CINCO AÑOS DESPUÉS
~Idris (casa solariega Lightwood)~
Carlo ..
Miro al bebé en brazos de María y no puedo evitar notar que parece algo sacado de las entrañas de un demonio. Sus ojos negros saltones parecen querer salirse de su cráneo, sus manos regordetas y sin forma se mueven en búsqueda de presas, y ese llanto tan agudo no puede ser humano.
–No, no, mami está aquí –María intenta arrullar a su hijo para calmarlo, pero cuando no lo logra mira a su esposo suplicante–. ¿Tienes su jirafa?
–Aquí está.
Mathew mueve una jirafa verde frente al niño demasiado parecido a él y eso comienza a calmarlo.
–Tranquilo, a nadie le agrada tu madre –susurro al mini demonio que no deja de ver la jirafa.
–A mí me agrada –Mathew le da un beso a su esposa y yo aparto la mirada.
Durante la academia, Mathew y María comenzaron una relación que nos aprendió a todos y después de graduarnos Mathew le propuso matrimonio. Cuando mi amiga me dijo emocionada que había aceptado, me pregunté si sería buena idea decirle que Mathew es gay. Todavía me lo pregunto.
Alguien choca contra mí y casi me molesto hasta ver que se trata de Arabella[*].–Lo siento –se disculpa la sirena de pelo morado.
–No hay problema.
Arabella es la esposa de Octavian y desde hace aproximadamente un año que decidió tomar su forma humana, algo que según tengo entendido es muy doloroso para ellas, pero Arabella parece soportarlo bien, excepto que todavía se tambalea como si estuviera en un barco en medio de una tormenta, lo que hace que el patrón iridiscente de escamas en su piel sea más obvio.
Todos esperamos en el jardín a que mis padres salgan para celebrar su décimo aniversario de bodas. Es la primera vez que vengo a este enorme terreno, el único lugar que podría albergar a tantos invitados: los Rosales, Cartwright, Penhallow, Blackthor, Ardante, Herondale y por supuesto, Carstairs.–¿Qué pasa? –pregunto divertido a mi novio.
Will me mira todavía con una uña entre sus dientes.
–Perdón.
–¿Algo te molesta?
Antes que pueda responder, mis padres salen y todos los invitados aplauden. Miro a esos dos hombres, los que me dieron un hogar, una familia y sin los cuales nunca hubiera conocido a William, y no puedo evitar aplaudir también.
Ambos tienen casi treinta años, pero en Magnus esas minúsculas marcas de la edad en el cuello, manos y frente no se notan, lo que hace las de Alec más obvias cuando están juntos.–Muchas gracias por estar aquí –dice mi padre–. Ahora, por favor diviértanse a nuestra costa.
Los invitados ríen y mi padre hace aparecer un banquete a nuestra espalda. Mis padres se acercan y pronto se ven rodeados de conocidos que los felicitan y desean muchos años más de feliz matrimonio. Yo me dirijo al banquete y sirvo un poco de ensalada.
–¿Haces dieta? –miro a Simon que me sonríe con sus colmillos.
No importa cuántas veces lo haga, sigue siendo espeluznante.
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Malec ¿otra vez?
FanfictionAlec ama a Magnus y Magnus ama a Alec, eso todos lo saben. También saben que su relación tuvo algunos altibajos, pero al final todo resultó bien, y ahora sin guerra que pelear pareciera que el futuro les tiene preparado un hermoso final de cuento. S...