Este capítulo es quizás el más largo que escriba... Quizás.
~Nueva York (Instituto)~
Isabelle ''
Entreno con Jace y Clary mientras Simon duerme en el cuarto. Mi madre se quedó con los bebés junto a Rigna porque Catarina anunció que regresaría a trabajar al hospital.
–Vamos, Isabelle –se queja Jace haciendo chocar nuestras espadas–. Me haré viejo antes que puedas vencerme.
–Estoy calentando.
–Pues será mejor que yo también comience a calentar ¿no crees? –Jace siempre ha sido un idiota arrogante.
Doy un paso atrás y nuevamente adelante, al chocar las espadas doy un fuerte pisotón para que Jace pierda tiempo afirmando sus propios pies mientras yo enredo su espada con la mía y en un movimiento logro que vuele en el aire y la atrapo con una mano. Apunto una al techo y otra a su cuello. Jace sonríe complacido, toma la espada de la cuchilla y con un golpe de su codo hace que la suelte, él la toma y de un solo movimiento, tan rápido que no puedo verlo, queda a mi lado de tal forma que sostiene mi brazo en el aire y con la otra mano mantiene la espada contra mi cuello.
–No, aún no caliento –puede ser un idiota arrogante, pero tiene buenas razones para serlo.
–Estoy exhausta –Clary baja de una viga de equilibrio.
–¿Descansamos? –propone Jace– Bueno, ustedes, señoritas, yo no he sudado una gota.
–La próxima vez te derrotaré –le prometo.
–Y yo la próxima vez vendré con los ojos tapados por parches y una pata de palo mientras lucho con un pez. Así será más justo ¿no?
–Preferiría luchar con el pez –declaro indignada y salgo hacia mi cuarto.
¿Pero quién se ha creído? Yo soy Isabelle Lightwood, soy una, si no es que la mejor guerrera de nuestra generación. Hábil, inteligente y talentosa ¿cómo puede insinuar que sólo ganaría contra un pez? >Ash, ese idiota.< Pero supongo que así son todos los rubios, sin importar su sexo. Antes de entrar al cuarto veo una nota pegada en la puerta, la abro y noto la chueca letra de Simon.
"Te espero en la estatua de la libertad exactamente a las 11:30pm. Simon."
Clary --
Recuerdo al Alec con el ceño fruncido y su postura de mayor, su desconfianza ante los nuevos y su odio primerizo por mí; y nada de eso se ve en este Alec, un dulce bebé que gatea persiguiendo un juguete de robot. Ríe cuando lo alcanza y llora porque se detiene, vuelve a reír cuando lo enciendo y llora cuando se queda sin cuerda.
–A ver –me agacho y tomo al robot para girar su manija–. ¡Listo!
Lo dejo en el suelo y Alec lo persigue feliz, sin importarle que esté formando un gran círculo en la alfombra. Rigna baña a Magnus y yo distraigo a Alec para que no note su ausencia.
Siempre pensé que la primer criatura en llamarme mami sería mi hijo, no el mejor amigo de mi novio, parece increíble que esto haya pasado, este destino tan cruel y de algún modo especial.–Mami, ¿onde Mag? –Alec ya ha perdido todo interés en el robot y me mira desde el suelo.
–Mag estar en el baño.
–¿Tada?
–Unos minutos, Alec –pongo un dedo en su nariz.
Alec la arruga y después se ríe. Es increíble lo fácil que puede reír cuando de adulto eso parecía un milagro.
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Malec ¿otra vez?
FanfictionAlec ama a Magnus y Magnus ama a Alec, eso todos lo saben. También saben que su relación tuvo algunos altibajos, pero al final todo resultó bien, y ahora sin guerra que pelear pareciera que el futuro les tiene preparado un hermoso final de cuento. S...