La decepción cómo padres

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Me siento como si hubiera fallado como madre. Sé que Anya no es mi hija biológica, pero la quiero como si lo fuera. No se sí podré seguir hablando del tema con Loid, o él se enfurecerá más. Hablaré con Anya al respecto... No entiendo por qué lo hizo. Espero que no pase nada más; aún tiene un futuro por delante.

Al final, ella se fue a la escuela y cuando Loid regresó, estábamos los dos solos hablando sobre todo lo que sucedió, y él después de todo entendió que Anya se entregó apresuradamente y que se dejó llevar por sus deseos.

"No fallaste cómo madre Yor" dijo Loid con un poco de seriedad

"Yo creo que sí lo hice, ella se apresuró a hacer eso, apenas tiene 18 años y empieza la Universidad" dije decepcionada

"A veces pasan cosas que nosotros no podemos controlar con los hijos, Anya ya piensa por sí misma y sabe las consecuencias que ésto le traerá, es claro que no fue muy inocente, ésto se le habló cuando ella empezó a tener sus cambios, cambios que tú misma le explicaste" agregó Loid, era muy cierto lo que él decía

"Le dije lo que pasaría si ella lo hiciera y... Lo hizo" dije apenada y con un poco de culpabilidad

"El que ella lo haya hecho ya no es tú culpa, porque no eres así, entiendo que son cosas que pasan pero aún así, hay que hablar con ella" suspiro Loid y después decidió hacer la cena

Yo aún me sentía decepcionada, no sabía que más pensar, pero aún así entendí que no puedes tener a tus hijos atados a tí, ellos tomarán sus propias decisiones y al final... Ellos harían su vida, pero sí ellos llegaban a equivocarse siempre volverían a su hogar con sus padres

"Tranquila Yor, Anya no es la niña de 5 años que tú conociste" dijo Loid tratando de tranquilizarme

"No me preocupare por eso, es algo que tiene que pasar, aunque aún no lo asimiló" contesté tratando de hacerme a la idea

"Así es, Yor," continuó Loid mientras preparaba la cena. "Debemos recordar que hemos hecho todo lo posible para guiarla, pero no podemos tomar decisiones por ella. Anya es fuerte y tiene buen corazón. Aprenderá de sus errores y crecerá a partir de ellos."

Loid me miró con una expresión de comprensión y ternura. "Yor, no podemos ser perfectos. Los padres también cometemos errores, pero lo importante es que estemos ahí para nuestros hijos cuando nos necesiten, sin importar lo que pase."

Asentí, sintiéndome un poco más aliviada por sus palabras. Loid siempre había sido un pilar de fortaleza y sabiduría para nuestra familia, y sus palabras me ayudaban a ver las cosas con más claridad.

"Gracias, Loid. Sé que Anya es una buena chica y que saldrá adelante. Solo espero que ella entienda que siempre estaremos aquí para apoyarla, pase lo que pase."

"Ella lo sabe, Yor. Y esa es la parte más importante. Vamos a cenar y luego hablaremos con ella cuando vuelva de la escuela. Estoy seguro de que podremos manejar esto juntos."

Nos sentamos a la mesa para cenar en silencio, ambos sumidos en nuestros pensamientos. Sabía que la conversación con Anya sería difícil, pero también sabía que era necesaria. Como padres, nuestro trabajo no terminaba con los errores de nuestros hijos; de hecho, era en esos momentos cuando más nos necesitaban.

Cuando Anya regresó de la escuela, la recibimos con una sonrisa. Le dimos tiempo para acomodarse y luego nos sentamos juntos en la sala.

"Anya," comencé, tomando su mano. "Sabemos lo que ha pasado y queremos hablar contigo sobre ello. No estamos aquí para juzgarte, sino para ayudarte a entender y aprender de esta experiencia."

Anya asintió, sus ojos reflejando una mezcla de temor y arrepentimiento. "Lo siento, mamá, papá. No quería decepcionarlos."

"Anya, no estamos decepcionados de ti," dijo Loid suavemente. "Sabemos que todos cometemos errores. Lo importante es que aprendas de ellos y sigas adelante."

"Queremos que sepas que siempre estamos aquí para ti, pase lo que pase," añadí, apretando su mano con cariño. "Eres nuestra hija y te amamos."

Anya nos miró con lágrimas en los ojos y asintió. "Gracias, mamá. Gracias, papá. Prometo que aprenderé de esto y seré más cuidadosa en el futuro."

Nos abrazamos como familia, sintiendo que habíamos dado un paso importante en esta difícil situación. Sabía que aún habría desafíos por delante, pero también sabía que juntos, como familia, podríamos superarlos.

Nos quedamos abrazados unos momentos, sintiendo la calidez de la familia. Después de un rato, soltamos el abrazo y nos acomodamos en el sofá.

"Anya, ¿quieres contarnos qué pasó exactamente?" preguntó Loid con suavidad, dándole espacio para expresarse.

Anya tomó aire profundamente y comenzó a hablar. "Fue algo que sucedió rápidamente. No pensé en las consecuencias, solo en el momento. Sé que fue un error, y lamento haber actuado impulsivamente."

"Entendemos que a veces las emociones y las decisiones se sienten abrumadoras," dije, tratando de mostrar empatía. "Pero es importante que aprendas a manejar esos impulsos y a pensar en las repercusiones antes de actuar."

Loid asintió. "La vida está llena de decisiones difíciles y tentaciones. Lo crucial es aprender de cada experiencia y ser responsable de tus actos. Nadie es perfecto, y crecer implica cometer errores y aprender de ellos."

Anya asintió nuevamente, sus ojos llenos de determinación. "Lo sé, papá. Lo entiendo mejor ahora. Prometo que pensaré más cuidadosamente en el futuro."

"Eso es todo lo que podemos pedir," dije, sonriendo. "Lo importante es que sabes que siempre puedes hablar con nosotros, sin importar lo que pase."

"Y recuerda," añadió Loid, "estamos aquí para apoyarte y guiarte. No estás sola en esto."

Esa noche, nos quedamos un rato más hablando, reforzando los lazos de confianza y amor que nos unían como familia. Sentí que habíamos dado un paso importante no solo en la relación con Anya, sino también en nuestra comprensión mutua como padres.

Cuando finalmente nos preparamos para ir a la cama, me sentí más tranquila y esperanzada. Anya se había ido a su habitación con una sonrisa agradecida, y Loid y yo nos quedamos un momento más en la sala, disfrutando de la calma después de la tormenta.

"Yor," dijo Loid, tomando mi mano, "hiciste un trabajo maravilloso hoy. Anya necesitaba escuchar todo lo que dijiste."

"Gracias, Loid. No podría haberlo hecho sin ti. Somos un equipo."

Nos sonreímos y, con esa sensación de unidad y fortaleza, subimos juntos las escaleras, listos para enfrentar cualquier desafío futuro, sabiendo que siempre tendríamos el uno al otro y que nuestra familia sería más fuerte cada día.

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