Amor & Odio [Railo]

Capítulo 22: La quiero aquí

Alondra

¿Qué acabó de decir? Por qué con Rai todo tiene que ser así, es que en serio me cuesta mucho entenderla, una veces parece querer algo, pero después ese algo le deja de interesar, lo desecha y después desea volver a tenerlo y estoy harta de eso a un nivel que nadie podría contar.

- No sé en qué momento me proclamaste como si fuera de tu propiedad - doy un paso hacia ella quedando frente a frente - Ten claro una cosa, yo no te pertenezco, puede que te haya entregado mi virginidad, pero eso no te da derecho a nada ¿Lo entiendes?

- Te digo que lo que entiendo ahora - fija su mirada en mis labios - Lo único que entiendo es que quiero besarte... Quiero que lo hagamos aquí y que todo el mundo nos escuche - habla suavemente mientras me toma de la mano y juguetea con mis dedos.

- ¿No te cansas? - quito su mano - Todo tiene que ser tan asquerosamente sexual contigo. No ha habido un momento en tus conversaciones no esté ese tema. ¡Deja de ser una inmadura de mierda y madura!

- Dios santo Alondra, cálmate ¿¿Tanto te hirió lo que dije?? Pues está bien, perdón - ¿Eh?

- Wow ¿En serio esa es tu manera de disculparte? - digo mirándola con desprecio.

- Sí. Emm yo que sé ¿Que más quieres? ¿Qué me arrodille? - sonrío al escuchar su "solución"

- Bueno no es una mala idea, es lo más cliché del mundo, pero nunca falla ¿No?

- ¿En serio harás que me arrodille para pedirte perdón? Podrías ser más creativa, no sé digo

- Ay, deja de hablar, arrodíllate y pídeme perdón

En estos meses que he conocido a Rai nunca imaginé estar en esta posición, algo debo acusar en ella para que dude en arrodillarse o no; seguramente si le hubiera pedido esto antes ya tendría con su puño en mi cara implorando que se detenga. A mí sorpresa escucho a Rai soltar varios suspiros hasta que con movimientos de negación se va arrollando poco a poco frente a mi. Juro por Dios y por lo más sagrado que no creía que lo fuera hacer. Ja, da mucha pena, pero se merece eso y más.

- Perdón... Perdón, perdón y perdón. No debí decir esas cosas aunque sigo creyendo que eres una tonta ingenua

- E-

- Pero, pero una tonta ingenua que me agrada mucho

- Ajá. Es la peor disculpa que he visto

- ¿Pero es válida? - agarra mi falda pegándose lo maximo posible - Mira como me estoy denigrando, tiene que ser válida

- Jajaja sí, claro - sí, sí.

- Bien... ¿Entonces sigue en pie hacerlo aquí?

- No, prefiero hacerlo con mi novio

Con eso quito sus manos de mi falda y salgo del baño sin siquiera mirar su reacción. No voy a permitir que me controle cada vez que quiera, ya basta.

- ¡Alondra! - la escucho gritar mi nombre al ir por los pasillos.

...

Narrador omnisciente

Son las 11:00 pm de la noche y en la gran casa de la familia Rosario está Rai moviéndose de un lado a otro en su cama totalmente desesperada, el sudor corre por su rostro haciendo que su flequillo se pegue en el. Unos pequeños casi inaudibles gimoteos salen de su boca cada segundo mientras sus manos hacen presión en su entrepierna, simplemente eso, sin tocarse. El sueño es tan profundo e intenso que aunque su cerebro le implore despertar no lo logra y sigue así por un par de minutos, todo hasta que un fuerte correntazo la hace despertar con su pecho subiendo y bajando agitada por lo que acaba de experimentar.