Capitulo 40

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Vannia.

Seré sincera. La comida con Omar fue muy agradable. Y la verdad el postre fue mi parte favorita. Helado, no piensen mal. Omar es muy divertido, y sabe sacar muchos temas de conversación y lo mejor es que no me aburrí en toda la mañana. Hablamos de muchas cosas, incluido temas como:
Fútbol, comida, postres, animales, naturaleza, economía, sociedad, incluso hasta el gobierno que tenemos. Con decirles que Carlos Salinas, Vicente Fox, "El borolas" Felipe Calderón y Peña Nieto salió a la plática. Los peores presidentes de la historia mexicana. Después del desayuno salimos del restaurante y fuimos a caminar a un parque cerca de la zona, platicamos demasiado y comimos helado también. Todo muy divertido.

Ya son como las ocho de la noche y estoy en el carro de Omar, cantando con él la canción: "Mi Vida" del grupo DLD. Y la verdad que le estamos echando mucho sentimiento.

🎶 Que, te vas a deshacer de mí
No, no digas nada te comprendo
Que temes que un hombre como yo
Te va hacer mucho mal y eso no es cierto

Yo he rodado de acá para allá
Fui de todo y sin medida
Pero te juro por Dios que nunca llorarás
Por lo que fue mi vida...🎶

Como me gusta esta canción. Originalmente la canta el poderosísimo de Juanga, pero la versión con DLD es increíble.

🎶Que, al fin te lo han contado amor
Seguro que te han dicho ten cuidado
Que un hombre que ha sido como yo
Acaba por volver a su pasado

No, no puedo responder amor
Lo único que sé es que te amo
Y eso no hay fuerza ni ley
Que lo pueda mover eso es sagrado

Yo he rodado de acá para allá
Fui de todo y sin medida
Pero te juro por Dios que nunca llorarás
Por lo que fue mi vida🎶

Dios, creo que llorare. Respiro hondo y abro la ventana, para que el aire frío seque mis ojos húmedos.

—¿Estas bien? —pregunta Omar bajando el volumen de la música.
—Si, sí. Solo tengo calor—miento.
—Claro.

Bien, por lo menos sabe que miento. Y por lo menos sabe por qué lo hago. Bueno, no hay que dar explicaciones.
Cinco minutos después de estar en silencio llegamos a mi casa. Omar apaga el motor y gira su cuerpo para verme.

—Gracias por acompañarme este día.
—Gracia por invitarme—digo apretando los labios incomoda.
—Fue un placer comer contigo—insiste.

Alzo una ceja.

—Eso sonó raro.

Omar se ríe en voz baja y se acerca un poco más a mí. Me tenso al instante, espero que no quiera hacer lo que pienso que quiere hacer.

—Desde la primera vez que te vi me gustaste Vannia—dice.
—Omar no empieces.
—No, déjame acabar.
—Por amor de Dios—susurro para mí.
—Ya no tienes nada con Jonathan. Y tú me gustas. Se que fue un error lastimar así a Janet, pero no podía seguir con ella cuando me interesa alguien más. Solo te pido una oportunidad.
—Yo no...
—Solo una—insiste. — Si no te hago feliz, me alejaré. Pero déjame intentarlo, déjame enamorarte.

¿Por qué no me matas ahora Dios? ¿Qué te hice para que dé un momento a otro a todo hombre le guste? Digo, no está mal, pero... ¡Ay! Que fastidio.
Omar se acerca a mí. Oh, no, oh no. Me hago para atrás, alejándome de su rostro.
Tanteo con la mano la puerta, hasta que localizo la palanca.
Omar cierra sus ojos y recarga una mano en mi pierna.

El sabor del PlacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora