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Alice se despertó desorientada, tumbada en su cama de su habitación.

Hoy por fin se iría de su casa y volvería a la academia, por lo que estaba feliz, pero por otro lado, su padre la había amenazado con herirla más si la volvía a ver cerca de Chiara. Detrás de la faceta de "chica fuerte" que había demostrado dos días atrás frente a su padre, tenía miedo, mucho miedo.

Lo que no quería era preocupar a sus compañeros, así que se puso maquillaje en los moratones en la cara y cn una sudadera tapó su brazo en el que las uñas de su padre aún se veían.

Su hermano ya había bajado las maletas al coche la noche anterior, pues Alice decidió que se iría muy por la mañana, antes que sus padres se enteraran de que marchaba, y así evitar una pelea.

Luke se disculpó con su hermana muchas veces por no haberla protegido como debería, pero a Alice no le importó, pues entendía que su padre era una persona peligrosa para ellos.

Antes de bajar del coche, Luke le dijo muy seriamente:-Alice, te juro que vamos a salir de esta, tú no te preocupes por nada, ¿vale? No quiero que te distancies de la gente que te hace feliz.- Alice sonrió conmovida mientras abría la puerta del vehículo, no sin antes contestarle.

-Gracias, Luke, tú cuídate también, por favor.- Dijo para salir del coche, dejando a su hermano atrás mientras se dirigía al aeropuerto. Había decidido ignorar lo último que le dijo su hermano, su padre la aterraba, y ese miedo arrastraba con sí el que Chiara saliera lastimada por su culpa.


Qué viaje más largo le esperaba.


-Bueno, Rus, te dejo que entro ya. Nos vemos más tarde.- Alice colgó el teléfono, por fin estaba allí. Suspiró profundamente y entró a la academia, donde seguridad le quitó el móvil y le subió la maleta, también le pusieron el micro y hasta pudo hablar un poco con Noemí antes de subir.

Cuando pasó la puerta la recibió Lucas con los brazos abiertos, y la francesa se permitió borrar las escenas ocurridas dos días atrás para devolverle el abrazo sonriente.

-¡Loki! ¿Cómo estás?- Le preguntó el uruguayo mientras se dirigían al sofá para hablar mejor.

-Bueno, un poco cansada, pero feliz de volver ya. ¿Tú?- Le devolvió la pregunta, y se pusieron al día, hasta que la puerta se volvió a abrir, dejando ver a Salma y Álvaro, al que Alice corrió para abrazarlo.

-¡Mi amor!- Le gritó mientras corría hacia él y se abrazaban con fuerza. Álvaro y ella habían formado una amistad muy fuerte gracias a la canción que les tocó juntos, y para Alice era uno de sus pilares fundamentales en la academia.

-¡Ay mi Ali! ¿Cómo estás? ¿Calor por Valencia? Cuéntamelo todo.- Y así empezaron a hablar sobre todo y nada a la vez, obviamente omitiendo algunas cosas.

La gente seguía llegando, y todos los recibían con sonrisas y abrazos, sobre todo cuando llegaron Juanjo, Naiara y Ruslana, pues Alice casi les tira al abalanzarse sobre ellos. 

Pero la alegría de la chica cesó cuando entró Chiara por la puerta, junto a Bea, quien corrió a abrazar a sus compañeros.

Ambas chicas se quedaron mirándose, sin decir nada. Chiara embobada mirándola y Alice tensa y nerviosa.

Fue la inglesa la que la tuvo que abrazar, pues al salir de su trance se dio cuenta de que su novia estaba muy rara y parecía no querer abrazarla. Intentó mostrar tranquilidad, ya que al fin y al cabo les estaban grabando.

-¿Qué tal?- Se animó la inglesa al separarse del abrazo, hablando bajito. Se olía que algo no iba bien.

-Ehm, bien, bien. ¿tú?- Le respondió seca, a lo que Chiara frunció el ceño. Definitivamente algo no estaba bien.

Amarte para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora