Aplausos y más aplausos. Así es como reaccionó el publico tras la canción. Esa sensación que tienes cuando estás delante de mucha gente y no sabes qué hacer ni qué decir, eso es lo que siento yo ahora. Nadie me dijo que disfrutaría tanto. Cada una de las personas presentes me felicitaron y prometían recomendar el restaurante a sus conocidos. Esto último le agradó mucho a Catherine y su familia. Parecían orgullosos, no solo del restaurante, también de mí.
Tras las palabras de mi padre, las lágrimas que me ardían en la garganta, brotaron y se arrastraron por mis mejillas hasta llegar al cuello donde se secaron. Abracé a mi padre y le dije lo mucho que le quería.
Mike no se quedó atrás y me besó delante de toda mi familia.
-¿Esto signifíca que estamos empezando una relación? - dije cabizbaja por la mirada de disgusto de mi padre. Parecía que intentaba decirle a Mike 'Alejate de ella' pero no le hice caso porque Mike me abrazó y me dijo al oído:
-¿Tú qué crees?
Fue una de las mejores tardes de toda mi vida, pero ahora que ya estoy en casa, solo me falta hacer una cosa más para completar esta maravillosa jornada.
Encontrar a Sam. No debería... se supone que salgo con Mike. Pero hay algo que me empuja, no sé qué es... no puedo ebitarlo.
Recorro parte del tramo con Tornado, al que echaba muchísimo de menos. Para disfrutar más de mi paseo, prefiero ir a trote y que el viento (que ya empezaba a enfriárse) me recorra la piel cansada.
Cuando llego al comienzo del bosque, desmonto y le quito la silla a Tornado, al que tuve que ensillar casi a medianoche. No puedo ver casi nada por eso me llevé una lámpara y una linterna. La oscuridad hace que los paseos se hagan más interesantes. Cuando ya tengo a Tornado bien atado al árbol más próximo, me siento a unos metros más allá, esperando a que Sam me viese bien en la oscuridad.
Es verdad que me costó salir de casa con las botas negras que hacen un ruído del demonio pero espero que merezca la pena el esfuerzo. Minutos más tarde oigo un crujir detrás mío y me doy la vuelta poniéndome de pie.
Sam está apoyado sobre el árbol al que até a Tornado y le da algo que parece una manzana. Le acaricia entre los ojos y me mira.
-Bonito ejemplar- dice girándose hacia mí.
-Sí, es mi niño consentido- digo acercándome para acariciarlo también. Pasado un tormentoso momento en el cual ninguno decía nada, Sam comienza a hablar.
- Anna, lo que te voy a enseñar no es una mentira ni una broma pesada - dice mirándome fijamente - No te vayas a escapar ¿Vale?
-Me estas asustando, ¿De qué se supone que no debo escapar?- pregunto intrigada, la espera para ver lo que me quiere enseñar se está haciendo eterna.
-Ven princesa - alarga la mano y espero unos segundos. '¿Y si es un loco o un pervertído de esos? No me he traído ni mi teléfono ni nada para comunicarme...
- Eh... sabes que no te voy a hacer nada, si hubiese querido violarte, ya lo hubiese hecho ¿No crees?
-Vale... ¿Está muy lejos lo que me quieres enseñar? -pregunto dándole la mano.
-Está más cerca de lo que crees - dice mientras me guía por el bosque. Él no necesita la linterna, pero yo sí. Tras veinte minutos caminando, Sam me para.
- Espera aquí - dice girándose y alejándose unos pasos. Se para a un par de metros y respirándo hondo da un último paso. Se gira y me mira con esperanza. La zona en la que nos encontramos no tiene muchos árboles y puedo ver sin necesidad de la linterna gracias a la luz de la luna. Sam sigue parado delante mío y pregunto:

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Batir de Alas
FantasyRenacer siempre se ha visto como algo imposible, pero no lo es. Existe, aunque no de la forma en la que todos creíamos. Mis alas se alzaron y su fuerza me dio poder. Yo pensaba que era una chica como cualquier otra hasta que me mudé a Braiton. Lo qu...