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Después de esa confesión esa noche antes de que termine el año las cosas habían rondado para mejor en la relación de Maggie y Enzo.

Año nuevo había sido de las fiestas más lindas que había presenciado la pelinegra ya que su bien todas sus fiestas las paso con Madison y su familia nunca se había sentido tan bien, tan contenta y tan feliz en una misma noche.

Enero arrancó y con eso llegaba el cumpleaños de Enzo, quién muy pretencioso había alquilado una quinta donde haría una joda muy grande al parecer de Maggie y donde se puedan quedar a dormir por unos días a pedido de el.

Por eso la pelinegra se encontraba armando el bolso ya que el morocho la pasaría a buscar en unas horas para ir a la quinta. Era de mediodía y la joda era a la noche ya que mañana sería el cumpleaños de Enzo.

Enzo llegó y le mando un mensaje avisándole así que ella agarro sus pertenencias y bajo al encuentro con su novio cual hace unos días que no veía.

—amor— dijo ella muy feliz abrazándolo.

—te extrañe muchísimo hermosa—le sonrió el antes de besarla.

—yo más—ambos se sonrieron y él arrancó hacia el lugar.

Llegaron y ambos quedaron bastante sorprendidos ante lo inmensa que era la casa y lo linda que era. Se rieron cuándo en el cuarto principal encontraron en la cama un corazón de pétalos de rosa preparado por el dueño de la quinta.

—y si me das un regalo de cumpleaños adelantado?— le pregunto el con voz pícara agarrándola de la cintura.

—que tipo de regalo?— preguntó ella siguiéndole el juego.

—deja que te muestro— le dijo el antes de alzarla a upa y besarla.

Creo que no es necesario explicar lo que paso esa tarde en esa habitación.

Ambos se despertaron y se quedaron haciendo fiaca un rato.

—que hermoso regalo— le dijo el y ella rio antes de darle un pico— te lo haría denuevo pero no te quiero cansar para el de la noche— le dijo besándola.

—y quien dijo que vos me ibas a hacer algo después?— preguntó divertida ella.

—va a ser mi cumpleaños así que vos me vas a cumplir todos mis caprichos— le dio un beso— empezando desde ahora porque nos vamos a ir a bañar juntos— el la alzo a upa como si fuera que pesara dos gramos y ambos se metieron a la ducha.

...

Ya la gente estaba por empezar a llegar y Maggie se terminaba de arreglar bajo la atenta mirada de Enzo.

—y si lo cancelamos mejor?— preguntó él abrazándola por atrás mirándose ambos en el reflejo del espejo.

—no, porque es tu cumpleaños— ella se dio vuelta y el dejo sus manos en su culo apretándolo un poco.

—hermosa, te amo— ambos se besaron y fueron abajo para terminar todos los detalles que faltaban.

Maggie tenía un vestido rojo corto y al cuerpo que relucía sus atributos, se lo había regalado Enzo para navidad y no había encontrado mejor ocasión para usarlo que esta.

Los compañeros de Enzo y sus parejas empezaron a llegar siendo recibidos por ambos. Al principio sería una reunión con los más cercanos y a la 1 luego de soplarle el feliz cumpleaños a las 12, empezaría a llegar la gente.

Maggie se encontraba junto a Madison y las botineras, todas se estaban conociendo excepto Maggie y Madi. A la vista de la pelinegra todas y cada una de ellas era hermosa, todas tenían algo que ella consideraba no tener, belleza. Aunque Enzo le haya dicho mil veces que para el era la más hermosa de todas y que era perfecta ella siempre iba a tener una parte de ella que se crea insuficiente cuándo este al lado de el.

Cenaron pizzas y las 12 llegaron, todos lo felicitaron y algunos le dieron regalos.

—feliz cumpleaños al mejor novio que me pudo haber tocado, te amo muchísimo—le dijo ella mirándolo a la cara mientras el la atraía más a su cuerpo por su cintura.

—te amo más hermosa, gracias por todo— ambos se besaron y los chicos los jodieron.

La gente empezó a llegar y con eso la casa se encontraba repleta de gente, por donde la mires. Maggie y Madison habían hecho un pacto que no se separarían nunca a no ser que fuera por sus novios, no eran polleras, sino que querían pasarla bien pero si sus novios estaban con sus amigos ellas iban a estar juntas.

—amiga, es Matteo ese?— preguntó confundida Madison al ver al ex que tanto daño le causo a su mejor amiga bailando en la pista.

—que hace acá?— preguntó Maggie asustada, luego de que ella decidiera cortar la relación recibió varias amenazas de el, que se habían detenido pero que se reanudaron cuando la relación que mantenía con Enzo se oficializara.

—pregúntale a Enzo y si no lo conoce le decimos que lo saque— lo creyó la mejor opción y la pelinegra asintió buscando a su novio con la mirada.

—ya vengo— le dijo cuando lo busco—amor venis un segundo?— le pidió y el le sonrió dándole un beso.

—que paso amor? Esta todo bien?— se agachó un poco para hablarle ya que no se escuchaban.

—vos lo conoces al de allá?— señaló disimuladamente a su ex nerviosa de la respuesta.

—creo que se llama Matteo o algo así, es el amigo de un amigo de Santi Simon, por?.

—porque es mi ex— le dijo nerviosa de su reacción.

—tu ex el que...?— insinuó y ella asintió entonces al instante su mandíbula sé tenso—ya lo saco mi amor, vos anda con Madi que yo me encargo, te amo si? No te va a volver a tocar un pelo ese.

Maggie muy dudosamente se volvió con su amiga pero siguió cada acción que hacía Enzo. Se confundió cuándo ambos salieron por la puerta de entrada así qué decidió seguirlos por las dudas.

—escúchame es mi joda y yo decido quién esta y quien no y quiero que te tomes el palo ya— escucho la voz de su novio del otro lado del portón.

—que la otra trola te fue con el cuentito? Que no puede venir ella a enfrentarme que te manda a vos?— escucho la risa amarga de su ex.

—mi novia no es ninguna trola en todo caso el trolo acá sos vos, tan pajero tenes que ser para pegarle a una mina? Que, no te dio con los hombres y te la agarraste con ella cagon? Agradece que estoy pasándola muy bien como para cagarte a trompadas así que tómatela, mi cumpleaños, mi joda, mi casa, mi novia— dijo Enzo antes de dejarlo en la calle y cerrar la puerta encontrándose a ella con los ojos llorosos.

—te amo—le dijo ella antes de abrazarlo y largar un par de lágrimas.

—yo más hermosa, ese gil no te va a volver a tocar un pelo, lo prometo— se besaron y volvieron a la joda.

Miedo al rechazo ; Enzo Fernández (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora