26. Retorno.

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Nota.

Hola♥

¿Que tal su semana?

Antes de comenzar el capítulo quiero comentarles de un error muy grave de mi parte en el apartado anterior ―ya fue corregido―. No lo había notado hasta que una amiga me lo hizo ver:

Cuando Ximena narra su pasado, menciona; "Rodrigo y Scarlett me regalaron felicidad temporal" es erróneo. La chica se llama Tiffany y ya había sido mencionada en el capítulo de "verdad o reto".

Una disculpa por la confusión.

Por favor, si notan algún error en la historia, decidme.

Gracias jacky, te amo♥

Es todo, personitas♡

Disfruten la lectura y tengan buen inicio de mes

Felices próximas fiestas

Abrazotes♡♡

Mariely:3♥♥♥

♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥


Un manto de estrellas los cubría en silencio. Tras sincerarse y llorar, Ximena experimentó una especie de purificación reconfortante. Se sorprendió sonriendo al sentir la compañía de sus nuevos amigos, y novio. Hasta entonces no se había dado cuenta de lo mucho que afectaba en su vida el recuerdo de su pasado.

Observó las alas negras y rotas sobre el muelle.

Ella no era un ángel. Ni blanco, ni negro.

Había pasado la noche en vela, ¿Cómo se puede dormir cuando tu corazón está roto?

Cielo dormía en el regazo de Hendrick y Ximena descansaba en los brazos de un durmiente Damián.

En la bruma del dolor, la noche le concedió un obsequio tan sutil como un suspiro de verano: Anestesia. De pronto, todo parecía menos malo. Como si la protegiera un suave manto.

Observó a sus amigos dormir, la marea tranquila, el cielo despejado y las luces lejanas de la cuidad. Sonrió.

―Todo guarda un encanto mágico que solo la noche puede descubrir ―murmuró a la oscuridad.

Movió su cabeza a un costado y observó a Cielo. Ella era tan bella y dulce. Había encontrado su piedra y una extraña criatura protectora. Estaba enamorada de un chico que no la correspondía porque quería a Ximena, y Ximena soñaba con alguien más. ¿Por qué el amor rompía de esa manera? ¿Por qué si causaba tanto daño era fundamental?

Levantó la vista y vio que el pelirrojo la miraba con atención.

Ximena se apretó contra el pecho de un Damián y tomó su mano por debajo de la túnica. La sujetó con fuerza.

―La noche hace que todo parezca menos feo ―dijo Hendrick en voz baja, Ximena tardó en entender que la había escuchado.

―Es como si fuese una persona o algo así, y que me protege. Que nunca estoy sola ―respondió después de un momento. Miraba al cielo.

―Es porque nunca estás sola, ¿aún no te has dado cuenta?

Cuando Ximena regresó la vista al chico, este ya se había dormido. O al menos eso aparentaba.

Se acorrucó entre los brazos de Damián, con una extraña sensación en el estómago.

A lo lejos, los ruidos de la fiesta ya eran casi nulos. Las luces al fondo de la playa, delataron el amanecer.

Necesito irmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora