Capítulo 24: Siempre te cuidaré

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Armando había dejado a Betty en su casa. Se sentía completamente satisfecho con haber propuesto su nombramiento. Muchos éxitos profesionales, vendrían de ahora en más, para aquella muchacha que parecía ocupar sus pensamientos a cada minuto del día.

Un sentimiento de orgullo se le instaló en el pecho, mientras miraba la ruta por el parabrisas de su carro. Tenía emociones encontradas, su cabeza era un mar de medusas, bastaba con observar cualquier situación que pasara por su mente, para saber que algo dejaría en el camino convertido en piedra.

Su carro se estacionó, una vez más, en aquel edificio que lo aprisionaba. No quería ver a Marcela, pero tenía que hacerlo. Así que suspiró profundo e ingresó al complejo habitacional.

Otra noche más donde el sueño no quería participar de su almohada.

Betty dio vueltas en la cama durante toda la noche, mientras trataba de visualizar cuáles serían sus pasos en los próximos días. Se veían venir momentos muy duros y largas horas de trabajo para poder cumplir con las expectativas del embargo. Entendía que su jefe necesitara cerrar el asunto pronto, hacer que todo volviera a la normalidad. Terminar, de una buena vez, con el estúpido plan contra Calderón para volver todo al status quo, y así, retornar al equilibrio. La realidad, parecía cambiar solamente en las películas. Sin embargo, un detalle seguía resonando en su mente.

Se sentó en la cama y miró el reproductor de música que Armando le había regalado. Cerró los ojos recordando cada momento en el que habían compartido una pieza de baile. Con estos dulces pensamientos, volvió a recostarse y se quedó profunda. Mañana sería otro día.


******

Una nueva jornada se abría paso en Ecomoda. Las puertas de la recepción , se abrían y cerraban dejando entrar a las nuevas aspirantes de modelos para Hugo Lombardi.

Armando llegó temprano y se había encerrado en su oficina. Revisaba una documentación de Terramoda, cuando alguien tocó a su puerta.

-En este momento no puedo atender a nadie. Deje su mensaje con la secretaria.- contestó mientras no le quitaba los ojos a los papeles sobre el escritorio.

-¿Ni siquiera a nosotras?- una voz femenina llegó hasta su oídos, seguido de tres cuerpos deslumbrantes que ingresaron a la presidencia sin perder permiso.

-¿Las conozco?- preguntó con seriedad entre tanto que observaba cómo ellas se acercaban hasta él.

-No, pero esperamos a que lo hagas pronto. Ella es Daniela, Verónica y yo Brenda. Podemos ser tus nuevas modelos personales, si tú quieres.- dijo esta última y apoyó sus manos sobre el escritorio, inclinándose para que Armando pudiera ver más allá del escote.

-A ver, señoritas, para ingresar en Ecomoda como modelos, deben pasar primero por el taller de Hugo Lombardi, al final del pasillo. Él es quién toma esas decisiones.- Armando tragó en seco al ver el atrevimiento de Brenda.

-Si, pero Hugo ¿No trabaja para la empresa?- replicó Verónica sentándose en la mesa de trabajo cruzando sus piernas sensualmente.

-Tú eres el presidente, aquí se hace tu voluntad ¿o no?- Daniela se acercó hasta él, levantándolo del asiento y posando sus manos sobre la corbata de Armando.- Si tú nos apruebas, podemos darte el show de tu vida, un desfile privado en ropa interior aquí, en esta misma oficina. Entre las tres podemos mostrarte lo que sabemos hacer.- La propuesta estaba clara. No era la primera vez que Armando, permitía este tipo de eventos en su oficina. Era el ofrecimiento de su vida.

Perdidos en la noche.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora