Es hora de mi almuerzo. ¡Al fin! Me levanto y me acerco a Janet.
—¿Vamos a comer Janet?
—Claro.Somos las últimas en salir. Bloqueamos nuestras computadoras y esperamos el elevador. Después de mi pequeña charla (si a eso se le podría llamar charla) con Firtz, en lo único que pienso ahora es en comer, comer y despejarme de todo lo que tenga que ver con él.
—Llegaste muy temprano Vannia.
—Tenía que dejarle el café listo al jefe antes de que me despidiera— digo con naturalidad.
—¿Despedirte? ¿Solo por un café?No sé porque, pero empiezo a contarle todo lo que paso con la llamada de ayer con el señor Firtz. "Y eso que ya no querías pensar en el" dice mi subconsciente en mi cabeza, la que callo al instante.
—¿Entonces solo te llamo así por así?
—Si.
—Que estupidez.
—Ni que lo digas.El elevador se detiene y salimos a la planta baja.
—Me acompañas al baño antes de salir.
—Claro.
Caminamos al sanitario de la planta baja y por suerte no había gente en él, así que aprovecho de una vez en entrar también y hacer mis necesidades. Cuando salgo del cubículo Janeth ya esta retocando su maquillaje, me lavo las manos y mojo un poco mi cabello, ella me ofrece labial, pero yo niego con la cabeza sonriendo. Cuando termina me toma del brazo y salimos juntas del sanitario. Nos dirigimos a la salida del edificio y justo cuando quedan pocos metros de nosotras y la acera me paro en seco. Firtz está recargado en el que parece ser su auto y la maldita abogada Miranda está enfrente de él, en una posición muy sexy tocando su pecho. Veo que Firtz sonríe picaron y en eso alza la vista y me ve. Su sonrisa desaparece casi de golpe. Miranda obviamente se da cuenta por que se gira un poco y me mira. Primero curiosa, después, sonríe desafiante. Pero que tonta.
Jalo a Janet del brazo y seguimos caminando rumbo al restaurante de comida china que está en la siguiente cuadra.
—¿Qué pasa? —me pregunta Janet sorprendida.
—Nada, solo que hay que apurarnos o nuestro tiempo terminara.Ya un poco más lejos de los abogados, la suelto y caminamos más tranquilas.
—No sabía que el señor Jonathan y Miranda andaban- dice de repente Janeth.
—Ni yo... Espera. ¿Jonathan?
—Si. Así se llama el señor Firtz.Wow... Jonathan... Lindo nombre.
Llegamos al restaurante y nos sentamos junto a caja para que nos cobren mas rápido. Pedimos nuestra orden y mientras comemos platicamos, conociéndonos más. No puedo creerlo Janet es casi igual a mí. Le gusta la música Pop en inglés y español, la banda, la salsa, y el rock en español. Le gustan los cosméticos (se sorprenderían de a cuantas chicas no les gusta el maquillaje), leer, y las películas de terror. ¡Es como mi hermana gemela!
—¿Y tú libro favorito? —le pregunto.
—No sabría decirlo. Son demasiados que amo. Pero me gusta mucho la trilogía de Cincuenta sombras de Grey, toda la saga de Cazadores de Sombras y un libro que se llama Y por eso terminamos.
—Yo también amo esos libros, aunque no he leído el último libro que dices.Janet toma de su agua.
—Hum, deberías de leerlo. Esta muy bueno. ¿Y de musica?
—La verdad es que yo soy como una rocola, me gusta de todo, pero en general escucho más pop en inglés, aunque no sepa hablar inglés.Miro la hora.
—Es hora de volver.
—Si, es cierto— dice asintiendo mientras mira el reloj de su teléfono.
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El sabor del Placer
Teen FictionVannia, una chica de 17 años extrovertida, inteligente, inmadura y alocada entra a una gran empresa de ayuda judicial. Ahí conocerá lo que es la pasión, el sexo y el amor. Pero no todo es color rosa para la historia de Vannia. Oscuros secretos y un...