Capítulo 134.

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16 de Marzo 2024.
Zermatt, Suiza.

El día del juicio final, como solía llamarlo Vania, había llegado, por lo que los novios estaban esperando en la puerta de la recepción de su ensayo de boda que sus familiares llegaran.

Los Bradbury fueron los más puntuales, llegando cinco minutos antes de las 08:00 p.m., los siguientes fueron los Cassel y por último los Burrow.

Los novios saludaron a todos y cada uno de los familiares, se tomaban de uno a dos minutos para platicar con ellos y después los invitaban a pasar y buscar sus asientos, ya que ellos habían decidido mezclarlos un poco y así lograr que se conocieran un poco más.

-¿Cómo ves el ambiente? -Preguntó Deva y su mejor amiga hizo una mueca -¿Qué pasa?

-Tus futuras tías han preguntado si no les pueden cambiar las sillas porque no quieren estar al lado de gente con la que no se entienden.

-Sabía que esto era una mala idea, en fin, no quiero problemas, cámbialas.

-Claro.

Durante ese primer encuentro, hubo un gran choque cultural ya que los europeos, especialmente los italianos, no sabían disimular sus rostros al ver que un par de los integrantes de la familia de Joe había asistido con sandalias, mientras que los británicos parecían querer morir cada que los americanos decían ciertas palabras.

Por parte de los americanos, al ser de clase media, solían decir que el castaño estaba perdiendo su humildad y que no veían necesario todo "el show" que estaban montando.

-¿Difícil? -Preguntó Francesca una vez que estuvo a solas con su hija.

-Un poco, sí.

-Aceptar a la familia del novio suele ser así.

-¿También tuviste este problema?

-Considerando que tu abuela solía decir que yo no era más que una italiana rebelde creo que podrás imaginarlo.

-¿Las cosas mejoran?

-Sí y no, digo los Cassel y los Bradbury han sabido coexistir por los años de matrimonio que tuvimos tu padre y yo, también ayudo que ustedes fueran cercanas a ambas familias, pero al final de cuentas eso no importa mientras Joe y tú estén felices entre ustedes, no dejes que comentarios exteriores les afecten.

-De acuerdo, gracias mamá.

-Será mejor que subas a dormir ya, no querrás tener ojeras mañana.

-No sé si podré dormir.

-Escuché que tu abuela Eloise mandó a tu habitación un poco de té para los nervios.

-Piensan en todo.

-Somos mujeres, claro que lo hacemos.

-Vale, iré a despedirme de Joe.

Su madre asintió y dejó que buscara al castaño.

-¿Sobreviviendo? -Bromeó con él al verlo con los gemelos.

-Sí, los usé de excusa para salir del caos.

-¿Crees que todo salga bien mañana?

-Por supuesto, mañana será un feliz día para nosotros, eso tenlo por seguro.

-Bien, entonces es momento de que des la carriola para que me los llevé.

-Me siento como cuando voy a jugar un partido y no puedo dormir contigo.

-¿Estás comparando la noche antes de nuestra boda con una noche antes de un partido?

-Digamos que me siento como cuando iba a jugar mi primer Super Bowl, con ansias pero emocionado, aunque eso sí, todo intensificado, porque mañana jugaré mi partido más importante.

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