Me armo de valor. Estoy ante la puerta de la suite de Lisa. He comido más bien poco, como un pajarito. Quería hacerle caso a Taehyung y también a mi primo, pero con todos estos nervios se me cierra el estómago.
Lo único bueno es que el vestido de esta noche, que es toda una declaración de indecencia, me va a quedar como anillo al dedo. Me ayudó a elegirlo Irene, con eso se los digo todo. Y lo hicimos con la idea de provocar cortocircuito. Digo, seguro salgo hasta en las noticias.
Pero ahora el vestido es lo de menos para mí.
Ahora voy a ponerme frente a frente ante la única persona que con solo una mirada podría hacer que me ovillase. Es absurdo que nadie tenga ese tipo de influencia sobre otros. Pero ella se ha metido bajo mi piel, emocionalmente ha calado a un nivel tan profundo que me ha cambiado, y eso la hace poderosa. Porque sí, somos débiles ante aquellos de quienes estamos enamorados.
Siento la garganta seca. Rosé me aconsejó que subiera a desearle suerte. Que ella lo agradecería porque tenía muy presente el vídeo y, aunque sabía que yo estaba bien, no se quitaba de la cabeza el disparo con la pistola de perdigones.
Yo no sé qué ganas tendrá de verme. Prácticamente, he jodido su participación en el concurso, y la vida un poco también. Además, ella no tiene ganas de que yo le haga ningún drama. Lo que ha significado para mí nuestra historia no ha significado lo mismo que para ella.
Por eso tengo que ser cauta y no dejarme llevar. Creo que dejó muy claro que venimos de mundos distintos y que estamos cada una a un lado de la línea divisoria que marca el estatus y la realidad.
Ella es una súper estrella internacional. Yo solo compuse una canción. Nada más.
Golpeo la puerta con los nudillos y una sensación de aflicción importante en el pecho. Porque entre nosotras hay una marea de cosas que me dijo y que pesan demasiado.
Pero ahora no importo yo. Ni siquiera ella.
Lo único que importa es que haga la actuación de su vida en el Ziggo. Que se caiga el pabellón. Y para eso tengo que liberar parte de su carga.
Rosé, que ya ha llegado de su cita con Jisoo, abre la puerta con el celular entre su mejilla y su hombro, hablando sobre a qué hora nos pasan a recoger.Ella me sonríe y me invita a pasar.
—Está en el salón —me dice en voz baja para que el otro no la oiga.
Yo asiento y me deslizo sin hacer demasiado ruido hasta el interior.
Hay flores por todos lados con rótulos de deseos de buena suerte. Y ahí, en el sofá, con la mirada perdida sobre un maniquí cubierto por un descomunal vestido de pedrería diminuta brillante dorada, volantes de seda transparentes y de plumas largas moteadas del mismo colores, me encuentro a Lisa.
—Es curioso. Los vestidos no tienen vida hasta que alguien se los pone.
—Una reflexión muy profunda —le digo.
Cuando Lisa nota que soy yo la que acaba de entrar, se levanta del sofá de golpe y me mira con expresión aliviada, como si quisiera asegurarse de que estoy bien y de que no sufrí ni un rasguño en el ataque de Van Tassel.
Se acerca a mí y los ojos se le llenan de lágrimas sin derramar. Me mira el hombro, donde me hirió la loca con el balazo y levanta la mano para posarla sobre él. Pero a medio camino considera que es mala idea y que es mejor no tocarme. Así que la deja caer muerta al lado de su cuerpo.
Lleva un jean negro y una camiseta oscura de tirantes. Su pelo salvaje, largo, ondulado y castaño oscuro luce espléndido con sus reflejos y matices más claros. Sus ojos rojizos abarcan cada centímetro de mi cuerpo hasta que se posan en los míos.
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MY ONLY WISH | JENLISA
FanfictionUna cantante desconfiada, una compositora confundida y una canción que las llevará a conocerse muy profundamente. Esta historia las llevará a amar y a odiar a Lisa y Jennie mientras se descubren mutuamente en una trama divertida, dramática y un poqu...