CAPITULO 33

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Haron Sinovich.

Como siempre dijo el hijo de puta de mi abuelo hay que aprovechar los mementos que nos da la jodida vida.
Veo entra a Alex por la puerta de la casa abandonada arroja al bulto de carne y huesos al piso y este gruñe dolorido Alex por su parte junta sus manos detrás de su espalda y mira al suelo.

- Mi líder.- saluda. -¿como esta usted?.

Es mi amigo desde los 12 y mi guardaespaldas desde los 18 siempre ah estado a mi lado y no conozco nadie más leal y servicial que el.

- ¿Y Samara?.

Alex sonríe y levanta la mirada.

- Se quedo un momento disfrutando del club donde tubo la misión. - sigue.- ella fue sola con este hombre y lo sedujo, lo drogo y golpeó.

Sonrió esa es mi chica.

- Ponlo de rodillas. - demandó.

Alex lo toma por las malas lo pone donde debe de estar después de escuchar el berrinche del asiático decir que jamás se arrodilla por el líder.

Una ves de rodillas me acerco a su herida del pecho se ve fatal.

- Bueno a lo que venías. Necesito que llames a tu jefe y Le digas que atacarán la fábrica de Corea. - hablo prendiendo un cigarrillo.

- Muérete hijo de puta. - lanza la sustancia Babosa de su boca asiendo que este líquido pegajoso caiga en mi mejilla.

- Más respeto hijo de puta.- grita Alex jalando un extremo de cabello.

Me empujó a la orilla del mueble donde estoy sentado quedando más ser a de el. Abro mis piernas para que el asiático quede en medio de ellas.
Lo miro a los ojos lo mismo que el hace me gusta ver la capacidad que tienen mis víctimas y el miedo que se crea en ellos cuando ven al diablo en mis ojos y rápido aparta la mirada con fuerza meto dos dedos a la herida donde mi perdición le clavo su tacón el hombre grita y yo solo sonrió.
Me llevo el cigarrillo a los labios y doy una profunda calada.

- Lame.- le ordenó aún con mis pulmones llenos de humo.- Lame mi mejilla. - vuelvo a hablar entre dientes.

Escarbo en su pecho y el hombre vuelve a gritar de dolor cumple mi mandato nauseas dando arcadas por las que Le crean su propia saliva.

- Llámale. - demandó aumentando otro dedo más.

Sus gritos son como una suave melodía lágrimas de dolor caen por sus mejillas.. Sus estúpidas gotas de agua solo me provoca que tome mi arma y Le meta un tiro entre las cejas ahora mismo.

El asiático llama a Isac informando que a escuchado que van a atacar la fábrica y que necesita refuerzos.
Cuelga y saco mis dedos bañados en sangre. Miro mis dedos y su traje de segunda los dos tienen un bello color.

Me llevo la punta de mis dedos a la boca y sabe horrible a basura.
Me levanto dándole una patada al hombre para que esté caiga al suelo me siento sobre su pecho sin antes meter lo último de mi tabaco a su herida.

Grita.. Mierda además de los temidos de mi mujer esto es lo segundo más hermoso.

- ¿Ahora como te mataré?. - pienso en voz alta.

El hombre no para de llorar mientras grita y en su idioma pide ayuda pero nadie lo ayudará estamos en una región donde no hay más que casas abandonadas.

- Tal ves te haga tragar combustible para luego abrirte una pequeña parte de tu abdomen y meter fuego. - palidece. - o tal ves te lleve de cena para mis leones.

¡Dentro De Mi!♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora