La Chica De La Ventana | Jenlisa

Capítulo 17

Jennie se quedó paralizada al ver la silueta de la chica de ojos brillantes sentada en el sofá de la sala, vestida completamente de negro, mirándola fijamente, revelando miedo en sus ojos. Jennie estaba consciente de el corte en su labio inferior y de su nariz sangrante, pero aún así sonrío al verla. Los golpes de Jimin y Félix se volvieron invisibles en cuánto ella apareció en su vista.

Así que de allí conocía Jisoo a Lisa...

—Lisa Manoban —Jennie susurró, pensando que ella no la escucharía. Pero lo hizo, y la chica de ojos claros hizo algo que Jennie jamás habría esperado de ella. Corrió hacía ella y le sujetó los brazos, mirando cada parte de su rostro con nerviosismo.

—Nini... ¿Qué te...? ¿Qué les...? ¿Fue Jimin? Por favor dime que... Mierda, mira tu labio... Tienes que limpiar eso y... —susurraba angustiada.

—Mi nombre es Jisoo... —la coreana empezó a hablar, pero fue ignorada por Lisa.

—¿Te duele mucho?... Será mejor que... ¿Por qué estás sudando...? ¡¿Dónde está tu auto?!

—Soy amiga de Jen...

—Lisa, ya, tranquila —Jennie susurró, sujetando sus manos, pues había comenzado a chasquear sus dedos.

—Y es un placer conocerte... —Jisoo terminó de decir, pero ni una mosca le hacía caso.

—Está bien —Jennie suspiró, asintiendo lentamente— Estoy bien —murmuró, como intentando convencerse de esto.

—Perdón, pero... —Jisoo interrumpió— Estoy acá. Kim Jisoo. Diecisiete años. Amiga de Jen. ¡¿A alguien le interesa esto?!

Jennie vio a Lisa mirar confundida el rostro de Jisoo mientras fruncía su entrecejo, jamás encontrándose sus ojos marrón claro con los de su amiga. Finalmente, una de las comisuras de sus labios se elevó ligeramente. Jennie conocía aquel gesto. Era una sonrisa, pero no completamente real.

—Me llamo Lisa —susurró tímidamente, ofreciéndole su mano.

—Ya lo sé —comentó, estrechando la mano de la chica con su característica rudeza— Vienes a mi casa desde hace casi un año, obviamente se tu nombre. Yo soy Jisoo, pero tú ya lo sabías.

Lisa solamente asintió, Jennie detectando confusión en ella. Sí, la personalidad de Jisoo podía llegar a ser todo un enigma para la chica del Asperger.

—Jen, voy a saludar a mis hermanos y buscar algunos libros para hacer nuestra tarea. ¿Te parece? Serán solo cinco minutos, lo prometo —anunció Jisoo.

Jisoo sabía que ayudarla a limpiar sus heridas no era una opción. Jennie jamás lo permitía. La pobre Jisoo ya tenía bastante con tener que soportar algunos golpes que no merecía de vez en cuando. Jennie simplemente la miró, besó su mejilla y asintió.

En cuánto Jisoo se fue, los ojos de Jennie volvieron a Lisa, que ahora miraba en la dirección por la cual Jisoo se había marchado con el ceño fruncido y los puños apretados.

—¿Qué sucede, Lisa?

—¿Es tú novia? —preguntó, aun sin mirarla.

—¡No! ¡Jisoo no...! ¡Qué asco! ¡Es como mi hermana!

—Pero la besaste...

Jennie sonrió. Lisa estaba celosa, y eso, de alguna forma, le parecía divertido. Lentamente y sin preocuparse por la sangre que corría por su rostro, Jennie acercó sus labios a la mejilla de la chica de ojos hermosos y la besó tiernamente para luego sonreír. La reacción de Lisa fue tensarse al instante, pero luego de unos segundos sonrió y relajó sus músculos. Jennie se sintió sonrojada.