Batir de Alas

LA NOTICIA

-¡¡Wow!! - digo tapándome la boca con las manos. - No me creo nada de lo que me estas diciendo... ¿Hablas en serio mama?

-Claro - se ríe - Nuestra energía es totalmente natural, proviene directamente del centro del planeta, nuestros antepasados averiguaron la manera de utilizar este poder. Ahora no solo la luz funciona con ella sino que toda tecnología utiliza esta fuente de abastecimiento. Hacemos telas inteligentes, velas, sales de baño... de todo, como habrás podido comprobar. - dice orgullosa. Nunca me pude imaginar algo así. - Esta energía está ligada a Lantágona. Cuando su núcleo cambia, también lo hacen las cosas hechas a partir de su flujo, por eso cambian de color.

-Es impresionante, así que esto es otro planeta...- digo reflexionando.

-Sí, exactamente. Es algo más grande que la tierra pero nuestra flora y fauna están intactas. El crecimiento de la población está controlado y no hay contaminación, ya que utilizamos la propia energía del planeta.

-Entonces, ¿Las espadas y las armas que tenéis están hechas de lo mismo verdad?-  pregunto animada mientras seguimos con nuestro paseo por los jardines. Es increíble la variedad de flores y plantas que hay, eso sí, no conozco ni una.

-Has dado en el clavo ¿Qué más quieres saber?

-Mmm...- pienso en las alas de Sam - Las alas.

-Bien, ¿Quieres que te muestre las mías? - pregunta señalándose la espalda.

-Sí por favor - ella me entrega la capa que llevaba colgada y estira la espalda. Al momento, unas largas alas doradas ascienden desde su espalda. Son más o menos iguales  a las de Sam pero de otro color -Wow...

-Las  alas reales, es decir las de la familia real son doradas, mientras que las de los demás son blancas.

-Pero , las tenéis desde que nacéis o...

-A ver, a ver , a ver... señorita. No vuelvas a decir tenéis, nacéis, hacéis... porque no es vosotros, es nosotros.- me regaña - Tu eres parte de este mundo y parte del mundo de tu padre.Ya es hora de que empieces a asumir que eres una de nosotros.- señala con una mano a su alrededor y prosigue con la explicación mientras vuelve a ocultarse las alas y ponerse la capa.-  Nuestras alas llegan con el renacimiento. Y ahora te preguntarás lo que es el renacimiento, pues a partir de los dieciocho años las alas hacen acto de presencia. Llamamos renacimiento a ese preciso momento, ya que es como si volviésemos a nacer pero con ellas.

-Ah... por eso Margaret me dijo que yo iba a renacer... es decir que yo también...

-Exacto, por eso no has tenido ganas de comer estos días. Se acerca el momento. Y los mareos también forman parte del proceso. Por eso supimos que eras tú, Samuel se dio cuenta, pero también por los ojos, no te voy a mentir... - Me quedo boquiabierta y no puedo casi ni hablar, voy a tener alas, de las de verdad, no como las de plástico que me ponía cuando era pequeña para alguna fiesta de carnaval...

-Bueno... y eso... ¿Duele? - pregunto algo preocupada.

-No, al menos a los que hemos vivido toda la vida aquí . Pero a ti no lo sé. No te medicaron de pequeña para este momento, deberíamos consultarlo. - me empiezo a preocupar, pero otra duda surge.

-Vale, otra pregunta. Margaret me dijo algo de que había vuelto a anochecer. Sam también se sorprendió muchísimo y Lanna también. 

-Bueno eso... no creo que todavía lo puedas entender. Es algo bastante complicado astronómicamente hablando, te lo explico de una forma sencilla: cada cierto tiempo, las estrellas de nuestro firmamento se ocultan. Nunca sabemos durante cuánto tiempo, aveces puede durar siglos, como es el caso del último anochecer, y nuestros ancianos dicen que cuando vuelven a aparecer es un buen augurio. Justo el mismo día que llegaste, nuestro cielo se iluminó...- se me queda mirando y entrecierra los ojos mientras suspira. Su mirada se va al cielo y después de un momento dice - tengo el presentimiento de que todo puede mejorar  gracias a ti.