Perú 1/3

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DOS AÑOS DESPUÉS

~Idris (Consejo del submundo)~

Lou {}

–Caso número cinco mil trescientos cuarenta y dos: La aceptación de Magnus Bane Loss en Perú –dice Eduardo, alto brujo de Lima, para dar inicio a la cesión.

Una puerta se abre a penas termina de hablar y por ella entra mi esposa y Magnus seguidos de Pam Stern, Daren Gil y Simon Lewis. Cuando los cinco se encuentran en medio de la sala, seis sillas aparecen, una de ellas es mas grande que las demás y es ahí donde indico a Magnus que se siente. Cuando lo hace, los demás tomamos el resto de asientos, yo junto a Catarina desde luego, y miramos al consejo en sus sillas altas.

–Lou Wise, hace poco menos de un año llegaste al consejo con una simple petición, que dejáramos al joven brujo, Magnus Bane Loss, regresar al país del cual fue expulsado hace años. Tu premisa para dicha petición fue: ha cambiado. Ahora, el consejo decidirá si lo que afirmaste es verdad –hace la introducción la representante de los hijos de Lilith, una bruja llamada Chang de más de setecientos años, cuya marca es su cola y garras de dragón.

–Tienes la palabra, vampiro –dice el representante de los licántropos, un joven llamado Patrick.

–Gracias, consejo –me levanto, no sin antes apretar consoladoramente la mano de Catarina–. Como informó, Chang, vine a pedir que el hijo de mi esposa sea aceptado nuevamente en Perú. Escuché que causó estropicios, pero deben entender que eso pasó hace años y, como todos saben, Magnus fue de las pocas víctimas de Andreu hace ya dieciocho años, por lo que puedo afirmar que, literalmente, es otro Magnus del que recuerdan.

–Pues su ropa es la misma –afirma el recién nombrado representante de los vampiros, Raphael Santiago.

–Eso no...

–Lou Wise, se te ha concedido esta audiencia por buena fe de los nuestros. Te pedimos que respetes el protocolo –me interrumpe Chang severamente.

El protocolo es simple: traer testigos que te ayuden a presentar el caso con la única condición que también sean subterráneos, cada uno tendrá la palabra una y sólo una vez. Después que acaben de hablar, el consejo delibera y decide de acuerdo a su criterio lo que sea más conveniente, tomando en cuenta la palabra de los testigos y del propio acusado.

–Mis disculpas –digo a la bruja y ella indica que me siente.

–Catarina Loss, puedes hablar.

Mi esposa acepta la invitación de Meliorn, quien representa a las hadas.
En un momento hablamos de si debería cambiar su apellido y ambos decidimos que no era necesario.

–Ninguno de los presentes puede decir que conoce a Magnus tan bien como yo. No sólo lo he criado por dieciocho años, sino que conviví con él antes de eso, y de hecho estuve en Perú con él en algunas ocaciones. Cuando se enteró que nunca más podía volver se sintió muy triste. Era de sus lugares favoritos –al terminar, mi esposa regresa a su lugar a mi lado y me mira con agradecimiento.

Hace unas horas le informé sobre mi pequeña sorpresa, que había logrado reabrir el caso de Magnus para que pueda volver a Perú.

–Pam Stern, suprema bruja de Nueva York, tienes la palabra –invita Raphael.

La bruja se levanta y con una mueca de disgusto habla rápidamente.

–Como gran bruja de Nueva York, lo único que puedo decir a favor de Magnus es que no parece un completo idiota –dicho esto, vuelve a sentarse.

–Creo que es lo más sensato que he escuchado hasta ahora —Raphael sonríe.

Comienzo a arrepentirme de haberla traído, pero como suprema bruja es necesaria su palabra para convencer al consejo.

Malec ¿otra vez? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora