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Maggie nuevamente tenía que cubrir un evento del club River Plate. Ellos habían quedado muy satisfechos con su trabajo y no dudaban en llamarla cada vez que un evento se realizaba por parte del club.

Últimamente todo en su vida rondaba bien, era algo que no podía asimilar, nunca le había ido tan bien cómo estos últimos días y eso la tenía contenta al igual que a Madison que notaba la felicidad de su amiga y se ponía muy feliz por ella. Aunque claramente sabía que el motivo de su felicidad era Enzo.

Ella junto a Julian y Enzo asistirían a la fiesta, pero claramente el ultimo se vaya con la pelinegra que tan bobo lo tiene.

Ambos disfrutaban de su compañía y si bien a Maggie le costaba un poco más experimentar sus sentimientos a Enzo todo lo contrario, cada vez que podía le decía algún alago, piropo, le robaba algún que otro beso y demás.

Maggie dudosamente lo iba a admitir pero cada vez que el le decía o hacía algo su cuerpo y corazón daban un vuelco, Enzo era demasiado bueno y tierno con ella, no quería perderlo.

El morocho notaba estas cosas, sabía que cada cosa que él decía o hacía le sacaban una sonrisa o la ponían nerviosa, por eso mismo lo seguía haciendo cada vez que tenía la oportunidad.

La ultima vez que durmieron juntos ambos sintieron cosas inexplicables, despertarse juntos y abrazados fueron las mejores experiencias de sus vidas.

Por un lado estaba el, que cuando Maggie le ofreció quedarse no lo podía creer, pero terminó aceptando antes de que se arrepienta. Al principio estaba medio nervioso de hacer algo que la incomode y terminar durmiendo o en el sillón o en su casa, pero cuando Maggie tuvo la iniciativa de recostarse en su pecho el no dudo en abrazarla por su cintura y acurrucarla en su pecho.

Por otro lado estaba la versión de ella que notaba el nerviosismo de Enzo y como el hacía movimientos torpes, entonces si la idea de ella era dormir abrazados tuvo que tomar la iniciativa y abrazarlo primero para lograr descontracturarlo.

Maggie se estaba preparando para el evento, se puso un pantalón de cuero, unas botas y un top blanco, cuando estaba por comenzar a arreglarse el rostro y cabello la puerta sonó, no estaba esperando a nadie así que dudosa fue a abrir encontrándose con el morocho vestido de pantalón y camisa negra.

—hola linda, perdón que te caí así, estaba muy aburrido en mi casa— el le dio un abrazo y ambos entraron.

—no pasa nada estaba terminando de arreglarme, veni— ambos fueron a la habitación y ella se terminó de arreglar bajo su penetrante mirada.

—no me mires que me pongo nerviosa y no me sale el delineado— le dijo antes de empezar a hacerlo.

Probo una, no le salió, otra... tampoco, la tercera es la vencida dicen pero tampoco le salió, ella se frustró y Enzo la miro divertido.

—queres que pruebe yo?- ella alzo sus hombros y asintió total... que perdía?.

Enzo lo hizo y ambos se impactaron al ver el resultado.

—te quedo re bien- lo miro- gracias por tus servicios.

— yo no trabajo gratis.. después te digo como pagarme— ella rodo los ojos y se terminó de arreglar.

Cuando ya estaban listos y era la hora partieron hacía el evento.

—vos no tenes que ir más tarde?— le preguntó cayendo en cuenta que no iba a la fiesta, sino a trabajar.

—te hago el aguante media hora, no me cuesta nada—la miro unos segundos y volvió su vista a la calle—no estas muy desabrigada vos?— ella río.

—la verdad si, me estoy congelando— el negó y en un semáforo volteo al asiento trasero y saco un blazer grande negro.

—toma, yo con la camisa estoy joya— ella la tomo y se cubrió todo el cuerpo generando ternura en el.

Charlaron hasta llegar al salón, Maggie ya había venido varias veces porque era un salón bastante conocido así que saludando a los que se cruzaban en el camino llegaron al escenario.

—toma, me enchufas esto allá porfas— le señalo un enchufe bastante alto y el lo hizo— gracias.

Ella preparo todo el equipo, probó sonido y justo a tiempo empezaron a llegar los invitados. Enzo se quedo con ella disfrutando verla tan contenta hasta que sus amigos lo vieron y lo empezaron a molestar hasta que el cedió y bajo.

—nos vemos hermosa— dejo un beso en su mejilla— cuando vuelva te traigo un gin.

—dale anda tranqui—ella le sonrió y el se fue.

La noche siguió y no había pasado ni media hora que Enzo ya había vuelto logrando que ella ría.

—Enzo... anda a disfrutar con tus amigos...— hablo en su oído y tomo el gin que el le extendía—gracias.

—no quiero ir con los pesados, los veo todos los días y encima se dan el gusto de descansarme porque no puedo parar de mirarte— esta confesión salió más rápido de lo que el pensaba sonrojando las mejillas de ella.

—me estabas mirando?— dijo más en pregunta que en afirmación.

—obvio que si, mira lo que sos— ella rodó los ojos sonriendo y siguió con su trabajo—toda hermosa— el dejo un beso en su mejilla.

—gracias—ella le sonrió avergonzada.

Luego de charlar un poco más Maggie tuvo que ir al baño entonces dejó una playlist echa para estos momentos, Enzo como si fuera su guardaespaldas la siguió caminando detrás de ella.

—es necesario que me acompañes al baño?— preguntó divertida y él sonrió.

—si, muy necesario, mira si alguno de estos te quiere tirar los perros y yo no estoy para sacarlo a patadas en el culo— ella se río y se metió al baño.

Cuando salió no había rastros de Enzo, quiso hacer un puchero pero no llegó porque Enzo salió del baño de hombres.

—tengo que dejar de tomar porque voy a tener que venir al baño cada dos minutos—ella se río y el la tomo de la mano para volver al escenario pero Maggie no lo permitió, en cambio se puso a bailar sorprendiendo a Enzo.

Bailaron y luego ella tuvo que volver al escenario para seguir con su trabajo. Cuando la fiesta terminó ella guardó todo su equipo y salió del salón luego de que le pagaran encontrándose a Enzo, sonrió.

—a donde la llevó?— hablo como si de un taxista se tratara y ella río— le apetece ir a mi casa? Hace mucho frío para dormir solitos.

—me parece bien, muchas gracias— el sonrió y arranco luego de robarle un pico.

Llegaron y Enzo le presto la ropa más chica que tenía y aun así le quedaba gigante, cuando el la vio con su ropa casi le agarran tres paros, Maggie era hermosa, pero verla con su ropa lo era aún más.

—buenas noches— le dijo ella acariciando su rostro.

—buenas noches hermosa—el la atrajo más y ella quedo dormida en su pecho descubierto.

Miedo al rechazo ; Enzo Fernández (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora