Amor & Odio [Railo]

Parte 2 - Capitulo 5: Débil

Alondra

Cierro la puerta detrás de mi espalda apoyando mi cuerpo sobre ella, sintiendo como mi corazón no para latir, y mis manos no para de temblar. El tenerla tan cerca, sentir su respiración y su aliento tan cerca de mi rostro estuvo a punto de nublar mi cordura; solo fue recordar lo que vivimos al final, para dar un paso hacia atrás y detenerla, porque era obvio en lo que eso hubiera podido terminar.

No entiendo como a Andrés se le ocurrió tal estupidez, prácticamente trajo el demonio a su casa, trajo a alguien que me jodió en todos los sentidos, como fastidió un sin fin de veces a la mujer que él ama, es que... Si el supiera todo lo que viví con esa mujer, no la hubiera traído, bueno, creo ni siquiera estaría conmigo, pero el punto no es que ellos se llevarán muy bien o algo parecido para querer tenerla aquí.

- Alo - lo escucho llamarme desde la primera planta - Ven un momento por favor

Al llegar donde él, notó como todo el lugar está despejado, ya no están sus familiares yendo de un lado a otro, con los niños corriendo o su madre chismeando, alterando la paciencia de cualquiera; todo está solo y tranquilo. Gran parte de las luces están apagadas excepto por la luz suave que proviene del salon, en el que mientras él me lleva hacia allá veo una linda y sutil decoración en la pequeña mesa de café, dónde hay snacks, pizza y varios refrescos de la famosa marca Coca-Cola. Debo decir que la forma en la que él se esfuerza por este tipo de detalles, me llena del corazón.

Toda la noche estuvimos ahí, tirados en el sillón dándonos la mejor maratón de "Rebelde" que haya podido dar en la vida; no paramos de comentar cada cosa que sucedía, o reírnos de las tonterías que hacían los personajes. Mientras carga el siguiente capítulo miro el reloj de mi celular, viendo que ya son las 1:30 de la madrugada. Wow... No recuerdo la última vez que me acosté tan tarde... Bueno si la recuerdo, pero eso no importa ahora. Fue eso para decirle a Andrés que siga viendo la serie mientras voy al baño, que milagrosame hace horas no lo toco.

Toda la casa está a oscuras así que camino con cuidado por los pasillos, hasta llegar a las escaleras y subir a mi habitación. Iría al baño de abajo, pero ese baño no tiene seguro y me moriría de la vergüenza si alguno de sus familiares de Andrés entra y me ve con los pantalones abajo, no, no, no. Cuando abro la puerta me llevo un gran susto al ver una figura negra cerca de la ventana, haciendo que pegue un grito tapándome la boca, causando que automáticamente prenda una de la lámparas que está a mi lado, que iluminan muy poco por cierto, nada mejor dicho.

- ¿¿Estás demente?? ¿Que haces aquí? - digo exaltada al ver a Rai con una fotografía mía y de Andrés en sus manos. A lo que rápidamente cierro la puerta con cuidado, y le arrebato la fotografía.

- Tranquila, es que estaba buscando un baño, y pues... Terminé en tu habitación

- Ay, jajaja que casualidad ¿No? Me alegra que tú sentido del humor siga intacto

- ¿Ah sí? Gracias - ríe. no quiero ver su sonrisa, su hermosa sonrisa.

- Vete de aquí - digo señalando la salida.

- No quiero, estoy muy aburrida y me siento tan bien, que no quiero dormir y mucho menos salir de aquí

- Dios mío ¿No puedes ser menos sínica?

- Jajaja no - dice totalmente sonriente, mientras me rodea con pequeños saltos, como una niña pequeña.

- No entiendo estos cambios de humor, toda esta semana eras prácticamente un zombie, obediente, recta... Y ahora mírate - al decir eso detiene sus pasos y se acerca peligrosamente hacia mi.

- Bueno, es que aquí no estoy rodeada de la gente de ese lugar, esas personas que me obligan a ser alguien que no soy, y de la peor forma posible. Ahora estoy aquí, lejos de ellos, contigo... ¿Como no comportarme de un forma distinta? ¿Mm?

- Okey, okey, entiendo, pero, espacio personal

- Noo ¿Para que espacio personal? No crees que estamos mejor así - agarra suavemente la tela de mi camisa que rodea mi cintura - Dime ¿No lo crees?

Con ello Rai se acerca lentamente hacia la parte derecha de mi cuello, y me planta un beso completamente húmedo, que me hace erizar todo el cuerpo. Luego vuelve a mirarme notando como su mirada salta de mis ojos a mis labios, así, repetidamente. Cuando vuelve a inclinarse podría jurar que iba a besarme, pero vuelve a besar mi cuello solo que está vez la parte izquierda. Débil... Estúpida y aún más débil, así soy con ella.

En el momento que se funde totalmente en mi cuello, mi cuerpo se tensa aún más, sumándole que empieza a pasar su lengua por cada rincón, hasta llegar a mi mandíbula y estar muy, pero muy cerca de mis labios. Me encantaría saber cómo Rai aún tiene este poder sobre mi; el poder de poder hacer lo que quiera conmigo, que ni siquiera se pase por mi mente el detenerme, cuando ella me toca o me habla al oído. Todo de ella me atrapa con tanta fuerza, que en el momento, poco me llega a importar las consecuencias que esto me pueda traer.

Un segundo antes de que tome la decisión de besarme, se detiene por un segundo y se aleja, se va dando varios pasos hacia atrás colocando un alto cuando llega a la lámpara para apagarla, y así volver hacia mi prácticamente corriendo y juntar sus labios con los mios... Ya había olvidado lo suaves y dulces que son, la forma tan delicada en la que lo hace y las miles de cosas que eso causa en mi interior. Podría estar aquí por horas, sintiendo su lengua recorrer cada espacio de mi boca, pero la vida no es color de rosa ¿Verdad?

- Rai... - hablo al separarme - Tengo que volver con Andrés

- No, quédate aquí conmigo - me toma de la cintura dándome otro beso - Por favor Alondra

Se dónde quiero estar, sé lo que mi cuerpo quiere, y lo que quiere mi corazón, pero como siempre tengo que ir en su contra, siempre tengo que ponerles un stop y hacer lo correcto y lo correcto ahora de parar y hacer las cosas bien; así que quito sus manos de mi cintura, que antes de soltarlas las sostengo con firmeza para al final hacerlo y salir de la habitación.

Mientras bajo las escaleras arreglo mi ropa y mi cabello, pensando en como me he dejado llevar ¡Otra vez! Y en lo pendeja e inútil que he vuelto a ser. Es como si me gustara arruinar mi vida y hacerla aún más complicada. No sé cómo voy a soportar la presencia de Rai en el mismo lugar donde vivo y donde trabajo, y mucho menos ahora, con lo que acabo de suceder.

Tienen todo el derecho de funarme por haberme tardado tanto, y perdonen que sea tan corto😓

Natix 🌼