Capitulo 21

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Que ¿cómo me ha ido el día? Buena pregunta: a medio camino entre mierda y estiércol. Sin paños calientes.

He ido a comer sola. No me importa, porque me gusta ver cosas e ir a mi ritmo. Pero nada me ha distraído de verdad. En lo único que pensaba era en el rostro de Lisa al decirle que no me iba con ella. No le ha sentado bien y juraría que la ha entristecido mucho. Y me tiene loca perdida.

No se lo esperaba. Está tan poco acostumbrada a no salirse con la suya...

Irene me ha llamado para ir a tomar algo por la noche. Yo aún me lo estoy pensando porque no tengo ganas. Pero sé que no es bueno estar pensando tanto y, probablemente, acepte.

Así que me fui de compras y de paso me he quedé sorprendida con los números de mi cuenta corriente. Han llegado los pagos de los derechos. No sé qué ha negociado Taehyung, pero es un dineral, la verdad. Y solo es la parte inicial negociada. Ahora faltan los cánones y todo lo demás que es lo que más dinero da, sobre todo si la canción es un éxito mundial. Que ya veremos. Pero, por ahora, en Corea no deja de escucharse. Y es duro. Porque oírla cantar mi canción me hace imposible dejar de pensar en ella.

Lisa me afecta. ¿Cómo puede un beso en una cápsula del tiempo robarme la cordura de este modo? Nunca me sentí así con un hombre. Y me he llegado a poner muy horny cuando ellos me han besado y cuando me han tocado. Pero... lo que me pasó con ella no es sencillo de explicar.

Llego a la portería de mi casa cargada con bolsas de tiendas de ropa. Y zapatos. Son las seis de la tarde. Si me da tiempo, podría ir a ver esas figuras que tanto me gustan, de un artista alemán. Tal vez podría comprarme una para la entrada. Hay un cocodrilo que me apasiona.

Subo con el ascensor hasta la segunda planta de mi edificio. Y cuando se abren las puertas, y salgo del cubículo, me doy cuenta que hay alguien esperándome sentado en el suelo, con la espalda apoyada en la pared, al lado de mi puerta. Una abeja cabizbaja y endemoniadamente bella.

En ese espacio solo vivo yo, así que nadie puede verla.

Camino hacia ella como un zombi y Lisa se levanta de un brinco.

—¿Cómo has entrado? —le pregunto dejando las bolsas en el suelo.
Lisa se limpia las manos en los jeans y me mira fijamente.

—Por la puerta. llamé al primero, y dije «paquete de Amazon» y me abrieron.

—Tienes suerte de que los vecinos de abajo no tienen videocámara. Yo no te habría dejado entrar.

—ouch —me encojo de hombros

—¿comieron donde les dije?

—Sí.

—¿Está mejor tu padre?

—Mucho mejor, gracias.

—¿En qué hotel está?

—En el NH, cerca del Clínic. A mi padre le caíste muy bien. Nunca dice nada de mis amigas. Pero de ti sí. Len encantas Jennie.

Bufo con gesto escéptico.

—Tu padre no me conoce. Dudo que le haya encantado.

—Te conoce por las veces que le he hablado de ti.

—Pues peor aun —solo quiero abrir la puerta de mi casa y entrar.

—¿No me vas a mirar a la cara ni una vez, Jennie?

Jugueteo con las llaves y las miro fijamente.

—Tienes mucha cara. Es imposible no mirarla —me ha salido de repente. Yo no quería, pero ahí está.

MY ONLY WISH | JENLISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora