El primer amor

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El romance comenzó apenas hoy... Sin embargo, ella me gusta desde que tenía 6 años. No pude darme cuenta de eso debido a mi edad y a mi orgullo y egocentrismo, aunque ahora soy menos así. Estoy seguro de que ella me hará muy feliz. Aunque tengo 19 años, estoy fantaseando con ella.

En cuanto a mi carrera, decidí estudiar administración porque luego seguiría el legado familiar de los Desmond, al igual que Demetrius, la empresa que fundaron mis padres después de que mi padre se retirara de la Gobernación de Ostania.

Cuando me dirigí a los dormitorios de Edén y luego a mi habitación, quería hablar con Émile y Ewen sobre lo que pasó con Anya, mi ahora novia. Sin embargo, estaban hablando de las mujeres y de sus atributos, lo que me hizo darme cuenta de que son unos imbéciles.

"¿Sabes qué, Isabella no tiene una bonita cara?", dijo Ewen.

"Pero tiene buen cuerpo, además, ¿qué importa si solo tenemos un romance de una noche?", respondió Émile.

"No entenderás a las mujeres si te fijas solo en su cuerpo. Como dicen, el hombre llega hasta donde la mujer lo permite. ¿Has salido con un par de chicas? ¿Y para qué te sirve fijarte en eso si no has hecho 'eso' con nadie?", repliqué, recordando una frase que siempre tenía en mente: "el entrenador no juega".

"Está bien, estoy esperando a la indicada", se defendió Émile.

"Pero así nunca la encontrarás. Lo que menos les gusta a las mujeres es que te fijes solo en su cuerpo", respondí.

"¡Oh vamos, Damián! Siempre le has sido fiel a esa relación inexistente con Anya. Además, te imaginaste cosas indecentes... Así que...", dijo Émile.

"Un momento, yo no me imaginé nada malo. Solo pensé en tener una familia y en cómo tendríamos un bebé... ¡Espera, ves lo que me hiciste decir!", exclamé, sorprendido por mis propios pensamientos.

"Mira, Damián, si tanto quieres que sea tu novia, pídeselo. Dile lo que sientes", sugirió Émile.

"Es cierto, aunque ella es tan inocente que no sabrá a qué te refieres", agregó Ewen.

"Ya le dije lo que siento. Incluso la besé y ella me aceptó. Seré muy feliz con ella", presumí, aunque sabía que para ellos no era algo tan especial como lo era para mí.

Ellos siguieron hablando de las mujeres y decidí irme a la cama. Mis pensamientos estaban con Anya, con mi familia y con mi futuro. Saber que ella me amaba pero no conocía ese sentimiento me hizo quererla más, porque yo soy su primer hombre en todo: su primer beso, su primer novio y su primer amor.

El teléfono me despertó. Era Demetrius. Dado que no fue a mi habitación, decidió llamarme. ¿La razón? Se está discutiendo con quién se casará Becky. No la amo, y sé que ella tampoco quiere casarse conmigo, ya sea porque no soy su tipo o porque Anya y yo estamos juntos.

"Te diré algo, Damián, no quiero casarme con Becky. Ella y yo somos unos desconocidos. Será mejor que le digas a mis padres que tú la vas a desposar", se quejó Demetrius.

"¿Yo? ¿En serio? Demetrius, tengo novia. Sé que es apenas un día, pero Anya es la mujer que quiero. Además, no soy el tipo de Becky y tampoco les diré a mis padres eso para tu beneficio. Mejor trata de conocer a Becky. A ella le gustan los hombres que son mayores que ella, y aunque no luzcas como los hombres de las novelas, eso se puede cambiar. Yo no me voy a sacrificar por ti", respondí molesto.

"Damián, tú o yo estamos comprometidos con Becky, por así decirlo. No me malentiendas, alguno de los dos tiene que desposarla", insistió Demetrius.

"Ese serás tú. Mientras mis padres no me digan nada, yo seguiré con mi novia. Y si llamaste solo para esto, será mejor que cuelgues. Ahora estoy un poco molesto", le dije.

"Está bien, dejaré pasar 3 meses, ya que la boda se realizará en 1 año. Si pasado los tres meses no presentas a Anya con mis padres, ten por seguro que les diré que te elijan a ti", retó Demetrius.

"Claro, por ahora voy a enfocarme en mi carrera y en mi relación", respondí, molesto.

La llamada terminó y me acosté en la cama. No pude conciliar el sueño después de esa llamada. Sabía que tendría ojeras al amanecer y que mi rendimiento académico bajaría. Aun así, mejor leer algún libro, me ayudará a estudiar y a comprender mejor el tema que sigue. Desearía que no me hubieran llamado y podría descansar mis horas de sueño.

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