Después de mucho tiempo conduciendo, llegamos a la feria. A primera vista me sorprende , es más grande de lo que me imaginaba. La gente corre de aquí para allá. Algunos con gigantes osos de peluche en los brazos, otros con algodón de azúcar y la mayoría con globos y manzanas caramelizadas. Cuando conseguimos un sitio para aparcar ambos coches nos adentramos entre la multitud de personas que recorren el lugar. Puedo percibir el aroma de las palomitas y el humo que desprenden las máquinas.
-Vamos a la noria - dice Cat - quiero hacerme una foto. - me coge de la mano y tira de mí con fuerza. Nuestros tacones no nos permiten ir rápido pero de todos modos vamos a un ritmo peligroso. Nos quedamos a la cola de la noria solas, porque los chicos deciden ir a conseguirnos algún juguete en los puestos. Tras dar un par de vueltas nos bajamos. Y me entra la curiosidad, así que decido preguntarle a Cat cosas algo privadas:
-Oye Cat, ¿Tu ya tienes alas? - pregunto elevando la voz para que me pueda oír.
-¡¡Sí!! -dice con una alegría sobrehumana.
-Vaya, se nota que te gustan.
-Cuando las tengas, sabrás a lo que me refiero. La adrenalina corre por tus venas cuando estás en el aire. Al principio cuesta adaptarse y aprender a volar. Yo tardé unas semanas en poder hacer giros en el aire. - al parecer, las cosas no son tan fáciles como las ves en el cine.
-Vaya... ¿Y te dolió? Ya sabes, cuando renaciste.
-La verdad es que un poco. Porque a mí me medicaron un poco menos que a los nacidos en Serafín. Pero era un dolor soportable. Como si te fracturases un hueso en la espalda, un dolor constante, muy constante.- Su último comentario me hace temblar. A mi no me han medicado nada, si a ella solo un poco menos que a los demás y le dolió bastante, ya me imagino lo que sufriré yo.
-Bueno, a ver qué tal yo. - digo suspirando.
-Tranquila, ya verás que el dolor lo compensas de una manera extraordinaria.
Nos dirigimos hacia los chicos, que seguían intentando ganar algo.
-Nada - dice Titan avergonzado. - Es el colmo, puedo matar a cinco contrincantes a la vez, pero no puedo ganar un peluche disparando a un blanco. - Su pelo rizado y rubio flota a su alrededor mientras niega con la cabeza. Los cuatro están muy desconcertados y Catherine y yo nos miramos con picardía.
-Dejad a las expertas chicos. - dice esta. Pagamos para dos escopetas y 7 tiros cada una. Debemos alcanzar al menos cinco de los puntos en movimiento que aparecen en el fondo del puesto, cada una. Primero disparo yo, doy a seis objetivos y fallo uno. Todos gritamos juntos y las personas de alrededor me ovacionan. Elijo una jirafa gigante porque para la supergigante necesitaba haber acertado los siete tiros. Cat acierta el mismo número que yo. Pero ella se decanta por un panda gigante. Uno de los soldados se ofrece a llevarse los peluches a los coches y nosotras se los damos. Seguímos paseando y Catherine ve un puesto de chupitos.
-Tenemos que probar alguno -digo al ver el puesto - cuando vivía en la ciudad hace tiempo, yo y unos amigos probamos unos. Son de todo el mundo y de todos los sabores ¿Os animáis?
-Yo quiero - dice Daniel. Robert y Titan aceptan también.
-¿Tu no quieres Samuel? - pregunto. Es la primera vez que le llamo por su nombre sin el diminutivo e incluso a él le parece raro.
-No Alteza, debo conducir. Y vosotros tampoco vais a beber, estamos de servicio aunque no lo parezca.- dice señalando a los soldados.
-Sí Comandante. - responden todos.
-Bueno, entonces más para nosotras. - dice Catherine al acercarnos al puesto. - Seis chupitos.
-¿Seis? - pregunto - Se supone que ellos no beben.

ESTÁS LEYENDO
Batir de Alas
FantasyRenacer siempre se ha visto como algo imposible, pero no lo es. Existe, aunque no de la forma en la que todos creíamos. Mis alas se alzaron y su fuerza me dio poder. Yo pensaba que era una chica como cualquier otra hasta que me mudé a Braiton. Lo qu...