Capítulo 4

1K 104 11
                                    

Con Rosé hemos quedado en el hotel de Lalisa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Con Rosé hemos quedado en el hotel de Lalisa. Al parecer, Rosé quiere que la conozca. Y quiere que estemos las tres a solas. Los paparazzis no dejan de asolar Blisoo Music y persiguen a la cantante por todas partes. Así que Rosé está con ella y ahora me esperan las dos, porque han decidido que sería mejor mantener estas reuniones  privacidad y sin la tensión de los flashes alrededor.

Yo ni siquiera me cambio. Voy en moto hacia allá. Lo mejor para ir por Seúl es la moto. Lo tengo clarísimo. Las caravanas que se hacen por los padres que van a buscar a los niños a los colegios es atroz. Así que me planto en menos de quince minutos en el lugar. Nunca había entrado aquí . Y la verdad es que es hermoso. Es un hotel boutique de diseño urbano. El edificio es elegante. La fachada es blanca y de color tierra. Toda de piedra. Tiene unos balcones de puertas altas y anchas, como las de antes. El interior es moderno, combina la madera, los ladrillos y el cristal con colores blancos y terrosos.

Efectivamente, cuando llego, me encuentro con un grupo de fotógrafos a un lado de la entrada. Supongo que les habrán llamado la atención y les habrán pedido que se aparten para que los huéspedes puedan entrar y salir con normalidad.

Yo sigo las instrucciones que me ha dado la manager. Voy hacia la recepción y digo que me espera Roseanne Park. Me indican la habitación superior en la que ella está y yo voy directa hacia el ascensor.

Me dirijo a la última planta y me imagino el tipo de habitación en el que Lisa se hospeda. Posiblemente, Seúl tenga hoteles muchos más caros y más indicados para estrellas como ella, sin embargo, ha decidido elegir el más céntrico. Lo que dice de ella es que le gusta el bullicio de sentirse en el corazón de la ciudad y que prefiere el urbanismo y la comodidad a los excesivos y grandes lujos.

Cuando llego ante su puerta, dejo mi mano suspendida en el aire. Estoy nerviosa. El corazón me late a mil por hora. Por fin voy a conocerla, después del ridículo que hice en la empresa. Debe pensar que soy idiota.

Carraspeo, me armo de valor, echo los hombros hacia atrás y golpeo la puerta con los nudillo. Inmediatamente, Rosé me abre, con una sonrisa de par en par, y el dedo índice alzado. Está hablando por teléfono, tiene el móvil pegado a la oreja, y me indica que entre sin cortar la conversación. El tono que usa con la persona al otro lado no es nada amistoso.

Sus ojos sonríen para hacerme sentir bienvenida aunque, prácticamente, esté enviando a la mierda a la otra persona.

—A ver cómo te lo digo, Jisoo —pronuncia su nombre con bastante molestia—. Que me quites a los paparazzis de aquí. Ella no tiene que aguantar esto y siempre estamos igual. Nosotros nos encargamos de ella en Todos los aspectos, ha firmado con nuestro sello y debemos ofrecerle garantías de todo tipo, no solo musicales. Lisa no quiere moverse. Y tiene todo el derecho a disfrutar de esto. Por ese motivo no ha elegido el otro hotel. Alguien de este hotel ha tenido de que hablar y eso no lo podemos tolerar.

Rosé se aparta para que vea a Lisa mientras ella le sigue gritando a Su víctima. Y entonces, la veo sentada en la butaca marrón jaspeada, de curvas envolventes y respaldo liso y mullido. Está mirando a través de las puertas Blancas del balcón, hacia la calle.

MY ONLY WISH | JENLISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora