Dicen que soy, un desastre total, que soy mala hierbaa.
Que tras de mí. Yo deje piedra sobre piedra... ¡Ven atreveteeee uohhh!🎤
Los chicos y yo reímos ante la fea interpretación de Kika cantando "Mala Hierba" de Alejandra Guzmán. Lo dije antes y lo digo ahora. Kika canta peor que Cepillín.
—Gracias, gracias.
Dice Kika mientras baja del escenario. Todos los residentes del bar aplauden y ríen ante la ridícula interpretación de mi amiga.
Kika se sienta con nosotras, al lado de Griselda, quien la recibe con un apasionado beso.
—¡Guac! Iros a un hotel chicas—exclama Omar.
—No seas tan primitivo—dice Janet y lo besa también.
Yo solo me río. Ya ha pasado casi una hora y ya están casi ebrios. Cuarteto de borrachos, sí que le entran duro al alcohol. Levanto mi vaso de whisky y bebo. No sé porque volteo hacia donde Janet y Omar se están besando. Mi corazón da un vuelco cuando veo que mientras Omar besa a Janet, no tiene los ojos cerrados como toda pareja; si no que me mira, me mira fijamente. Parpadeo un par de veces y desvío la mirada, viendo hacia el escenario. Ok, esto es muy raro.
De repente unas manos me tapan los ojos, provocando que un escalofrío recorra mi columna vertebral. Sonrío.
—Si no te quedas quieta te violare—dice Jonathan.
Mi sonrisa se agranda y me remuevo un poco en el asiento. Jonathan se ríe y me suelta.
—Tú no tienes llenadera—dice sentándose al lado mío, riendo.
—¿Y tú?
Él sonríe y se inclina para besarme.
—Nunca tendré suficiente de ti.
Sonrío en sus labios y lo abrazo. Como siempre se ve muy guapo. Y esta ves no lleva su traje habitual. Lleva puesto un pantalón negro de mezclilla, una camisa blanca de manga corta y unos tenis blancos. Totalmente informal y sexy, pero debo de admitir que me gusta mas con traje, si vestido de forma casual se ve exquisito con traje parece todo un adonis.
—El hijo prodigo regresa—exclama Kika.
—Creo que te emocionaste con esa palabra Kika—dice Janet, separándose de Omar.— llevas diciéndola desde hace tres días.
—Suena misterioso—se encoge de hombros Kika.
—Modernízate anciana—digo
Todos ríen y Kika me saca la lengua.
Todo el rato nos la pasamos riendo, tomando y cantando. Pensé que por el enfrentamiento de la inauguración habría tensión entre Omar y Jonathan. Pero gracias a Dios estos saben disimular muy bien porque ni se han dirigido la mirada ni la palabra. La noche ha sido muy tranquila y muy agradable. Janeth, Kika y Griselda ya pasaron a cantar y ahora es el turno de Jonathan.
—Oh, no. No lo haré Vannia—dice por encima vez.
—¡Vamos señor Firtz! Demuestreles a todos que no es un amargado como todos piensan—exclama Kika ya muy ebria.
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El sabor del Placer
Teen FictionVannia, una chica de 17 años extrovertida, inteligente, inmadura y alocada entra a una gran empresa de ayuda judicial. Ahí conocerá lo que es la pasión, el sexo y el amor. Pero no todo es color rosa para la historia de Vannia. Oscuros secretos y un...