Amor & Odio [Railo]

Parte 2 - Capítulo 8: En un mismo lugar

Alondra

Una semana... Dos semanas... Un mes.

Corremos lo más rápido posible por los pasillos de la iglesia, riendo y jugueteando con juegos que podrían considerarse lo más infantil del mundo; solo estamos siendo iluminadas por la luz natural que nos brinda la luna y las luces de la calle, a través de las enormes ventanas de las iglesia, dejando en claro que estamos a oscuras. Por un lado podría ser tenebroso, por la reputación que le dan las películas o algunas personas al estar en una iglesia a altas horas de la noche y con las luces apagadas, pero el estar con Rai en esta situación, como que todo cambia, a decir verdad.

Estás últimas semanas han sido literalmente un ¿Sueño? No quiero sonar cursi o algo por el estilo, pero siento que hemos hecho cosas que solo suceden en la imaginación de cualquier iluso que ve la vida de color de rosa. Junto a Rai prácticamente nos apropiamos de la iglesia cada noche, marcándonos de arriba abajo, recalcando una y otra vez lo que es el pecado mientras nos comemos vivas, mientras nos tocamos de la forma más indebida; tanto, que a los ojos de otros es completamente repudiable.

Por mi mente pocas veces pasaban sentimientos de culpa, yo simplemente me dejaba llevar por la situación y no pensaba en absolutamente nada más que en Rai, nada más que en esa mujer. La he pasado tan bien con ella que llega a ser abrumador, porque como dicen "Nada dura para siempre" y esta comodidad que he sentido con ella no creo que dure para siempre, y menos como realmente lo quiero; de hecho nunca imaginé llegar al punto donde llevo más de un mes haciendo este tipo de "fechorías" y más sin ser descubiertas. A veces inventaba todo tipo de excusas para ir al pueblo y como siempre mi suegra me alentaba para que llevara a Rai, así que entre risas de complicidad nos escapábamos al campo, donde lo hicimos por primera vez desde nuestro reencuentro, y se podría decir que se convirtió en nuestro lugar.

- Corre, corre - me dice en voz baja al subir las escaleras.

- ¿A dónde vamos? - pregunto curiosa, ya que se supone que yo debería conocer la iglesia mejor que ella, pero al parecer no es así.

Cuando subimos el último escalón, llegando al pico más alto de la iglesia, lo primero que observo es la gran campana que se roba todo el espacio y toda la maquinaría que está detrás del reloj. Rai sigue su camino tomándome de las manos y guiándome a una pequeña puerta que está al lado del reloj.

- No puedo creer que no conozcas esta zona, es lo más romántico que he visto

Anonadada analizo lo que Rai ha "descubierto" que es un diminuto balcón, que nos brinda las vistas de todo el pueblo y sus alrededores, es literalmente como ella lo dice "Lo más romántico que ha visto". Lentamente me acerco al muro que nos separa del abismo y cierro mis ojos al sentir la brisa en mi rostro. Vendré aquí más a menudo.

- ¿Y si lo hacemos aquí?

- Dios mío Rai - la empujó - Te encanta joderlo todo ¿No?

- Jajajajja es broma - me pone a mi lado colocando los brazos en el muro - Alo...

- Mm

- Quiero agradecerte - la miro con el ceño fruncido - No me mires así, es sincero. Estas últimas semanas han sido lo mejor que me han pasado este año; definitivamente estar contigo es lo mejor que me pudo pasar - cuando iba a responderle pone dos de sus dedos en mi boca - Espera, antes que me digas algo, te tengo una pregunta muy importante. Emm... ¿Que tan importante soy para ti?

- ... Mucho, demasiado diría yo

- Hm ¿,Más que a tú casi esposo? - mi corazón se detiene al escucharla.

- ¿¿Cómo sabes eso?? - digo con preocupación.

- Me lo dijo tu linda suegra, y sé que no me corresponde, pero ¿En algún momento me ibas a decir que tienen pensado comprometerse?