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Capítulo 211

Venta limitada de taburetes plegables

¿Quién se ve bien?

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Llegó el momento de vender los taburetes plegables, Shen Ruo no preparó demasiados, y con ayuda de sus tías y el trabajo de un día, hicieron un total aproximado de veinte. Así que cuando llegó a la ciudad, con la intención de vender todos los taburetes, les dijo a sus clientes que había un límite de veinte taburetes plegables.

Aunque los taburetes plegables no son muy difíciles de hacer, para que sean resistentes, cada tira de tela tiene que estar bien hecha, porque si queda demasiado flojo, entonces podría desmontarse cuando se doble, por lo que con el tiempo se volverá molesto.

Incluso con la adición de Shen Ruo al trabajo, lo que dio un total de seis personas trabajando, pudieron hacer pocos en un día.

Debido a que iba a vender un nuevo producto, Shen Ruo fue a la ciudad.

Shen Feng ha estado llendo a la ciudad a pie, empujando la carretilla, por lo que sus suelas están casi desgastadas. Liu Shan lo veía con el corazón roto, y pensó en hacerle unas suelas gruesas y blandas, como las que hacen para vender. Shen Feng, al usar las suelas que su esposa hizo con amor, caminaba tan ligero como el viento.

También es una suerte que Shen Ruo obtuvo previamente el derecho a utilizar el almacén de la tienda de telas del señor Xu, de lo contrario, empujar de un lado al otro la mercancía sería pesado y problemático.

Shen Ruo tiene una gran fuerza, pero su hermano no le permitió empujarlo, y aunque Shen Ruo quiera ayudarlo, Shen Feng se negó repetidas veces, así que a Shen Ruo no le quedó de otra más que sentarse tranquilamente en la carretilla, sosteniendo la cesta con las cosas y contando las estrellas del cielo.

En el camino a la ciudad, cuando el cielo estaba a punto de aclararse, él y su hermano mantuvieron una conversación sobre el pasado y el futuro, sobre sus padres y Er Gou. Después, cuando se miraron, ambos se rieron, en el pasado, los días eran muy duros, pero ahora son diferentes.

De vuelta al presente, Shen Ruo abrió su “Residencia de Tesoros Exóticos” y puso sus pequeños taburetes plegables frente a su estante de bambú, unos estaban cerrados y otros abiertos, el total fue de veintidós, así que dos fueron de muestra y los otros veinte se apilaron en la parte de atrás, los cuales son los que se van a vender.

El puesto acababa de abrir, y a diferencia de días anteriores cuando había gente esperando enfrente del puesto, ahora era Shen Ruo quien estaba sentado detrás del estante de bambú limpiando las cosas: Listones para el cabello, colgantes de tela, colgantes de madera, pulseras, etc.

Aunque no habido otra actividad de colgantes y pulseras personalizadas, Shen Ruo le había pedido a Zhou Lang que hiciera unos grabados con palabras auspiciosas.

Shen Feng no vio a mucha gente en la calle, pero siempre y cuando alguien pase, dará un vistazo a la “Residencia de Tesoros Exóticos”, al ver que su hermano no decía nada, pensó que Shen Ruo estaba preocupado, y con un tono consolador, le dijo:

—Aún no se ha iluminado por completo, así que es normal que no hayan muchas personas, pero conforme pase el día, llegarán los clientes.

Los hechos demostraron que Shen Feng realmente no sabe consolar a la gente, porque su tono de apaciguamiento en realidad fue seco, Shen Ruo olfateó y se rió en voz alta.

—Hermano, en realidad... tengo una predicción, al haber vendido muchas mochilas escolares, aprovechando su popularidad, es normal que las ventas se desvanezcan lentamente —Shen Ruo también quiso consolar a Shen Feng—. Esto es normal.