La travesía no acabó ahí. Cuando pensé que Damián saldría adelante, no contaba con que podía escuchar las palabras de los demás. Cuando mis padres discutían sobre este tema, Damián solía alterarse, y sus dispositivos médicos, como el marcapasos, se desestabilizaban. Mis padres no se dan cuenta, ni siquiera ahora.
"Doctor, ¿qué sucede con mi hermano?" dije angustiado, aunque él estuviera fuera de peligro, algo me decía que no era así.
El doctor suspiró antes de responder, con una expresión de preocupación en su rostro. "Lo siento, pero parece que Damián está experimentando una reacción inusual a ciertos estímulos externos. Su capacidad para percibir las emociones de los demás está interfiriendo con sus dispositivos médicos. Necesitaremos realizar más pruebas para entender completamente lo que está sucediendo".
Mis temores se intensificaron al escuchar sus palabras. ¿Cómo podíamos ayudar a Damián si ni siquiera entendíamos completamente lo que estaba pasando? Mientras tanto, él yacía en la cama del hospital, aparentemente tranquilo pero con esa sensación persistente de que algo estaba mal.
"Pero, ¿han realizado estudios? No puede dejarme así, no sé ni qué pensar. No me ha dicho si los órganos de mi hermano fueron afectados por la sobredosis", le respondí alterado.
El doctor miró compasivamente y asintió, comprendiendo mi angustia. "Entiendo tu preocupación, pero necesitamos realizar más pruebas para evaluar completamente el alcance de los daños. Los órganos de Damián han sido afectados por la sobredosis, pero todavía estamos evaluando la extensión de los daños".
Sus palabras solo aumentaron mi ansiedad. ¿Cómo podía enfrentar la posibilidad de perder a mi hermano? Sentí un nudo en mi garganta mientras luchaba por contener las lágrimas. En medio de la incertidumbre, solo podía aferrarme a la esperanza de que Damián saliera adelante.
En ese momento, extrañaba tanto la posibilidad de poder pensar en blanco y no tener emociones.
"Necesito saber qué órganos fueron afectados, dígame, por favor hágalo", supliqué de rodillas. Estaba desesperado.
El doctor miró con compasión mientras colocaba una mano reconfortante sobre mi hombro. "Entiendo tu preocupación, pero necesitamos esperar los resultados de las pruebas adicionales para proporcionarte una respuesta precisa. Estamos haciendo todo lo posible por tu hermano, pero necesitamos tiempo para evaluar completamente la situación".
Me sentí abrumado por la impotencia. ¿Cómo podía esperar pacientemente mientras mi hermano luchaba por su vida? Las horas en el hospital se convirtieron en un torbellino de emociones, esperanza y miedo entrelazados en un nudo apretado en mi pecho.
Mientras esperaba noticias, me aferré a la idea de que Damián era fuerte, de que podía superar esto. Pero cada vez que lo miraba en la cama del hospital, tan frágil y vulnerable, el miedo se apoderaba de mí una vez más.
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, el doctor regresó con los resultados de las pruebas. Me miró solemnemente antes de hablar.
El doctor se tomó un momento antes de hablar, su mirada reflejaba la gravedad de la situación. "Los resultados de las pruebas han revelado que Damián ha sufrido daños en el cerebro como resultado de la sobredosis. Es una situación delicada, pero creemos que con el tratamiento adecuado y evitando situaciones de estrés o emociones negativas, puede llevar una vida relativamente normal".
Mis manos temblaban mientras absorbía la noticia. Saber que mi hermano estaba en peligro de sufrir consecuencias graves si experimentaba estrés o emociones negativas añadía una nueva capa de preocupación a mi carga emocional ya abrumadora.
El doctor continuó, tratando de ofrecer un rayo de esperanza en medio de la oscuridad. "Es importante que tanto tú como tu familia sean conscientes de la situación de Damián y le brinden todo el apoyo y comprensión que necesite. Con el tiempo y un cuidado adecuado, hay esperanza de que pueda llevar una vida plena".
Asentí, tratando de procesar toda la información, sin embargo, aún tenía muchas dudas. "¿Eso significa que si llega un momento en el que se estresa, puede pasar algo malo?"
El doctor me miró seriamente y respondió: "Es probable. Esa lesión puede provocar que entre en inconsciencia, pero no sabemos por cuánto tiempo, y solo será en esas situaciones. El tratamiento es solo temporal".
A pesar de la gravedad de la situación, mis padres parecían incapaces de comprender la magnitud del problema de Damián. Seguían sumidos en sus propias disputas y preocupaciones, aparentemente indiferentes al peligro que acechaba a mi hermano.
Intenté explicarles la situación una y otra vez, pero sus respuestas eran siempre las mismas: "Damián es fuerte, saldrá adelante", o "No te preocupes tanto, todo estará bien". Su falta de comprensión y apoyo solo aumentaba mi frustración y desesperación.
Mientras tanto, Damián continuaba luchando en su cama de hospital, ajeno a la falta de atención de nuestros padres. Me sentí solo en mi preocupación por él, sin el respaldo de quienes deberían estar a su lado en estos momentos difíciles.
Decidí asumir la responsabilidad de cuidar a Damián por mí mismo, asegurándome de que estuviera siempre tranquilo y alejado de cualquier situación estresante o emocionalmente cargada. Era un peso pesado sobre mis hombros, pero no podía permitirme fallarle a mi hermano en su momento de necesidad.
Mientras tanto, seguía buscando formas de hacer entender a mis padres la gravedad de la situación, aunque pareciera una batalla perdida. Mi única esperanza era que, con el tiempo, pudieran abrir los ojos y darse cuenta de la importancia de apoyar a Damián en su recuperación, aunque nunca sucedió y mucho menos cuando después de 2 meses, Damián pudo despertar.
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Volverás a Amarme
FanficCualquier chica universitaria desea terminar la Universidad ¿Cierto?, yo también lo deseaba, pero mís planes cambiaron drásticamente cuando descubrí que algo se estába desarrollando en mís entrañas, algo que en unos meses me llamaría mamá, no puede...