♥♥♥♥ N/A
Hola n.n Como prometí, aquí esta el capítulo a primera hora del día (son las 9 am es pasable)
Éste capítulo está dedicado a Ari_cipriano, con mucho cariño.
Que tengas, querido lector/lectora, un hermoso día.
Un abrazo n.n
Mariely♥
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―¡Ximena! ―el grito desolador de Damián fue opacado por el estruendo que aquél alboroto provocó.
Al tiempo que Ximena desgarró su garganta con un aullido de dolor, Damián la tomó de los hombros y la jaló, llevándola a rastras a un costado de la cama.
Damián procedió a escabullirse lo más rápido posible por el suelo, tratando de no ser atrapado por alguno de los rayos luminosos que habían entrado a la habitación, así lo hizo hasta llegar a las puertas.
El viento las golpeaba contra la pared con dureza y agresividad, Damián se incorporó con valentía y arremetió contra la primera, en el mismo instante tomó la otra y las cerró.
El viento se detuvo, pero el sonido agudo siguió taladrando sus tímpanos y varias las luces quedaron atrapadas en la habitación.
Ximena se había hecho un ovillo en el suelo, colocando ambas manos en su nuca para protegerse de las mismas.
Con la respiración acelerada, Damián se arrastró por el piso hasta llegar al lado de Ximena, cubrió la mitad de su cuerpo con el propio y agachó la cabeza a su lado. Apenas lo hizo, sintió cortes en su espalda y supo que eso no iba a funcionar.
Se quitó y gateó al mueble del pie de la cama, jaló a Ximena quién salió de su aturdimiento y se incorporó rápidamente.
Ambos corazones estaban acelerados y estrujados por el miedo. Ximena temía a lo desconocido que le resultaba aterrador y Damián temía a lo que sabía que les podría suceder.
Se arrastraron bajo los rayos luminosos lo más rápido que les fue posible, cargados de adrenalina llegaron a la entrada del baño. Damián se levantó y ayudo a Ximena a entrar para después entre los dos cerrar bruscamente la puerta.
Los sonidos bajaron el volumen, daban la impresión de haber sido sofocados bajo un vaso de cristal. Pero Ximena todavía podía escucharlos y la atormentaban.
Se dieron la vuelta y recargados sobre la puerta, descendieron lentamente hasta quedar sentados sobre el suelo del baño. Ximena cerró los ojos, soltó el aire contenido en sus pulmones y sonrió aliviada.
―Eso estuvo cerca ―exclamó.
―Carajo ―dijo el chico en cambio, Ximena volteó a verlo para darse cuenta de que no lucía muy feliz―, no debí dormirme, lo siento. Esta noche no se duerme. ¡Rayos!
―No jodas Damián... hey, vengo de una cuidad algo loca y mi vida ha sido una mierda, pero nunca, nunca había visto algo tan retorcido como esto, ¿quieres explicarme qué diablos acaba de pasar? ―dijo la chica con las imágenes rondando su cabeza―, eso, ¿eso era lo que te daba miedo? ¿Por eso no querías salir? ¡Ya dime algo! ―gritó incrédula―. Esas cosas pudieron haberme matado.
―Bueno... ―comenzó Damián― esas cosas salen cada último día del mes, y sí, te pueden matar.
El chico vaciló y giró la cabeza al lado opuesto de Ximena.
―¿Cómo que "salen"? ¿Qué son? ¡Hey! ―levantó la mano derecha y volteó el rostro de su compañero en su dirección― ¡mírame!
―¡No sé! Oye, se supone que esto no se "platica" es algo que simplemente se sabe y tú no eres de aquí, no debiste haber visto eso y no debiste poner en riesgo tu vida ―exclamó frustrado y se retiró de la puerta.
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Necesito irme
PertualanganCon la noche como cómplice, Ximena decide dejar su vieja y dolorosa vida atrás para tomar su carro y perderse entre la autopista. Sin voltear, acelera dichosa; abriendo sus brazos ante lo que esta por vivir. ¿Cómo podría haberse imaginado la cantid...