Este capítulo es originario a petición de UsuarioNSB24 me pareció muy buena idea. Así que este es el pov de Zack del día que descubrió que aquella chica era Belia y de su plan...
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Zack
Había echado a Belia...
Había. Echado. A. Belia.
Lo increíble no era que hubiera reunido el valor suficiente para echarla. No. Lo increíble es que ella fuera Belia. Mí Belia. Aquella niña buena con la que pasaba las noches jugando cuando éramos unos meros críos... Aquella niña buena que me enseñó que no todas las personas eran malas, que aún había bondad en el mundo... Aquella niña buena que impidió que me suicidara...
La noche que conocí a Belia, me encontraba en mis peores momentos, en una situación de desesperación absoluta. Estaba desbordado, mi padre sufría, y yo estaba solo... No tenía a nadie, así que ¿qué sentido tenía mi existencia? Bueno. Pues Belia le dio un sentido. Ella vio más allá de mí, no me temía, no me juzgaba, y, a pesar de todo lo que hacía, Belia siempre decía que yo tenía un buen corazón...
Incluso la noche que desaparecí, que me marché de este pueblo de mierda... Belia siguió acudiendo cada puta noche al bosque, con la esperanza de encontrarme allí. Honestamente, cuando me marché de allí no pensé en Belia, ni siquiera recordaba nuestra promesa, una promesa que Belia no olvidó. Estaba tan cegado por la ira y la venganza que era incapaz de recordar a aquella niña que nunca me abandonó, que me llenaba de alegría —cosa que jamás le contaría evidentemente— y que me hacía desear que llegara la noche para poder verla y echar nuestras famosas carreras. Era tan divertido...
Pero ya no somos críos, y ella me traicionó, ¡me ocultó que su madre era quien torturaba a mi padre! Y me mintió descaradamente... Pues ¡qué se joda! Que se pierda en ese maldito bosque y... y... ¡AGH! No se me ocurre ningún insulto para ella. Es igual, me niego a seguir pensando en ella.
Pasé el resto del día intentando distraer mi mente, pero a cada cosa que veía me recordaba a ella... Ver a Marxh me recordaba a los paseos que dábamos juntos, y prefiero no mencionar lo que me recuerdan el sofá y la cama...
Esto es absurdo. Miré el reloj de la pared y vi que ya era tarde. Me voy a dormir, así no pensaré en ella.
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—¿Qué hace una niña taaan buena en un bosque sola a estas horas?
—¿Qué te hace pensar que soy una niña buena? —se cruzó de brazos.
—¿Lo eres?
—Sí —afirmó, sonriente.
—No eres tan «buena» entonces si mientes.
—No miento —enarcó una ceja.
—Ya, ya...
Hmm... Me removí entre mis sábanas.
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—¿Sabes? ¿Te parece que una «niña buena» haría esto? —Me lanzó con fuerza una bellota y me llevé la mano a la frente. Quería matarla—«No seas quejica, ni que te hubiera tirado una piedra encima» —usó mis mismas palabras contra mí.
—¡Yo no te la lancé así de fuerte!
—Maldita... —Murmuré en sueños.
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Mi mayor debilidad
Ficção Adolescente¿Un príncipe encantador o un villano sin escrúpulos pero dispuesto a lo que sea por mí? No sé cómo ni cuándo llegué a esto... Soy una princesa, y aunque odie serlo, mi destino final es casarme con el príncipe de Laslorv, pero... ¿Quién quiere segui...