobre los labios de su prometido para dejarlo ir. Ve como Vermax lidera a los demás dragones y se adentra a las cuevas de Rocadragón.

Ha rastreado a Cannibal desde que llegaron las semillas de dragón y sabe de una manera casi exacta donde está. Las cuevas son como un laberinto, creadas supuestamente con la magia de los antiguos valyrios donde solo puedes encontrar lo que quiere ser encontrado.

Trata de contar los segundos en su mente para tener un poco de percepción del tiempo que sucede dentro de la oscuridad, se guía por las pocas antorchas del lugar hasta llegar a un lugar completamente oscuro.

Quizás es una explanada, quizás es una cueva profunda junto a un abismo o un lugar donde su muerte la espera, no lo sabría hasta que algo suceda.

Siente un movimiento a lo que se gira un poco asustada. Saca el cuchillo de vidriodragón que le había regalado su abuela Rhaenys y se corta la palma de la mano dejando caer un poco de sangre.

Una llamarada de fuego ilumina el lugar mostrando a un dragón negro con ojos verdes llenos de oscuridad a pesar de ser muy brillosos. Cannibal mira con curiosidad a la persona que se dignó buscarlo, aunque la estaba siguiendo con la mirada desde que se adentró a la cueva.

Soy Corlyne Targaryen, tengo la sangre del dragón en mis venas...

Toda la introducción que había planeado se le escapa de la mente ante el rugido del dragón por todo Aguasnegras. Quizás el dragón vio el egoísmo dentro de ella o la soledad que la rodeaba a pesar de estar acompañada por personas desde el día de su nacimiento, pero algo hizo conexión con ella.

Hay una dragona, Vaghar, que te quiere robar el título de caníbal. Ya ha matado a dos dragones —le comenta al darse cuenta de que no la ha matado por el momento —Solo quiero defender a mi familia, no podría vivir con la muerte de mi hermano menor o la de mi prometido.

El dragón sintió pena por la joven y la empujo un poco con su gran hocico haciéndola caer al suelo a lo que gruñe de una manera peculiar como si fuera una risa. Empieza a levantarse para revelar una entrada a la cueva que su cuerpo estaba bloqueando.

Se inclina de una manera como para incitarla a subirse a su lomo, vería que tan desesperada estaba, aunque no le molestaría recibir un buen trato como Syrax y que le traigan la comida a su cueva personal como que lo adornen con joyas.

One shots de ASOIAF (Pedidos abiertos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora