Amor & Odio [Railo]

Capítulo 6: ¿Qué hago aquí?

Alondra

Parada en la acera veo al Christian despedirse de la pelirroja sin poder escuchar lo que dicen. Él parece ser muy insistente, buscando la aceptación de ella, Pero con Rai se nota a leguas que no tiene ningún interés en ese chico.

- Camina - me dice.

- ¿A dónde? - frunzo el ceño - Yo me quiero ir a mi casa

- No, no te irás. Él sigue ahí y hasta que no nos vea entrar no se irá

- Ay...

Me siento muy pequeña en este vencindario, las casas son enormes y muy modernas, suponía que esta chica tenía dinero, pero no tanto. Al entrar me quedo de pie en la sala sin hacer ningún movimiento mientras observo a Rai mirar por la ventana afirmando que sí se ha ido.

- Tienes una casa muy linda - digo sin pensar.

- Lo sé. Bien ya se fue, ya te puedes... Mierda mi papá

- ¿Eh?

- Maldita sea, si te ve aquí me mata o te mata

- ¿Por qué? No he hecho nada malo - digo un poco atemorizada.

- No es eso. A él no le gusta que traiga personas que no conoce a la casa. Ven te vas a tener que esconder en mi habitación

- ¿En tu qué?

- ¡Rápido Michelle!

Prácticamente siendo arrastrada me lleva a su cuarto y sin poder negarme a nada me encierra en el. Yo me quedo de pie en mi lugar mirando toda la habitación que es el doble de grande que la mía, definitivamente es millonaria, no rica, millonaria. Me sorprende que no vaya al instituto en un auto deportivo y que tenga accesorios caros; ella tiene un auto relativamente "normal" y sus accesorios son esas míticas manillas y collares hechos a mano o bueno quien sabe que cuesten miles de dólares.

Curiosa camino por su habitación y observo sus fotografías de pequeña, que son realmente graciosas, la mayoría son con un señor increíblemente musculoso y alto ¿Es su papá? Qué miedo. Ahora agradezco que me haya escondido, ese señor con un brazo me manda lejos. Por otro lado hay una Tv enorme donde hay múltiples consolas de videojuegos y una gran colección de películas. Su cama es gigante, wow, debe ser delicioso dormir ahí... Y por qué huele tan bien, buff me estoy abrumando con tanta cosa .

- ¿Qué haces? - dice al entrar a su habitación asustándome - Jaja ¿Qué tan fea soy?

- Puff, tu no eres fea - miro al piso.

- Eso es, sube mi ego - ríe y empieza a desabrochar su pantalón haciendo que me altere.

- ¿¡Qué haces!? - me cubro los ojos con mis manos.

- Cambiándome, mi papá vino con visita - escucho como lo tira a un lado - ¿En serio tan puritana eres que no puedes verme en ropa interior?

- ... - no sé que responder a eso.

- Niña, ya puedes ver - dice en un tono de burla.

Descubro mis ojos viendo que el pantalón que usaba antes ya es una falda del color gris y en vez de las tennis sentada en su sofá se las está cambiando por unos tacones bajos de color blanco. Después corre hacia mi y me mueve a un lado para empezar retocar su rostro con maquillaje.

- No lo necesitas - ¿¿no puedo mantenerme callada o qué??

- Shhh - musita colocandose su labial - Sí, lo sé

- ¿Entonces por qué te lo pones?

- Por qué me gusta

- Ah... ¿Y que se supone que haré aquí encerrada? En nada va anochecer y no traje mi celular para llamar a mi papá

- ¿Sabes su número? - asiento - Ten llámalo y dile que harás un trabajo muy complicado y que te quedarás aquí por un buen rato- me ofrece un teléfono.

- ¡Qué! ¿Estás loca?

- ¡Cállate! Sino quieres que te parta la cara. Solo dile eso. Te quedarás aquí quieras o no

- ¿¿Tu papá te golpea o algo así??

- No, que dices. Ya me he causando muchos problemas, no quiero más

- ¿Y golpearme no es buscar problemas?

- Ay superalo. Quien te manda a andar de sapa

- ¡Qué yo no fui! - grito. Al hacerlo Rai me toma del cuello y me cubre la boca con la otra mano.

- ¡Qué te calles! Dios - me dice en una especie de susurro para luego soltarme con fuerza haciendo que caída sentada en su cama.

- Puedes usar ese teléfono, si necesitas algo pues te aguantas aparte de que sea urgente, mi número está ahí así que ajá y no vayas a tocar nada - amenaza.

En el momento en el que ella sale de la habitación llamo rápidamente a mi papá y como estúpida le digo exactamente lo que me pidió Rai decir. Al inicio se le hizo extraño ya que yo no soy de quedarme hasta tarde en la casa de nadie, pero al final me dijo que tuviera cuidado y que cuando me vaya a ir lo llame para él venir por mi.

Pasaron 30 minutos, una hora, dos horas y nada que la peliroja aparece. Ya no quiero ver más videos de YouTube y el hambre me empieza a llamar ¿Moriré aquí acaso? Ya no puedo soportar estar más aquí sin hacer nada, haría lo que fuera por comerme un hamburguesa ahora mismo. Birr Birr Birr, vibra el celular mostrándome un mensaje de Rai en el que dice "¿Qué quieres comer?" "Dilo rápido" y le respondo lo que quiera. Ugh que tonta, odio ser así hubiera perdido una hamburguesa o pasta o lasaña, bueno bueno ya.

Solo basto que pasarán como 5 minutos para que una chica joven entrara por la puerta con una gran bandeja; me mira de arriba abajo, deja la bandeja sobre el escritorio y se va, así sin más. Un poco desesperada quito la tapa que cubre la comida y sorprendida miro tres diferentes platillos servidos, uno es un filete de un gran tamaño junto con espárragos, otro es una especie de sopa que huele muy bien y por último un trozo de pastel de chocolate, definitivamente estoy en el paraíso. No puedo explicar como devoré cada plato de la bandeja, mi estómago está apunto de explotar. Buff que maravilla. Después de reposar decido ir al baño para orinar y ni siquiera daré detalles de lo impresionante que es. ¿Soy la única no aspira a tener una casa así? Yo con tal de estar cómoda con lo mío soy feliz, y no es que no sea ambiciosa o algo así, no, eso solo que no sé, es demasiado extravagante y eso no me llama para nada la atención. Eso sí, si la vida me da algo así yo no lo voy a negar jaja.

De repente logro oír varios gritos de festejo provenir desde abajo así que con el chisme en la cabeza me asomo por el balcón que hay en la habitación. Veo al que creo que es el papá Rai con una copa en la mano abranzandola junto al chico que nos trajo hace unas horas.

- ¡Por fin! ¡Qué vivan los novios! ¡Y los negocios! Jaja - no jodas.

- ¿Ahora será la boda? ¿No? - dice otro señor mientras ríe.

- Hey, hey cálmense - dice Rai sonriente, abrazando tranquilamente al chico que no hace nada rechazaba y a veces miraba con desprecio. Dios mío que buena es actuando, miedo.

Cómo puede estar con alguien que realmente no le gusta y aparte ella ha estado con una mujer, puff, pobre chico. ¿Él sabrá lo que ella ha hecho? No, no creo.

Vuelvo a la habitación y me siento en la cama, normalmente después de comer siempre me da sueño y esta no fue la excepción y aunque luche con no dormirme en una cama que no es mía y que para más es de una persona poco ética, ya me encuentro acostada en la cama con mis zapatos tocando el suelo y poco a poco me voy quedando dormida.

Hubieras luchado más Alondra...

Se viene...

Natix 🌼