Parte 2 - Capítulo 6: Una vez más

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Rai

Toc~ Toc~ Toc~

- Rai espero que estés lista, que en un minuto nos vamos

Pongo mala cara al escuchar la voz el idiota de Andrés detrás de la puerta; quien se cree para hablarme de esa manera, Ugh.

Hoy me siento más frustrada que nunca, primero me tuve que levantar a las 5 de la mañana para ayudar a los papás de niño de mamá a arreglar múltiples cajas, dónde había ropa, juguetes y comida, que serán para los más necesitados, y no es que tenga un problema con eso, no, claro que no, la cosa es que el noviecito de Alondra no paraba de fastidiarme, cada que intentaba tomar un descanso me mandaba a hacer otra cosa, me hablaba como si fuera una especie de sirvienta y eso me provocaba tirarme sobre él y romperle la cara como la primera vez... Dios, eso fue hace tanto tiempo... Me encantaría volver a ese momento, volver hace un año atrás donde todo era más... Divertido, y no sé, haber tomado decisiones distintas... Eso sí, lo de romperle la cara a ese imbécil de nuevo, lo repetiría.

Por lo que me dijeron los padres de Andrés yo estaré en su iglesia por al menos dos días consecutivos, en los que me quedaré en una pequeña habitación que ya hay allí, que de hecho es donde descansan los monaguillos después de cada misa. Sumando lo mucho que odio esta situación, ahora tendré que pasar la noche en una iglesia ¿Saben el terror que eso me causa? No sé cómo voy a soportar estar en un lugar como ese a altas horas de la noche; a ver, no estaré sola, pero de igual forma, qué puto miedo.

Ya en el auto, con Andrés de piloto y yo en la parte de atrás, esperamos pacientemente a Alondra para poder irnos a la cuidad, que está a unas horas de nuestra posición. Cuando llega ni siquiera se toma la molestia de mírame o de dirigirme la palabra, ni aunque sea con un pequeño saludo, no; solo se sienta junto a su novio, se pone su cinturón y le pide que arranque... Auch.

En el camino lo único que hago es verla a través del espejo retrovisor, manifestando una y otra vez que su mirada conecte con la mía, pero nunca sucede. Lo único que me queda por hacer es recordar la noche anterior y las cosas que hice, el como le inventé ese montón de tonterías, de que aparecí por equivocación en su cuarto, cuando realmente quería saber que ha sido de su vida estos últimos meses al ir revisando sus cosas, y que por más que quisiera salir de ahí, su olor estaba por toda la habitación poniéndole un stop a esa posibilidad. Es que al ya no estar medicada hasta los tobillos, podía estar consciente de que lo pensaba y de lo que hacía a la perfección y fue imposible para mí evitar no ser yo, no ser la Rai atrevida que tanto me gusta ser, el poder tener un control sobre ella con tanta facilidad... Uyuyuy, literalmente como le dije a ella, me sentía tan plena, que tenía que aprovecharlo y lo hice.

Volver a sentirla de esa manera, me fascinó tanto, que juro por Dios que voy a hacer todo lo posible por repetirlo; hacerlo tantas veces que la respiración ya no sea parte de nuestro sistema y llegar a los extremos que tanto nos gustaba experimentar. En serio quiero volver a sentir las cosas que sentía al estar junto a ella (y no solo hablo sexualmente) Prometo que lo voy a lograr... O al menos daré lo mejor de mi, para que eso suceda.

...

Enternecida miro los edificios que tanto extrañé ver iluminados por el atardecer a través de la ventana del auto. No saben las ganas que tengo de bajarme de aquí, salir corriendo y entrar a cualquier tienda que encuentre, sería tan maravilloso. Pero todo ese disfrute se acaba en el momento en el que el auto se detiene frente a la iglesia, que por cierto tiene una arquitectura respetable, es realmente hermosa, es una lastima que uno de los voceros principales sea Andrés, que seguramente es más pecador que yo.

