LA VERDAD

393 35 0
                                        

- ¡TÚ ESTABAS MUERTA! - grito sin poder contenerme después de apartarla de un manotazo - ¿Qué tipo de broma pesada es esta? ¡Esto es un sueño, no puede ser! - me arrodillo y me tapo las orejas con las manos. Sam intenta levantarme pero me zafo de su agarre. Los sentimientos y los recuerdos se arremolinan a mi alrededor, no se qué pensar ni como actuar. La noticia me toma por sorpresa y no sé qué hacer. La única manera de entender es escuchando lo que tengan que decir, si es que no estoy soñando... pero no puedo evitar, en lo mas profundo de mi alma, alegrarme de volver a ver a mi madre después de tantos años. Se agacha y posa su mano sobre mi cabeza mientras me frota la espalda. Ese contacto tan sutil es lo que me da algo de fuerza para afrontar la situación y darme cuenta de que esto puede ser un engaño, un truco. La rabia y la impotencia ascienden por mi columna vertebral hasta mis manos y me hacen enfurecer.

-Lo siento mi niña, pero si me dejaras explicártelo...- me levanto bruscamente y miro a Sam a la cara tratando de atravesarle con la mirada.

-Tú... ¿Qué me has dado? Me has drogado, esto no es posible... me has engañado, ¿Cómo pudiste? ¡YO CONFIÉ EN TI! - Sam me mira con cara de pena, eso es lo que él siente por mí, lástima. Piensa que soy una niñita engreída falta de cariño y sorprendida que lo que hace es ponerse en ridículo. Todo este tiempo estuvo mintiendo, ocultando el secreto que guardaba mi madre.

-Anna ¡Basta ya! - Sarah se pone detrás mío y me mira con ojos penetrantes - ¿Por qué te comportas como si todo esto fuese extraño para ti? ¿Es que no sientes nada en este lugar? Y ¿Qué pasa con ese sentimiento de haber olvidado algo, de sentirte a gusto en este lugar que para ti es una mentira? ¿No lo ves? Ya has estado aquí antes, pero no lo recuerdas. Soy tu madre Anna, no una extraña. - Extiende la mano para tocarme pero me aparto y me abrazo el cuerpo con las manos.

-Para mí es como si lo fueras, has estado muerta durante la mayor parte de mi vida y ahora pretendes que te trate como si hubieses estado allí durante todo este tiempo, pues no. - Mi madre, "la reina" está viva, viva, delante de mis propios ojos. Todos los años en los que estuve sola, y necesitaba el cariño y el amor de una madre, ella estaba aquí, haciendo quién sabe qué, mientras yo lloraba encima de una tumba vacía.

El dolor que siento en el pecho es indescriptible, tengo un nudo en la garganta que me impide respirar con normalidad. Necesito respuestas.

-¡Explícamelo ya! - Grito - ¡¡¡YA!!!

-Vale, vale, vale, tranquilízate por favor, estar así no es bueno para ti ... ven conmigo, hablemos tranquilamente...



-No lo entiendo, vuélvelo a contar porque no sé qué creer...la verdad, estoy muy confundida- digo después de masticar un trozo de la enorme manzana verde que me han ofrecido. Fue la única elección sensata ya que todo lo demás eran dulces y más dulces.

-No hay mucho que entender cariño, solo que tu padre se enteró de lo que era por casualidad. Yo creía estar sola en casa pero él llego de improvisto y no me dio tiempo a... ocultarme, ya sabes. En aquel momento estaba teniendo una conversación con uno de los sustitutos al trono, me decía que no daban a basto, mis padres desgraciadamente fallecieron,había mucho trabajo en la corte, tenía que dejar la vida humana que tanto soñé. Cuando me vió no pudo creérselo, pensé que se sorprendería como hacen la mayoría de los humanos, pero lo que hizo no fue solo eso sino que me llamó de todo, y me amenazó. Por mi pueblo tuve que dejarte, la Cámara no me permitía traerte conmigo por eso me vi obligada a irme para siempre...

-Pero entonces mi padre, ¿No es... como tú?- pregunto algo avergonzada, la verdad es que me sigue sin comentar nada sobre lo que es, y eso me frustra de una manera increíble...

-No, y aquí viene la parte más... dura a la que te enfrentarás. Y sé que me vas a odiar más por lo que te voy a contar pero tienes que saberlo no hay tiempo que perder para contarte esto, es de vital importancia que estés tranquila y me escuches con atención.- Me empieza a preocupar mucho más, y eso no me gusta nada, pero al escuchar lo que dice, no puedo evitar derrumbarme- John, no es tu padre - cuando acaba de pronunciar la última palabra me atraganto con el trozo de manzana que tengo en la boca.

-¿C-Co-Cómo que no es mi p-padre? - tartamudeo.

-Yo me casé con él ya embarazada de ti.

-Pero eso es imposible... él se habría dado cuenta de que...- la miro con tristeza y dolor - Él ya lo sabe ¿Verdad? Que no soy su hija. - Su mirada lo dice todo, estoy sola, no tengo a nadie. Mi vida es una farsa, una mentira y una ilusión. Ni siquiera mi familia es quien dice ser.

-Si pero...escúchame Anna, él te quiere y te crió como si fueras suya. - Me acaricia la mano y yo la dejo, porque ahora no puedo ni moverme.

-¡Pero no! Me parezco mucho a mis abuelos y a él, es imposible, eso es mentira, no me puedes estar diciendo esto, no ahora - los ojos me arden estoy a punto de llorar cuando... -¿Quién es mi padre? -suelto en un intento de arrancarme el dolor del pecho-Dímelo por favor.

-Aquí es cuando viene lo difícil Anna - baja la mirada y cierra los ojos como para prepararse para un duro golpe.

-Sí, estoy lista para escucharlo...dímelo ya. - Un sabor amargo sube por mi garganta e intento quitármelo tragando un par de veces. Tengo la boca seca, demasiadas noticias en poco tiempo, mi cuerpo me falla. Como si me leyera la mente me dice:

-Es mejor... que descanses antes, estás agotada y más noticias pueden afectar a tus nervios. Ya le he pedido a Margaret que te prepare la habitación.

-¿Margaret?¿La Margaret de...?- es una idea absurda pero ya nada me sorprendería.

-Exacto, es de los nuestros, le pedí hace años que estuviera en esa casa y averiguara tu paradero, pero tu abuelos viajaban mucho y tu no volvías. Ella fue a esa casa unos días antes de que tu padre te llevara...

-Vaya - la interrumpo - después ¿Puedo hablar con ella?

-Claro pero primero a descansar - se levanta de la mesa y dice :

-Samuel te acompañará, yo tengo que hacer unas cosas ya que mi hija a vuelto a casa.- me da un beso en la mejilla y me abraza - Me alegra tanto que hayas vuelto...ojalá podamos recuperar todo el tiempo perdido. - Y con este último comentario se da la vuelta y se marcha por donde vinimos. Mi mente está intentando recopilar toda la información pero mi cerebro está saturado, necesito dormir y aclarar mis ideas. Esto es demasiado confuso.

Batir de AlasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora