8.- No puede ser...

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***** N/A*****

Hola a todos! :D 

Perdón por no publicar dos días seguidos, he tenido problemas y a parte cortaron el Internet. 

Ojala hayan leído el aviso que publiqué en mi perfil n.n

Este capitulo es el ultimo por asi decirlo de "la primera parte" donde se conocen todos los personajes. Y esta dedicado con especial cariño a HopeDoesntExist n.n Gracias por tanto apoyo a la novela :')

Los siguientes capítulos son como el comienzo a la trama principal, les tengo una pregunta al final :D

Disfruten la lectura <3

Un enorme abrazo,

Mariely

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8.- No puede ser...

Las hojas anaranjadas crujían bajo sus pies, la brisa matutina les facilitó la movilidad al regalarles un poquito de comodidad. Lentamente caminaron entre la breve vereda que se perdía en el bosque.

Ximena respiraba con dificultad, el chico ya la ayudaba con la mitad de su cuerpo pero aun así se le hacía pesado.

Unos metros más adelante, por fin llegaron a su destino. Se trataban de unas construcciones de madera que combinaban de una forma peculiar con los árboles.

En total había tres construcciones. Frente a ellos se presentó un camino de piedra que los condujo a través de un jardín con pocas plantas, finalizó en el inicio de un puente curvilíneo de madera con barandales del mismo material.

Al principio de las escaleras se encontraban dos linternas de luz anaranjada, a Ximena le conmovieron los detalles pues encajaban justo con su gusto.

Caminaron por el puente que terminaba en una casa de dos pisos y el ático. Dicha residencia estaba construida de madera y vidrio. Permanecía elevada y de alguna curiosa manera se mantenía sujeta a los árboles.

Ximena no pudo evitar detenerse y suspirar ante la impresión, el chico la miró un momento y esbozó una sonrisa burlona.

―Niña, sigo malherido ―le recordó.

―Ah sí, claro ―balbuceó, siguió caminado hasta quedar de frente a una gran puerta de madera.

Ximena se dio cuenta de que la misma casa desprendía un olor a pino, a campo. Con su mano libre llamó a la puerta.

Unos minutos después, se escuchó el clic de la perilla y una mujer deslumbrante se colocó frente a ellos.

Ximena entreabrió los labios y la miró asombrada. Se trataba de una pelirroja de abundante cabello ondulado, rostro totalmente simétrico con fracciones perfectas y cuerpo alto de reloj de arena. Sus enormes ojos avellana se llenaron de desconcierto, que pronto se transformó en miedo al ver al chico. Se acercó a él rápidamente.

―¡Henry! ¿Qué te pasó? ―le preguntó mientras compartía el peso de su cuerpo. Su voz era firme sin dejar de sonar femenina, era una combinación especial.

Ximena estaba asombrada de ver a una chica como ella, durante toda su vida se había acostumbrado a tratar con personas de cabello castaño y ojos negros o viceversa, ¿cómo había dado con aquellas personas tan exóticas y extrañas, en medio de un increíble lugar perdido entre la nada?

La pelirroja estaba molesta, hacía ya dos veces que le había llamado a Ximena sin recibir respuesta, pues la chica estaba atontada al verla.

―Joder, te estoy hablando ¡Qué le hiciste a mi hermano! ―gritó la chica por tercera vez.

Necesito irmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora