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Omnisciente pov's

Maggie despertó con un dolor de cabeza impresionante recordaba cabos sueltos pero nada puntual excepto las palabras de Enzo antes de que ella caiga en un profundo sueño.

Porque Enzo le había dicho todo eso? Que había dicho ella para que él llegue a esa conclusión?.

Por su cabeza paso irse pero decidió que no, decidió que hoy iba a enfrentar sus miedos.

La puerta sonó y luego de unos segundos para lograr calmarse ella dio el pase para que entre. Por la puerta entro Enzo haciendo equilibrio con una bandeja en sus manos.

Él había optado por levantarse un poco más temprano para evitar que Maggie se vaya y para poder prepararle el desayuno.

-buen día- entró el morocho con una sonrisa al verla adormilada- como te trata la resaca?.

-digamos que e estado mejor otras veces- ambos rieron y el apoyo el desayuno al lado de ella.

-te hice el desayuno y te traje un ibuprofeno para el dolor de cabeza, cualquier cosa pégame el grito o anda abajo, voy a estar ahí- el amago a salir aunque no es lo que quería pero la voz de ella lo detuvo.

-te podes quedar? Me aburro comiendo sola- Enzo se volteo sonriente y asintiendo se sentó a su lado- necesito que me cuentes lo que paso anoche, me acuerdo que la fiesta era para viejos babosos con minas que iban casi en bolas y también me acuerdo que tome como albañil recién pagado- el se río.

-este... me llamaste pidiendo perdón por todo y cuando me di cuenta que estabas en pedo te fui a buscar, cuando llegue te estabas por ir con un viejo que probablemente a tu casa no te iba a llevar, me parece que estabas tan en pedo que creíste que era yo y casi te vas con el... cosa que me ofende bastante, ese viejo era demasiado feo- se río.

-posta? Ay dios mío, aléjenme del alcohol la próxima- Enzo río.

-y bueno cuando te subiste al auto me pediste perdón por un montón de cosas y me diste un montón de explicaciones de porque eras así conmigo y nada... después te dormiste- ahí fue cuándo Maggie entendió el porque de las palabras de Enzo antes de que ella se duerma, le había contado el porque era tan distante- y la verdad eso te lo agradezco... Maggie, necesito que confíes en mi, quiero ganarme tu confianza, pero si te cerras así nunca te voy a poder conocer, te entiendo perfectamente que tengas miedo, pero si no confías en mi yo ya no puedo hacer nada.

-Enzo... no es fácil.

-lo se, te juro que lo se, pero debes confiar en mi, si te queres tomar un tiempo no pasa nada, me vas contando a medida de que te vayas sintiendo más cómoda conmigo, pero de enserio quiero que confíes en mi, si algún momento crees que necesitas contarme yo voy a escuchar y nunca por nada del mundo me voy a alejar o juzgar. Si me necesitas acá voy a estar porque de enserio me interesas mucho pero solo necesito que confíes en mi- el impulso de Maggie fue abrazarlo y el claramente se lo correspondió.

Se sentía bien tenerla entre sus brazos, escuchar sus disparatados latidos y sentir su respiración en la oreja. Al rato la pelinegra se largo a llorar, no por algo en especifico, sino por todo, la confianza que le brindaba Enzo no se asimilaba con ninguna y era muy parecida a la que Madison le ofrecía.

-ey... no llores, que pasa?- se separaron y seco aquellas pares de lagrimas.

- pasa que no se porque sos así conmigo Enzo... tenes miles de pibas atrás, miles, son perfectas modelos y te seguirán a cualquier lado, eso es lo que me da miedo que veas la cantidad de problemas que tengo y que te vayas como todos hacen cada vez que me conocen.

Enzo sabía que ella probablemente la haya pasado muy mal, pero quería que entienda que el no era como los demás, que de enserio le interesaba.

-porque no me interesa conocer a chicas a las cuales solo les interese mi bolsillo y mi carrera, vos me interesas y punto Maggie, quiero conocerte de verdad- se atrevió a tomar sus frías manos.

-me prometes que no te vas a ir como todos?- preguntó con un puchero.

-lo prometo por mi vida Maggie Lindemman-Enzo tomo el rostro de ella y volvieron a unir sus labios justo como la noche anterior.

Sus labios se unían lentamente, se estaban expresando lo mucho que se interesaban y querían.

Cuando ambos se separaron se acomodaron en el respaldar de la cama y desayunaron viendo la película favorita de ambos, pero la versión 2.

-tenes que hacer algo hoy?- le pregunto el a ella.

-si, tengo que ir a trabajar-hizo una mueca- y si no me levanto ya voy a llegar tarde, me pides un Uber porfa?.

-te llevo yo, vos cámbiate tranqui y te llevo- Enzo salió de la habitación con la bandeja en manos y una sonrisa en su rostro.

Lo había logrado..

Había logrado ganar de a poco su confianza y de a poco su corazón.

-ya estoy, me llevas porfas?- el asintió y ambos salieron de la casa.

Se subieron al auto y el morocho manejó hasta el trabajo de ella. Cuando se estaban por despedir no sabían como hacerlo. Enzo quería besarla denuevo ya que había descubierto que los labios de Maggie eran su nueva adicción pero para dejarle claro que iba a ir a su tiempo beso su mejilla y le dedicó una cálida sonrisa.

-a tu tiempo... nos vemos Maggie, nos hablamos- ella asintiendo se bajo del auto y entro al café.

Saludo a todos sus compañeros más contenta de lo normal y se dispuso a trabajar anormalmente contenta. Este mes le habían pagado muchísimo más por su buen trabajo y por su antigüedad en el café, ella desde los 16 trabajaba en ese lugar.

Así que eso también la ponía muy feliz, había vuelto a recaudar muchísima plata y eso le daba el pase libre a poder salir de su horrenda casa. Ya había estado averiguando por departamentos cercas del centro de Buenos Aires, ya que le quedaría cerca de todo; del trabajo, de la casa de madi, de algunos boliches y ahora de la casa de Enzo. Había encontrado uno y había pactado una cita luego del trabajo. Era un departamento a 5 cuadras del café, amueblado y con unas hermosas vistas de la ciudad.

Miedo al rechazo ; Enzo Fernández (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora