Amor & Odio [Railo]

Capítulo 11: Razones sin razón

Alondra

- ¡No! ¡Rai suéltalo! - grito asustada viendo como Rai no detiene los golpes sobre Andrés.

Se nota que él intenta defenderse o quitarla de encima suyo, pero no logra hacerlo. Recibe golpe tras golpe hasta el punto que empieza a salir sangre de su boca. No conozco a Rai hace mucho tiempo, pero el enojo, la rabia que está mostrando en este momento da mucho miedo, si ya daba miedo antes ya no sé que pensar al respecto de su persona.

- ¡Rai! - Aparece su novio junto a Alex y otra chica - ¡Para! - grita tomándola de los hombros y junto a un trabajador de la pizzería la alejan de Andrés y yo rápidamente me arrodillo para ayudarlo.

- ¡Vuelves a tocarme y juro que te mato! ¡Te lo juro!

Cuando logran llevarse a Rai, ayudó a Andrés a levantarse mientras él sostenía su estómago. Al llegar al baño lo primero que hace es escupir la sangre que está en su boca y lavar su rostro para limpiar las heridas que le causó la pelirroja ¿Cómo una mujer puede tener tanta fuerza? Dios mío. En el momento que se mira el espejo empieza a sonreír lo que debo admitir me asustó un poco.

- Ja, es una perra

- No tenías por que defenderme

- Lo sé, pero es que no pude contener mis impulsos. Puede que haya terminado mal, pero la sensación de haber golpeado a esa maldita engreída no me la quita nadie

- ¿Te sientes orgulloso de lo que hiciste? - pregunto desilucionada.

- La verdad... - me mira a través del espejo - No, ugh. Quiero irme de aquí

- Sí, mejor regresemos a mi casa. Te pondré algo para el dolor y para que no resultes con unos enormes moretones

Ya en mi casa, sentados en el sillón limpio lentamente cada herida de su rostro. Es intimidante que no aleje su mirada sobre mi, me expresa una cierta ternura haciéndome sonreír desconcetrándome por completo. Luego de la nada quita con suavidad mi mano de su cara para entrelazarla con la suya, todo sin dejar de mirarme con ternura. Poco a poco él se empieza a acercar hasta tocar nuestras narices. Muy rápido.

- Antes de que algo suceda ¿Puedo pedirte algo? - asiento - Esto tenía planeado hacerlo desde que te pedí ir conmigo a la pizzería y como no se pudo dar allí pues ahora medio adolorido - ¿Medio? - Me encantaría saber si te gustaría salir conmigo, como novio y novia - sonríe.

- No me vas a creer, pero yo también tenía planeado pedirte ser mi novio hoy

- ¿Qué?

- Sii, y claro que quiero ser tu novia - lo abrazo con cuidado de no lastimarlo.

Esto me vino como anillo al dedo, esta es la única forma de pagar todas las cosas que he hecho o que me han hecho. No mentía cuando le dije que tenia planeado decírselo, ya lo había planeado. Mire como en una película esto ayudaba a una chica a cambiar sus pensamientos dañinos e insanos y pense que esto podría ayudarme a mi y quien mejor que con Andrés, él es único ¿Será malo lo que estoy haciendo?

...

De la mano vamos caminando por los pasillos del instituto de camino a la cafetería. Ya han pasado dos semanas desde que acepte salir Andrés y debo decir hace mucho tiempo que no me sentía bien; nunca había tenido alguien que fuera tan atento conmigo, aparte de como lo fue mi mamá, él antes era antento y cariñoso, pero ahora lo es el doble o triple sin llegar a agobiarme.

El fin de semana pasado lo invité a cenar con mi papá y mi hermana y a mi papá se sorprendió demasiado que le prestará a alguien así de la nada, dijo que nunca imaginó que podría traer un chico a la casa y muchos menos Andrés con lo religioso que es. Al final al todo salió bien y puede que sea un poco extraño, pero ese día hablé toda la noche con mi mamá sobre lo bien y feliz que él me hace, ojalá me haya escuchado.