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Los días después a esa propuesta habían pasado de la mejor manera.

Se hablaban todos los días y al final de los partidos se reencontraban a la salida de los vestuarios.

La selección le había ganado a Polonia con un 2-0, a Australia con un 2-1 y hoy se jugaría los cuartos de final contra Holanda.

Por lo que le había contado Enzo, Maggie sabía que se acercaba un partido difícil. La selección de Países Bajos se había encargado de subestimar a la Argentina, diciendo que ellos tenían ventaja a la hora de los penales, subestimando a Emiliano y a Lionel, pero nuestra selección no era como ellos y no hablaban antes de los partidos para armar bardos, ellos demostraban su enojo e ira en la cancha.

Maggie era consciente de todo el quilombo debido a que Enzo le había contado lo enojado que estaba, se había descargado con ella porque creía que era la única persona que lo podía escuchar, entender y aconsejar.

Enzo estaba jugando su primer mundial y más allá de estar haciéndolo excelente tenía miedo, hay experiencias que los más grandes ya conocían pero el no sabía cómo reaccionar a estos ataques, por eso decidía llamar a la única persona que lograba calmarlo con tan solo escuchar su voz.

Maggie trataba de ayudarlo lo más que podía pero ella tampoco sabía muy bien lo que estaba pasando por la cabeza del jugador por lo tanto lo aconsejaba según lo que el le contaba.

Maggie se encontraba llegando al estadio sola, Madison lamentablemente no iba a poder venir porque se encontraba en muy mal estado. Ella había querido quedarse junto a su amiga por cualquier cosa pero ella la había obligado a ir diciendo que iba a estar bien.

Maggie busco la butaca que indicaba su entrada y se encontró a que por suerte iba a estar rodeada de argentinos. Dejó sus cosas y miró todo con una sonrisa, sea cual sea el resultado definitivamente la selección Argentina había ganado con la tremenda hinchada que tenía.

—Maggie?— escucho una voz de una mujer que le resultaba conocida y se volteó encontrándose con la familia de Enzo al lado suyo.

—hola Marta— ambas se dieron un abrazo y ella saludó a todos.

—cómo estás? Nos contó Enzo que volvieron, me alegro mucho querida, mi hijo desde que te conoce es otra persona—Maggie sonrió y asintió cuando sintió su celular sonar por una videollamada de Enzo.

—es el— le aviso a su mamá antes de atender— hola enzito—hablo fuerte para que la escuche.

—hola hermosa, dónde estás? Me aviso juli que madi no venía, viniste sola?.

—si, vine sola, estoy atrás del arco izquierdo.

—porque no me dijiste que venias sola? Es peligroso.

—porque no me ibas a dejar...pero mira con quién me encontré— Enzo frunció el ceño y miro.

El ceño fruncido de el se transformó en una sonrisa al ver a toda su familia al lado de Maggie.

—que hacen ahí?—preguntó emocionado.

—hola hijo— saludo su mamá—muchísima suerte.

Todos hablaron hasta que Enzo se tuvo que ir y cortaron. Maggie casi se larga a llorar al ver la emoción de Marta ver entrar a su hijo de la mano de un nene.

—su hijo es un increíble jugador— Marta la abrazo y la señora terminó por largarse a llorar  en los brazos de su nuera.

El partido comenzó y la selección Argentina estaba jugando increíble se entendían a la perfección. Por esa misma razón el primer tiempo termino con un 2-0.

La selección de Países Bajos se despertó en el segundo tiempo y cada vez llegaban más al arco. Los jugadores empezaron a enojarse y no tardo en armarse una pelea cuando Leandro Paredes pateo bruscamente la pelota al banco de suplentes contrario.

La selección holandesa metió un gol y cuando solo faltaba los minutos adicionales el arbitro decidió dar 10 minutos extras.

Nos lograron empatar el partido y este terminó con un 2-2. En el tiempo suplementario nadie anotó goles por lo cual se tuvo que ir a penales, lo que buscaba Holanda.

Pero nosotros contábamos con dos monstruos que estaban enojados y no iban a permitir que Holanda se salga con la suya.

Por lo que terminamos ganando por penales cuando Lautaro Martinez metió un golazo.

Enzo no había logrado anotar, tirando la pelota afuera, se lo notaba defraudado pero la emoción de haber ganado esfumaba su tristeza.

—míralo al pelotudo enamorado— le señalo Gonza a Maggie.

Enzo estaba sentado en el piso mirando a Maggie festejar junto a su familia con una sonrisa. La pelinegra lo saludo feliz mandándole besos al aire haciéndolo sonreír aún más correspondiendo sus saludos.

Los festejos terminaron y el equipo salió de la cancha para cambiarse rápido y poder saludar a sus familias.

Maggie guió a los Fernández hacia la zona de los vestuarios ya que era la primera vez que ellos asistían a la cancha.

Ella sonrió al ver a Enzo llorar mientras saludaba a sus papás y hermanos. Él llegó hasta su ahora novia y no dudo en abrazarla y levantarla por los aires.

—estoy orgullosa de vos, te amo— le susurro ella.

—te amo muchísimo más hermosa, te extrañe tanto— el le dio un beso cortito ya que su familia estaba al lado de ellos.

Miedo al rechazo ; Enzo Fernández (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora