Se escuchan murmullos; gritos de ayuda. Mi vista al cielo, observo, un hermoso cielo, una mezcla de colores que se unifican... Pronto todo se volvió oscuro, y al despertar... ya no estaba en mi mundo. Pronto descubrí dónde estaba, un mundo nuevo, de...
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Capítulo 47 — Hola, ¿Cómo estás? —
Y se miraron a los ojos. Futarou parecía haber visto la mayor de la maravillas. Parecían haber pasado años desde su último encuentro, pues todo en ellos revoloteaba de emoción. Los ojos azules de Itsuki se centraron en Futarou, que al igual que ella, poso su mirada en su imagen.
—Itsuki... —musitó Futarou, notando la vestimenta que llevaba puesta la menor de las Nakano. Un hermoso vestido blanco que le era como ver los copos de nieve en invierno. Llevaba puestas unas zapatillas del mismo color, que lucían hermosas con el vestido que llevan puesto. Además, sus manos eran adornadas por el fino encaje de los guantes blancos que portaba con elegancia. Y su pelo, ese que es reconocible a la distancia, era adornado por una tiara de flores blancas que le eran bastante agradables por su aroma y color.
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—Hola, ¿Cómo estás? —le dijo Itsuki, rompiendo el hielo del silencio. Futarou pareció tardar en notar que esas palabras, cargadas de alegría, eran para el.
—Yo... —pausó en su hablar, cuando noto al otro chico que tenía al lado. Un joven desconocido para el, pero que muy probablemente sería el "prometido" de Itsuki.
—Hola, soy... —antes de poder terminar, es saludado cordialmente por Mrs. Puño, que se clavo en su mejilla como navajas de filo agudo. Salio sangre de su mejilla mientras caía al suelo, adolorido.
—¡Vamonos, Itsuki! Ya le di su merecido al cabrón —grito Futarou, sonriendo. Itsuki, que miraba con sorpresa a Futarou, comenzó a reír.
—Puff jajajaja —rio Itsuki—. ¡Eso estuvo bueno! Aunque la verdad es que no fui secuestrada o algo parecido —menciono Itsuki, yendo con Takeda que se quejaba adolorido.
—¿Qué? No le digas que... —musitó Futarou, que miro como Itsuki levantaba del suelo a Takeda— Tienes gustos bastante raros, Itsuki —dijo Futarou. Itsuki le miro sería.
—No es lo que crees. Fue por conveniencia —dijo Itsuki y Futarou asintió, nervioso. Takeda los veía atento, pensando es esa química que desprendían con cada palabra.
