Al terminar de comer y de hablar, subí a mi dormitorio a deshacer la maleta. La habitación que me dieron mis abuelos no era en el segundo piso, como en la que estuve esta mañana, era una de las "habitaciones prohibidas" en el tercer piso. Mi abuela dice que es el mejor dormitorio. Cuando entré supe porqué lo decía. Las paredes están cubiertas por un papel antiguo verde con flores doradas, el techo repleto de estrellas que, según mi abuela, brillan por la noche. También hay una cama gigante en la que caben 6 personas, delante tiene una estantería enorme llena de libros y adornos, la ventana se encuentra a la izquierda de la cama y tiene unas vistas increíbles de la montaña , allí te puedes sentar a leer y relajarte. Al otro lado de la cama hay una chimenea y delante de ella dos sillones de terciopelo con una pequeña mesita de café.Todo parece muy antiguo, como toda la casa , y eso me gusta .
-Esta habitación fue de tu madre Anna. - dice mi abuela con lágrimas en los ojos - le habría gustado que la tuvieses tu.
-¿Mi madre... vivió aquí? - pregunto sorprendida. No lo sabía, pensaba que mi madre conoció a mi padre en la ciudad pero, veo que no es así.
-Si , cariño. Ella era amante de los caballos y de la naturaleza. Cuando tu padre terminó sus estudios decidieron irse a vivir a la ciudad. Tu madre al principio no aceptó ya que ella era pueblerina (como ella misma decía). Sarah no era de Estados Unidos como tu , hija. Ella era de Noruega ¿Sabes dónde está eso,no? Supongo que lo habrás estudiado.Es un país al norte de Europa. Por eso le gustaba este sitio tanto, le recordaba a su hogar.
-Si, si lo sé. - le digo escuchando atentamente.
-Muy bien, tu madre se vino a vivir aquí antes de que tu padre y ella se casaran y cuando se quedó embarazada de ti le dimos una habitación aquí. - Me dice sonriendo orgullosa.
-Vaya, papa nunca me contó eso.En realidad nunca me contó nada. - Le digo apesadumbrada.
-Tu padre sufrió mucho con su muerte. Estaba enfadado con todo el mundo y sobretodo con el recuerdo de tu madre.- me explicaba las cosas con todo detalle pero, con este último se quedo demasiado pensativa.
-Bueno, gracias abuela por dejármela.- sonrío e intento cambiar de tema, esto me deprime demasiado -Te prometo que la haré más acogedora de lo que ya está.
-No te la dejo...te la regalo. Además, no te olvides que esta casa es como si fuera tuya. Bueno te dejo para que te acomodes y le pediré a Coral que suba a traerte algo de beber. - Cierra la puerta tras de sí y me quedo sola en la inmensidad de esa habitación.
Empiezo a ordenar mi ropa por colores y los discos en mi estantería. En la segunda, están mi libros. Amo leer. Es un magnifico vicio que tengo desde los doce años. Ordeno los libros desde mis favoritos a los que menos me gustan. Esto es lo más ordenado que veré en mucho tiempo. Sabiendo cómo soy, a la semana estará hecho un desastre. Llaman a la puerta y me giro sorprendida. Nunca nadie llamaba a la puerta cuando vivía en la ciudad.
-Señorita Harley, le traigo su zumo de cerezas. - dice Hank el mayordomo mientras abre la puerta.
-Llámame Anna, Hank. Eso de señorita Harley a mi, no me va.- Le digo sonriente.
-Muy bien señorita Anna ¿Quiere algo más?- me dice.
-No nada, pero Hank ¿Qué decías que es ese líquido tan rojo del vaso? - Pregunto admirando ese...¿zumo?
-Es zumo de cereza señorita Anna - Vuelve a repetir Hank. Asiento complacida.
-Bueno vale puedes irte, gracias.- Le digo amablemente.
-Llámeme si me necesita.- Me dice señalando la cuerda que hay al lado de mi cama.- Ah, y por la mañana le subiremos el desayuno por ese pequeño ascensor que hay ahí. -Me señala una pequeña puerta incrustada en la pared.
-Muy bien Hank gracias.
Depués de que Hank saliera y de terminarme mi (sorprendentemente) delicioso zumo de cerezas, decido ir a ver a Tornado ya que le deje sin cepillar cuando llegaron los abuelos. Cuando estoy en el establo veo a un chico cepillando a mi caballo. Me acerco lentamente y le doy dos toques en el hombro.
- Perdona, es que pensaba hacerlo yo - digo educadamente.
Cuando me oye, el muchacho se gira de inmediato, me quedo embobada al ver lo guapo que era. Tiene los ojos de un amarillo intenso y una mirada cautivadora, de estatura media ,su pelo es cobrizo y colocado de una manera muy tradicional y elegante. Viste unos vaqueros rotos con un jersey de franela. Antes de empezar a babear me dice:
-Perdona, tu debes de ser Anna - dice extendiendo la mano, se la estrecho torpemente y prosigue - Soy Mike el hijo de un amigo de tu abuelo, habla mucho de ti por cierto. Pasé para verle y darle un mensaje de mi padre pero, me han dicho que ha salido con el tuyo así que decidí irme, pero de pronto veo a esta preciosidad aquí sin cepillar y dije...¿por qué no lo cepillo un poco? Disculpa si te he molestado.
-Emmm...no pasa nada , me has ahorrado trabajo.- Sonríe y me derrito por dentro.
-Bueno ha sido un placer Anna , espero de verdad volver a verte.- Me guiña un ojo y se dirige a la salida.
-Lo mismo digo - me giro, meto a Tornado en el establo y subo a casa.
Me paso toda la tarde leyendo uno de mis libros favoritos. Cuando me canso empiezo a pensar en Mike. "Es tan guapo...debería ser modelo" se me escapa una risa tonta y me doy un tortazo en la cabeza."Anna para de pensar en tonterías,es solo un chico nada más, céntrate ya. Pareces una adolescente de instituto." Después entra Coral interrumpiendo mis regañinas para avisarme de que la cena está lista. Antes de bajar aprovecho para felicitarla por su rico zumo de cerezas. Me reúno con mi familia en la gran mesa del comedor y veo que mi padre y mi abuelo todavía no han llegado de su "paseo". Al terminar de cenar me voy a mi habitación, me pongo el pijama y me meto en la cama. Esa noche soñé con mi madre o , al menos, con lo que recuerdo de ella. Fue muy extraño ya que me decía:
-Volveré hija, te lo juro. Espérame... espérame... espérame... -Parecía golpeada porque tenía sangre en las comisuras de la boca. Me levanté varias veces por la noche pero, cuando me volvía a dormir el mismo sueño me atormentaba cada instante. Hasta que de repente todo desapareció y pude dormir tranquila.

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Batir de Alas
FantasyRenacer siempre se ha visto como algo imposible, pero no lo es. Existe, aunque no de la forma en la que todos creíamos. Mis alas se alzaron y su fuerza me dio poder. Yo pensaba que era una chica como cualquier otra hasta que me mudé a Braiton. Lo qu...