Se escuchan murmullos; gritos de ayuda. Mi vista al cielo, observo, un hermoso cielo, una mezcla de colores que se unifican... Pronto todo se volvió oscuro, y al despertar... ya no estaba en mi mundo. Pronto descubrí dónde estaba, un mundo nuevo, de...
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Capítulo 46 — La boda de Itsuki —
En aquella habitación elegante, habían dos jóvenes que pronto serían un nuevo matrimonio. El joven, de nombre Takeda, era cordial y de buenos modales. Por el contrario, Itsuki era un alma libre, un poco más madura que el resto de jóvenes, pero a fin de cuentas seguía siendo Itsuki. T/n sabía que no podía escapar ahora, era un contrato el cual fue firmado por su propia mano. Se arrepintió de eso al segundo siguiente, pero ya era tarde para cambiar.
—¿Cómo te va? Me refiero a tu vida en general —pregunto Takeda, con el rostro lleno de dulzura. Estaba seguro que este chico no había cambiado después de mucho tiempo de conocerse.
—Nada mal. Publique un libro, me va bien en la escuela y casi estoy segura que le gustó a mi tutor, pero fuera de eso, todo normal —dijo Itsuki, con un tono sarcástico. Se llevaban bien entre ellos dos, y eso podría tomarse como algo bueno para su futuro matrimonio.
—No pareces muy contenta con esto —dijo Takeda. Itsuki le miro, con la ceja levantada.
—¿En serio? No me digas —dijo Itsuki. Takeda frunció el ceño.
—No creas que yo estoy feliz por esto. No me gustas en lo absoluto, te veo más como una hermana mayor. O un chico en el cuerpo de una chica —dijo Takeda y, ante lo último dicho, Itsuki abrió los ojos sorprendida. Pero al segundo siguiente ya estaba normal. Y hubiera continuado está charla, pero Itsuki pensaba que, de continuar, saldría a la luz su secreto. Decidió ir por otro rumbo, tal vez una pregunta dramática. Elevar su ego no le vendría mal en estos momentos.
—¿Qué dices? ¿Por qué no estarías feliz por casarte con semejante belleza? —pregunta Itsuki—. Ve a checarte esa vista, porque no puedes ver está belleza frente a tus ojos —dijo Itsuki, con la mano en el pecho inflado. Se enorgullecía a si misma, pero todo esto era mera decoración de palabras para desviar el tema.
—Tienes el autoestima muy elevado a lo que veo —dijo Takeda. Itsuki sonrió suavizando su mirada. Takeda igualmente lo hizo—. Sigues siendo la misma Itsuki —rio un poco ante la verdad. Itsuki le miro mientras le daba un sorbo a la Coca-Cola en lata que tenía enfrente.
—Mmm sabe diferente la Coca-Cola aquí —pensó Itsuki dejando el recipiente en la mesa de enfrente.
[...]
El se encuentra en un la incertidumbre. Pesando en dónde ese encuentra esa mujer que alegro sus días cuando su vida era triste. Futarou no era mucho de recordar a esas personas que estuvieron en su camino, sino que más bien prefería estudiar hasta que su cuerpo no pueda más, pero después de que Itsuki entrara a su vida, las cosas para él cambiaron.
Había estado pensando en ello como parte de la rutina, y con eso de "rutina" me gustaría referirme a todos los días. No podía sacarla de su mente. No después de la visita que se había realizado con anterioridad a Marou.
