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Maggie en Londres, el en Lisboa. Sus caminos habían tomado rutas diferentes y era muy difícil encontrar el camino de nuevo.

Maggie conoció a un chico londinense en su trabajo con el cual pegó muchísima onda, el se llamaba Thiago y era muy copado. Aun no superaba a Enzo y estaba lejos de hacerlo, Thiago en cada oportunidad que se le presentaba le tiraba alguna indirecta muy directa pero ella prefería hacerse las que no la captaba ya que no estaba lista para una nueva relación.... O si?.

Enzo en Portugal solo se enfocaba en su carrera, en su familia y en sus nuevos compañeros de club. Las chicas ya ni llamaban su atención, no después de Maggie, ella había hecho un hechizo en el ya que además de no lograr sacársela de la cabeza el no toco a una chica desde que corto con ella, a quién seguía considerando el amor de su vida.

Ahora mismo el se encontraba en Londres ya que había jugado un partido contra el Chelsea y en dos días volvería a irse a Portugal, las ganas de llamarla y reencontrarse no faltaban pero su ego le ganaba.

Maggie no lo sabía, ya que por su bien había decidido eliminar a Enzo de sus redes sociales aunque el todavía la seguía en cada una de ellas.

En una de esas noches de trabajo, Maggie quien aun no se acostumbraba al estilo londinense estaba trabajando junto a Thiago. Las copas venían llenas y se iban vacías, a veces ella creía que sanar el alma en pena era beber alcohol hasta olvidarse de donde estaba parada y eso paso esa misma noche.

—luli— escucho la voz de Thiago y de reojo pudo ver como se le acercaba.

—que paso?— preguntó ella.

—estas muy hermosa, me das un beso? Porque ya no aguanto más—dijo el tomándola de la cintura.

Maggie consciente se hubiera corrido y negado ese beso pero como lo ultimo que estaba era consciente obviamente se lo siguió.

Él empezó a llevar sus manos al culo de ella y fue ahí cuando ella se intento correr.

—Thiago, basta— dijo ella pero el la apretaba más contra ella.

—vos vas a ser mia— le dijo antes de soltarla y extenderle un vaso con una bebida de dudosa procedencia.

Pero Maggie quien no estaba en sus cinco sentidos lo acepto y siguió con su trabajo, ya faltaban menos de 20 minutos y la gente empezaba a irse cuando empezó a sentirse mareada.

—Thiago, cerras vos? No me siento bien, me voy a casa.

—aguántame un toque y te llevo yo.

A los minutos el boliche se vacío y ellos luego de cargar su equipo se fueron.

Lo ultimo que recordó Maggie fue haberse subido al auto de el y quedar inconsciente....

...

Maggie abrió sus ojos sintiéndose mareada, no sabía donde estaba, se encontraba sentada en una silla desnuda en medio de una habitación vacía y abandonada. Sus manos estaban atadas y ya estaba empezando a recordar lagunas de lo que había sucedido anoche.

Thiago la había drogado, cuando llegaron a un lugar abandonado el la desvistió y violo. Ella empezó a llorar al sentirse sucia, mareada, todo el cuerpo le dolía y quiso gritar pero ni eso sabía.

Como pudo se acercó a la ventana que había en la habitación y reconoció donde estaba pero la puerta abriéndose llamo su atención.

—Despertaste—dijo Thiago acercándose a ella quién intentó alejarse— epa, me parece que no quedo claro— el se volvió a acercar y la beso.

—pelotudo— le dijo ella y el le pego un cachetazo.

—te iba a dar de comer pero ni eso mereces— el la beso de nuevo y se volvió a ir.

Maggie buscó alguna salida pero no había nada. Vio una mochila y se acercó a ella arrastrando la silla procurando hacer el menor ruido posible. Logro desatar sus manos lastimándose, reviso la mochila y encontró un celular. Tenía muy poca batería, a punto de apagarse. Intento acordarse algún número de amigos/ conocidos pero el único que recordaba era el de Enzo.

Dejando todos los problemas de lado marco su número, de esto dependía su vida, rogó que conteste porque al ser un número desconocido las chances de que conteste eran pocas.

—hola?— atendió confundido Enzo quien estaba acostado en el hotel donde se hospedaban.

—enzo— susurró ella con miedo a que la escuche— no tengo tiempo a explicarte nada, necesito que llames a alguien, me secuestraron y estoy en la calle *** sos el único número que recuerdo.

—Maggie?— preguntó el asustado parándose de la cama y poniéndose sus zapatillas.

—si Enzo, soy yo, porfavor avísale a alguien— dijo y escucho unos pasos.

—voy yo —dijo saliendo del hotel en su auto.

—rápido—dijo ella antes de pegar un grito ya que Thiago había entrado.

Claramente no se había dado cuenta de lo que había dicho Enzo, era ilógico que venga el si estaba en Portugal pero en ese momento no lo pudo pensar.

—que haces?!— se escucho del otro lado del teléfono y al instante sé corto la llamada ya que se había apagado el celular.

Enzo se asustó muchísimo mas y mientras manejaba lo más rápido que podía iba llamando a la policía informándoles todo lo sucedido.

—no me toques!— grito Maggie aterrada cuando el se acercaba peligrosamente a el.

—a quien ibas a llamar eh? Si estas sola, enserio crees que vales tanto como para que tu amiga se tome un tren de 2 horas para venir a buscarte—el se le río en la cara y Maggie se repetía no escucharlo—-quédate quieta— grito mientras volvía a atarla de pies y manos más fuerte lastimándola.

—cuándo salga juro que no la contas Thiago— amenazo ella y el se le volvió a reír.

—y que vas a hacer? Denunciarme? Sos una mujer Argentina en tierras inglesas trabajando en discotecas, no creo que te crean ni un poco— le dijo el simulando pena.

—te odio...— ella le demostró todo su odio con su mirada mientras el reía y se iba.

Miedo al rechazo ; Enzo Fernández (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora