✘AZIEL {Él Oscuro} ✘ © [SVD#4.5]

Capítulo 20° SEGUNDA PERDIDA

“LA MUERTE NO ES UN TORMENTO SINO EI FIN DE TODOS ELLOS”

  D A R K I E L

Sucedió lo que tanto evité.

Un daño a mi Señor hasta su eternidad ser perjudicada por la oscuridad.

Desde Rumanía tras el apresurado e inesperado aviso, intentamos nuevamente con tal de despertarlo cuando su mensaje fue claro:

“El plan no funcionó, la Sombra controla a Darel Valentains y está atacando el Castillo con sus hilos de oscuridad”

La Guerra se habia desatado y empeoró con la presencia del Señor Vlad, a toda costa siguió con su venganza sin importarle perjudicar a su creador hasta si mismo.

No estuve de acuerdo del daño a todo el vampirismo. Cuando la Señorita Elizabeth pese a su débil estado, más se esforzó. En cada intento fallido, lo volvió a intentar más en la última ocasión, interveni.

Pensamos recurrir a la última opción cuando la idea de ir al Castillo y ayudarlos, fue descartada. Quien podría controlar y vencer la Sombra, era mi Señor.

O eso pensé.

Decidido sostuve de la mano a la Señorita Elizabeth y repetí el mismo hechizo memorizado tras dejar mi sangre en mi Señor. Con nuestras manos unidas a las suyas, al mismo tiempo fuimos transportados a su prisión mental de recuerdos.

Estuvimos en su descanso.

Tan desconocido para mi que incluso, me sentí perdido.

No vi a la Señorita Elizabeth más reconocí el lugar que me encontraba. Era el Castillo en la época de 1500, lo recordé cuando un mismo pasado habíamos compartido.

Ajeno al vampirismo ambulante, avancé. En ninguno cause la atención y llegué a ignorarlos cuando solo debía encontrar a mi Señor.

Ambule por los pasillos, en sus recuerdos hasta encontrar a una vampiresa que reconocí.

—¡Señorita Elizabeth! —cause su sobresalto.

—¡Darkiel! —me abrazó— estas aquí.

La aparte cuando el tiempo estaba en nuestra contra.

—Busque a su creador.

—Se repite, aquí aparecen los dos cuando se conocieron. Después cambia a una sala, una reunión para elegir el Rey de los tres hermanos Valentains y luego a su habitación. Mi padre conoce mi existencia.