Cuando ya estamos dentro tanto Andrés como Alondra me piden que los siga y eso es lo que hago, haciéndome caminar por un extenso pasillo que por lo que dicen al final está la habitación donde voy a quedarme. Al entrar me quedo estática en mi lugar ya que literalmente parece una capilla solo que un poco más pequeña; yo me imaginaba, no sé, un pequeño cuartito con alguna cama, pero no... En serio no podré dormir aquí. Bueno si hay una cama, parece más un catre que otra cosa, pero eso es lo de menos, lo que realmente me perturba es la enorme cruz que está en la pared; que seguramente me caerá encima cuando duerma, la enorme mesa que tiene una biblia en el medio junto con varios cáliz a su lado y otras cosas que desconozco. Me siento sucia de solo estar aquí.

- Aquí es donde estarás, lindo ¿No? - habla Andrés y yo simplemente asiento - Bueno, Alondra te va decir más o menos, las cosas que harás y demás. Yo iré a ver si ya llegaron mis padres

Antes de irse le da un beso a Alondra, que de solo verlo se me revuelve el estómago... Aunque en ese momento me gustaría ser él.

- Emm... Okey - dice sin mírame directamente a los ojos - Puedes guardar tus cosas en ese closet de allí - lo señala - Debes cuidar muy bien cada objeto de este lugar, son muy valiosos

- ¿Tan valiosos como tú? - uf Rai, uff.

- Voy a fingir que no dijiste lo que acabo de escuchar, eso fue bajo hasta para ti

- ¡Ves! Estoy decayendo - voy hacia ella - Ya estoy diciendo tonterías, solo tu puedes ayudarme a que eso no suceda

- Dios mío, podrías hacer silencio, necesito qu-

- No, no puedo, y mucho menos cuando mis recuerdos contigo no paran de rondar en mi cabeza, perturbandome a cada rato. Creeme he intentado olvidar lo que pasó (mentira), pero no puedo... Y no quiero

- No voy a hablar de eso - dice haciendo una pausa en cada palabra, caminando hacia la enorme mesa que está a unos pocos metros de la intimidante cruz - Las cosas que tendrás que hacer aquí son tan simples como lo serán hacer lo que te pidan, si te piden que vayas por algo, tu vas por el, si te piden ayuda, tu ayudas, si...

Ella sigue hablando, pero mi mente se va a otro plano al irme acercando lentamente a ella por el otro extremo de la mesa. Sus palabras se convierten en simplemente palabras ante mis oídos, solo quiero sentir su olor, su calor, todo de ella cerca de mi... Otra vez, solo quiero besarla, es lo único que quiero ahora mismo. Aunque no esté prestando atención a lo que dice, me encanta ver cómo se expresa, no es nada comparado a como lo hacía en la escuela, ya no noto esos rasgos de timidez, que tanto la caracterizaban, sumandole que no he vuelto a ver sus TOCS... Que por cierto poco hablé de ellos.

- No estás prestando atención ¿Verdad? - me pregunta al soltar un suspiro.

- Que comes que adivinas - doy un alto, cuando estoy lo suficientemente cerca, para decir que caí en sus labios por "error".

- Bueno pues, no volveré a repetirlo

- Noo, repítelo... Hazlo con cuidado... Con amor... Solo para mí - me inclino, haciendo que ella se incliné un poquito hacia atrás, pero la tomo con mi brazo por su espalda para que no huya - Por favor, repite...

- No...

- Ay, pero ¿Por qué no? ¿Mm? - la acerco más a mi con suavidad - Y si... Mejor me cuentas sobre tu vida, que cosas has hecho desde que me fui aparte de esto - miro alrededor - ¿Estás en la universidad? ¿Trabajas en otra cosa? ¿Me has extrañado? ¿Has experimentado cosas nuevas? Hasta cosas mejores de las que llegaste a experimentar conmigo...

- Puede ser - sonríe. Oh, eso no lo esperé.

- Hm, me gusta esta nueva versión de ti; no, no, no, me encanta...

Estoy tan cerca que puedo sentir su respiración en mi labios, simplemente necesitaría un empujoncito y podríamos comernos vivas, frente a los ojos de Dios... Lo que nunca imaginé es que ese empujoncito que tanto necesitaba.... Lo diera ella. No esperé que me tomara por el cuello y me pegara aún más a su cuerpo con tanta necesidad, pero lo hizo, lo está haciendo de la forma más deliciosa posible, de la forma que tanto extrañé...


























El final está a la vuelta de la esquina...

Natix 🌼

Amor & Odio [Railo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora