Estaba hablando con Becky. Aparentemente, no se sentía muy bien; los platos típicos de los ricos, como la langosta Thermidor, el caviar, el sushi y todo tipo de mariscos, le producían náuseas. Era algo muy extraño, porque los panqueques y las cosas dulces, ya fueran frutas, pasteles o galletas, eran lo que más le gustaba en el mundo. Sin embargo, todo esto comenzó a notarse desde...
...la noche en la casa de los Desmond. Esa noche, todo comenzó como una fiesta tranquila entre amigos, pero Becky y Demetrius se dejaron llevar por el ambiente festivo y el exceso de alcohol, al igual que yo y Damián,al jugar ajedrez y tomar sí perdíamos.
"Mí vientre me duele mucho," decía Becky, doblándose ligeramente en su asiento. La observe con preocupación.
"Becky, esto no es normal. Has estado quejándote de náuseas y dolores por semanas. ¿Has pensado en ir al médico?" le estába sugiriendo.
"No, no lo he hecho. Pensé que era solo estrés por los exámenes finales y todo el trabajo en la academia," respondió Becky, tratando de restar importancia a su malestar.
"Esto va más allá del estrés," insistí. "¿Cuándo fue la última vez que tuviste tu periodo?"
Becky se quedó en silencio, intentando recordar. De repente, una ola de preocupación la invadió. "Hace 3 semanas," murmuró, apenas audiblemente.
La miré fijamente, el semblante serio. "Becky, creo que podrías estar embarazada."
El corazón de Becky dio un vuelco. La idea de un embarazo no había cruzado por su mente hasta ese momento. Recordó la noche con Demetrius, lo cercanos que habían estado, y cómo habían decidido no usar protección en su estado de embriaguez.
"Pero no puede ser," dijo Becky, aunque su voz carecía de convicción. "Estoy estudiando para ser detective. Tengo planes, sueños..."
"Eso no significa que no puedas tenerlos, pero necesitas saberlo con certeza," dije con suavidad. "Vamos a la farmacia y hagamos una prueba."
Becky asintió, sintiendo una mezcla de miedo y determinación. Poco después, en el baño de mí casa, Becky esperó los resultados con el corazón en la garganta. Cuando el test mostró un resultado positivo, sintió que el mundo se le venía encima.
"Estoy embarazada," dijo en voz baja, como si decirlo en voz alta lo hiciera más real.
la abracé con fuerza. "No estás sola en esto, Becky. Vamos a superar esto juntas."
Ahora, Becky tenía que enfrentarse a una nueva realidad. Tendría que hablar con Demetrius, enfrentar a su familia y decidir cómo manejar su futuro académico y profesional. Las próximas semanas serían cruciales, y Becky sabía que necesitaría toda la fuerza y apoyo posible para navegar por este nuevo capítulo de su vida.
Pensaba que ella era la única, pero yo también había estado con Damián sin protección, lo cual me hizo dudar un poco. Sin embargo, decidí apoyar a mi amiga, hasta que...
"Estoy vomitando... Yo..."
Siento que el estómago se revuelve mientras una oleada de náuseas me invade. Me apresuro hacia el baño, apenas logrando alcanzar el inodoro antes de que mi cuerpo reaccione violentamente. Entre arcadas, trato de reunir mis pensamientos.
"¿Estás bien?", pregunta Noah desde afuera, notando mi repentina ausencia.
"Sí, solo... algo no me sienta bien", respondo, tratando de ocultar mi angustia.
"No parece solo algo. ¿Quieres que te traiga algo de agua?" dijo él con angustia
"Gracias, Noah. Solo... déjame un momento", digo, luchando contra las lágrimas que amenazan con escapar mientras enfrento la cruel realidad que se revela con cada espasmo de mi cuerpo.
Después de unos minutos, las náuseas comienzan a ceder, dejándome exhausta y temblorosa. Me limpio la boca con papel higiénico y respiro profundamente, intentando calmar los latidos acelerados de mi corazón.
Salgo del baño y encuentro a Noah esperándome con una botella de agua en la mano y una expresión de preocupación en su rostro.
"Toma, bebe un poco de agua. ¿Quieres que llame a alguien? ¿Al médico?" pregunta, colocando una mano reconfortante en mi hombro.
"No, no es necesario. Solo necesito descansar un poco", murmuro, sintiendo el peso abrumador de mi secreto.
Noah asiente con comprensión, pero no parece convencido del todo. Me ayuda a levantarme del suelo y me acompaña hasta el sofá, donde me siento con la mente en un torbellino.
Mientras trato de encontrar las palabras adecuadas para explicar lo que está sucediendo, una sensación de miedo y vulnerabilidad se apodera de mí. No puedo enfrentar esto sola, pero tampoco puedo revelar mi verdad.
"Creo que alguna comida me hizo daño", le expliqué a Noah.
Mi hermano me mira con preocupación, sus ojos llenos de inocencia reflejando su deseo de ayudar. Aunque me reconforta su preocupación, sé que no puedo cargar esta carga sobre sus jóvenes hombros.
"Está bien, hermanito", le digo con una sonrisa forzada. "Seguro que me sentiré mejor después de un poco de descanso".
Él asiente con la cabeza, aún preocupado, pero aparentemente satisfecho con mi respuesta. Me envuelve en un abrazo reconfortante antes de irse a jugar, dejándome sola con mis pensamientos tumultuosos.
Mientras me sumerjo en el silencio de la habitación, me doy cuenta de que no puedo seguir escondiendo la verdad por mucho más tiempo. La idea de enfrentar las consecuencias de mis acciones me aterra, pero sé que no puedo posponerlo indefinidamente.
Decido que mañana buscaré ayuda, que enfrentaré este desafío con valentía y determinación. Con ese pensamiento reconfortante en mente, cierro los ojos y me dejo llevar por el sueño, esperando encontrar la fuerza para enfrentar lo que sea que el futuro tenga reservado para mí.
Solo espero no perder esa beca a Italia, quiero irme ya de Ostania cómo de lugar, tendré que decirle a alguien lo que sucedió, el profesor Henderson
Espero que el me ayude, nesecito tener esa beca, no es que no me gusta mí país, simplemente que no me siento muy bien después de todo lo que sucedió
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Volverás a Amarme
Fiksi PenggemarCualquier chica universitaria desea terminar la Universidad ¿Cierto?, yo también lo deseaba, pero mís planes cambiaron drásticamente cuando descubrí que algo se estába desarrollando en mís entrañas, algo que en unos meses me llamaría mamá, no puede...