Amor & Odio [Railo]

Capítulo 24: No cambia

Rai

Cuando esas palabras salen de mi boca, la sonrisa que antes tenía Alondra en la cara se le cae y aparece una seria buscando a analizarme.

- ¿Acabas de confesarte conmigo? - habla aparentemente nerviosa ya que golpetea sus dedos en su rodilla.

- Bueno, bueno ¿Confesarme? Eso suena muy formal para mí gusto. Solo dije que me gustas y ya

- Y ajá ¿Eso que significa entonces?

- Okey, igual no importa. No tenemos que hablar de eso ¿O sí?

- Emm... No sé... Mejor me voy, aún está temprano y debo aprovecha-

- No, no, no te vayas - la tomo de las manos y me siento en la cama.

- Hm, que raro es verte actuar así, es como si tuviera a otra persona en frente - se suelta de mi agarre suavemente. Odio que siempre haga eso.

- Sí, ya lo sé. Pero quédate, podemos no sé... Ver la televisión, desayunar juntas, hablar de cosas, hacerlo en el salón

- Jajaj no, ni que fueras mi novia - ríe.

- Ah ¿Esas son cosas que hacen los novios? - digo observando como se levanta de la cama - Nunca he tenido novia así que no tengo idea

- ¿En serio? - asiento - pues sí, son cosas que hacen los novios... ¿Dónde está mi ropa?

- Ahí en el mueble, estaba tirada por todo el pasillo... Entonces ¿Si te vas a quedar?

- Que no Rai, aparte Andrés se quedó dormido en mi casa, no sé que le diré cuando llegue - mientras dice eso busco mi bata, me rodeo con ella y me pongo en la puerta - ¿Qué haces?

- No te vas a ir

- Jajajajja pareces una niña pequeña, dame permiso - intenta quitarme, pero no se lo permito - ¡Rai!

Entre gritos y una empujándose con la otra escuchamos como la puerta principal la cierran de golpe, lo que me asusta en sobremanera dando un pequeño brinco, al igual que Alondra. Eso significa una sola cosa... Que mi papá llegó y llegó molesto. Gracias a lo sucedido las dos nos quedamos en silencio y de solo escuchar los pasos de él acercarse a mi habitación tomo a Alondra de las manos, la llevo mi closet y la encierro ahí.

Intento recoger mi cuarto lo más rápido posible y me tiro a mi cama fingiendo estar dormida. Segundos después abren mi puerta y los nervios se apoderan de mi. No veo la hora en la que deje sentir miedo por mi propio papá ¿Qué tan triste es esto?... Demasiado imagino. Cuando siento un peso extra en mi cama frunzo el ceño por lo extraño que es que mi papá esté haciendo eso y más cuando un beso cae en mi cuello. Por ello me giro de golpe y al ver quién es, no sé si me genera tranquilidad porque no es mi papá o asco porque es Christian. Hace tiempo que no compartimos el mismo espaciobpor su trabajo en California y yo que sé más. Me sentía tan bien sin tenerlo como mi puta sombra, pero ha vuelto.

- Como estás - me roba un beso - Te extrañé mucho sabías

- ¿Llegaste con mi papá? - cambio el tema.

- Sí, está un poco enojado, el resultado del trato no fue como él esperaba

- Si me hubiera llevado a mi, seguramente habría llegado contento

- Ja ja ja, si tú lo dices. Los negocios no son para las mujeres, no te crezcas

- Haré como que no escuché lo que acabaste de decir

- Mm... okey. Oye y... - empieza a acariciar mi cintura.

- Aww qué lindo, mejor quítame las manos de encima que mi papá está aquí - le sonrío falsamente.