Old Money

Capítulo 31.

Por la mañana, la británica se sentía ya mucho mejor gracias a que todo lo que tomó le ayudó de forma adecuada.

Se sentó sobre su cama para estirarse pero se sorprendió al ver a Joe en el suelo.

Fue entonces cuando un vago recuerdo de lo ocurrido anoche se hizo presente, pero se vio interrumpido cuando la alarma del celular del castaño comenzó a sonar.

Con algo de dolor muscular, el quarterback se estiró para posponer el ruido y al abrir los ojos se encontró con los de Deva viendolo fijamente.

-Buenos días, bonita.

-Buenos días, Joe.

El americano se levantó y lo primero que hizo fue tronar su espalda.

-¿Cómo te sientes? -Preguntó mientras soltaba un bostezo y luego se acercó a tocar su frente -Parece que la fiebre si disminuyó.

-Joe, ¿Por qué no dormiste conmigo en la cama?

-No quería ser inoportuno.

-Pudiste haberte lastimado al dormir en el suelo.

-Pero no me pasó nada.

-Joe.

-¿Sí?

-Gracias por cuidar de mí, lo digo en serio.

-Siempre que pueda, lo haré.

-Por cierto…

-¿Sí?

Deva por un momento quiso tocar el tema sobre lo que ella creía que él le había confesado la noche anterior, pero un pequeño miedo la detuvo.

-Nada, olvidalo.

-¿Segura? -Preguntó esperanzado.

-¿Crees que sea buena idea que salgamos a correr?

Él sonrió con ternura y negó.

-Debes descansar, hoy es día de carrera, ¿Quieres que pida algo para que desayunes?

-Ya me siento mejor, creo que prefiero bajar.

-Vale, entonces me voy para que puedas alistarte.

-Claro, nos vemos en un rato.

Joe asintió y tomó sus cosas, salió de la habitación y suspiró con un poco de decepción, quizá ella no quería una relación con él.

Deva también soltó un suspiró de frustración y se dejó caer en la cama, quizá había soñado con la confesión, ¿Tanto le gustaba como para soñar con eso?

Minutos más tarde se levantó y tal como todos los días, hizo su rutina para prepararse.

Volvieron a encontrarse una hora después y entre ellos comenzó a crecer una especie de tensión que ninguno parecía saber sobrellevar, por ello, por primera vez,  buscaron a alguien más con quién desayunar y lo hicieron con Alex, Lily, George y Carmen.

Así mismo, una vez que subieron al auto, ambos iban callados y lo único que se escuchaba era la radio, sus manos chocaron al momento que intentaron cambiar de estación pero rápidamente las alejaron y se sonrojaron.

¿Qué les estaba pasando?

-Voy a cambiar de estación -Dijo Deva y Joe solo asintió.

Fue entonces que la británica reconoció el inicio de una canción de su artista favorita Lana del Rey, Cinnamon Girl y la dejó.

Mientras cantaba en voz baja no pudo evitar pensar que de cierta forma así es como ella se sentía, quería preguntarle si lo de anoche había sido imaginación suya pero tenía miedo de perderlo si es que aquello no era real.