La familia Desmond

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Mientras hojeaba un libro de administración, mi mente no podía dejar de dar vueltas a la situación con Anya y la presión de Demetrius sobre casarse con Becky. ¿Qué podía hacer para resolver todo esto sin lastimar a nadie?

Decidí que lo primero era hablar con Anya. Necesitaba asegurarme de que estuviera cómoda con nuestra relación y de que entendiera la situación con Becky y Demetrius. Después, tendría que encontrar una forma de enfrentar a mis padres y explicarles mi decisión de seguir con Anya en lugar de casarme con Becky.

A medida que avanzaba la noche, mi determinación crecía. No dejaría que las expectativas familiares o las presiones de Demetrius dictaran mi vida amorosa. Anya era quien realmente me importaba, y haría lo que fuera necesario para estar con ella.

Al amanecer, me preparé para el día, listo para afrontar los desafíos que se presentaran. Con Anya a mi lado y mi determinación firme, sabía que encontraría una manera de superar cualquier obstáculo que se interpusiera en nuestro camino.

Vi la sonrisa de Anya mientras me dirigía a la sección de Administración, ella se dirigía hacia la sección de Psiquiatría. Decidí hablarle y juntos decidimos ir al jardín de la escuela.

"Anya, necesito hablar contigo", dije con determinación mientras me acercaba a ella.

"Eh, ¿qué pasa, Damián?", respondió Anya con curiosidad en sus ojos.

"Es sobre algo importante. ¿Podemos sentarnos?", le pedí mientras señalaba un banco cercano.

Una vez sentados, comencé a explicarle la situación con Demetrius y Becky, asegurándome de ser honesto sobre mis sentimientos hacia ella y mis intenciones de seguir adelante juntos.

Anya escuchó atentamente mientras le explicaba todo, y cuando terminé, sus ojos se llenaron de comprensión y apoyo.

"Entiendo, Damián. Estoy aquí para ti, y juntos encontraremos una solución", dijo con determinación.

Anya colocó una mano reconfortante sobre la mía, transmitiendo su apoyo mientras reflexionábamos sobre cómo abordar la situación. El sol de la mañana daba un toque cálido al ambiente, pero en mi pecho se mezclaban nervios y determinación.

"Gracias por entender, Anya. Sabía que podía contar contigo", le dije, sintiendo un peso levantarse de mis hombros.

Ella asintió con una sonrisa tranquilizadora. "Siempre estaré aquí para ti, Damián. Ahora, ¿cómo piensas manejar las presiones de tu familia y Demetrius?"

La pregunta me hizo reflexionar profundamente. Sabía que enfrentar a mis padres y a Demetrius no sería fácil, pero tenía que hacerlo por el bien de nuestra relación. Respiré profundamente antes de responder.

"Creo que lo primero será hablar con mis padres. Les explicaré honestamente cómo me siento y que mi decisión de estar contigo es lo que realmente me hace feliz", le expliqué, buscando su aprobación.

Anya asintió, mostrando su acuerdo. "Eso suena como un buen plan. Estaré a tu lado para apoyarte en todo momento", prometió con determinación.

Con su apoyo incondicional, sentí renovada confianza en enfrentar los desafíos que se avecinaban. Juntos nos levantamos del banco y nos dirigimos hacia el edificio principal, listos para comenzar el día con determinación y unidad.

A medida que avanzábamos, una sensación de calma y certeza se apoderó de mí. Aunque le pedí que fuera mi novia desde ayer y ella aceptó, no quería perderla jamás. Sabía que Becky, la amiga de mi novia, no me quería, pero el compromiso se acerca y faltan exactamente 3 meses.

Pasaron 10 minutos mientras entrábamos a clases. La futura psiquiatra subió las escaleras hasta el segundo piso, donde se encontraba la sección de Psiquiatría, y yo subí hasta la sección de Administración, que estaba a la derecha de la sección de Psiquiatría. Nos despedimos y cada uno se fue a su salón.

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