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Capítulo 230

¡Contrataciones! + El gran gesto de Gu Yun

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Mirando el desorden en el suelo, ¡no sabía si sentir pena por la comida o por los platos!

—¡Shen, Chun, tao! —Miró el pedazo restante de la cesta de ratán que tenía en la mano y fue a golpear a Chuntao, quien huyó inmediatamente, como un conejo que hubiera visto un águila, huyendo frenéticamente por el campo.

El jefe del pueblo Shen frunció el ceño severamente, afortunadamente, la gente de otros pueblos ya se han ido, si ven tal escena ¿no tendrán una mala impresión del pueblo Shen?

Su cara como jefe del pueblo Shen es cada vez más importante, y cuando el pueblo tiene tantos pequeños gángsters que ayudan a la mala reputación, como Shen Ziying, Shen Meidong, y la familia de Shen Hong, quienes dañaron su reputación, lo bueno es con la mudanza y eliminación del pueblo, la situación mejoró un poco.

La buena reputación que tiene ahora el pueblo de la familia Shen se ha ido forjando poco a poco, así que no puede dejar que los demás se burlen de ellos por este tipo de cosas, ¿verdad? Estaba a punto de acercarse y decir unas palabras, pero Shen Ruo lo detuvo.

Tienen que resolver sus propias tareas domésticas, si el jefe del pueblo interviene para mediar, no importa a quién ayuden, tendrán algo que decir. Además, son una familia que está a punto de pelear ahora, el jefe del pueblo es buena persona, pero no tiene por qué solucionar todos los problemas.

Y con su carácter chismoso previo, es mejor no meterse con ellas.

El jefe del pueblo asintió a Shen Ruo, y no siguió adelante, él, aunque sea el jefe del pueblo, no tiene porque encargarse de todos los asuntos triviales, entonces decidió ignorar lo que estaba pasando delante de sus ojos.

Pero la consideración de Ruo ge'er le hizo sentirse bien. El jefe del pueblo le gritó a Liu Hongli y Shen Chuntao:

—¡¿Qué edad tienen para hacer tanto ruido? ¿Por qué no limpian el desorden en lugar de esperar a que otro lo barra por ustedes?!

El jefe del pueblo sigue siendo muy prestigioso, con una posición alta, por lo que las dos detuvieron inmediatamente sus movimientos y se prepararon para recoger sus cosas.

—No te precipites, ¡recógelas, aún podemos comerlas después de lavarlas! —Liu Hongli dio una fuerte palmada en la espalda de Chuntao y le dijo que las recogiera. Ella misma estaba muy enojada ahora.

La ley de los tres segundos se aplica en todas partes, Shen Ruo no le prestó mucha atención, y después de intercambiar algunas palabras son el jefe del pueblo sobre la cooperación de la fábrica de madera con el taller de telas, vio a Shen Dashan, Zhou Lang y Shen Hai recoger las muestras para llevarlas de regreso.

Como resultado, cuando ya era demasiado tarde, ¡el gran perro amarillo de la entrada del pueblo se acercó corriendo e inmediatamente se abalanzó sobre las verduras salteadas, comiéndoselas por completo!

—¡Aiyo! ¡Aléjate de aquí, animal! ¡Es la comida de mi familia! —Liu Hongli estaba tan molesta que su cabeza estaba a punto de estallar, y no podía preocuparse menos de Chuntao, quien se negaba a moverse, e inmediatamente se adelantó para perseguir al perro.

El gran perro amarillo ya está viejo, movió la cola y fingió que no escuchaba, limitándose a seguir comiendo.

Al ver esto, ella realmente iba a morir de rabia, y no se contuvo en desquitarse con Chuntao, primero miró las cosas en el suelo y después regañó directamente a Chuntao, ¡diciéndole que era floja y glotona! Al final, ella también se desmoronó.