Capítulo 16

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Chitthip no había logrado calmar naturalmente el ataque de pánico que Lisa había sufrido. La chica había gritado, llorado y sollozado. Había insultado sin parar. Había roto cosas. Había enterrado sus uñas en su piel y había golpeado el suelo hasta que sus nudillos sangraron. Se había sentido tan herida. Tan estúpida. Incluso Jennie lo sabía. Sabía que ella era una estúpida y se había alejado como todos siempre terminaban haciéndolo.

Aunque sus padres lo intentaron no lograron detener su ataque. Finalmente debieron llamar a los paramédicos, que se encargaron de administrarle un sedante. Era la primera vez que tenían que hacerlo.

Se despertó bastante tarde a la mañana siguiente a causa del sedante. En cuánto abrió los ojos se encontró con Jake y Chiquita, que estaban sentados sobre el suelo mirando absortos el portátil que estaba frente a ellos.

—Buenos días, Lisa —dijo Jake al mirarla. Le sonrío, y luego Chiquita alzó la mirada y también lo hizo.

—Queríamos despertarte, pero teníamos miedo de que estuvieses de mal humor y...

—¿No deberían estar en la escuela? —Lisa les preguntó con su ronca voz matutina.

—Mamá nos dijo que podíamos quedarnos contigo si queríamos. No dormimos bien anoche... Aún con el sedante gritaste varias veces —Jake respondió.

Lisa solamente pudo asentir y mirar a su hermano, pidiéndole disculpas por algo que no podía manejar. Intentó sentarse en la cama, pero de inmediato un gran dolor de cabeza la invadió y cayó de nuevo sobre su espalda.

—¿Por qué me duele la cabeza?

—Posiblemente fue el sedante. Te dieron una dosis bastante alta —su hermano respondió de nuevo.

Lisa solamente asintió, sintiendo que su cabeza dolía aun haciendo esta simple acción.

—Mamá dijo que podías tomar unos analgésicos en cuánto desayunaras —dijo Chiquita.

—¿Dónde está ella?

—Fue a hablar con tus médicos. Quieres saber cómo pudo haber afectado el sedante a tu sistema —Chiquita informó— Estamos a cargo ahora, Lisa —se burló, intentando mantenerse seria.

—¿Ustedes? —Por supuesto Lisa no podía comprender que se trataba solo de una broma.

—Sí... Por cierto, lamento de tu celular. Chiquita no quería incendiarlo.

De inmediato Lisa se sintió alarmada y se levantó. Se apoyó contra la pared en cuanto el dolor de cabeza se hizo presente, y un leve mareo llegó a su cuerpo. Las manos de Jake la llevaron de nuevo a la cama antes de que pudiera caer.

—¡¿Por qué tocaron mi celular?! —exclamó enojada, aún demasiado adolorida y mareada como para gritar.

—Lisa, tranquila —Jake susurró, acariciando su brazo. Lisa de inmediato se sintió incómoda con el contacto y se alejó lo más que pudo— Era solo una broma. Tu celular esta bien. Todo está bien.

—Eres un idiota —Lisa dijo finalmente.

—El peor de todos —Sonrío. Finalmente dirigió su mirada al reloj y luego le dijo a Chiquita con suavidad— ¿Podrías acompañarla al baño mientras yo voy a preparar su desayuno? Procura que no se caiga —La menor solo asintió.

En cuanto Jake se fue Chiquita se acercó a Lisa y rodeó sus caderas con uno de sus brazos.

—Vas a levantarte lentamente, Lisa. ¿Está bien? —Lisa asintió ligeramente— Si te mareas solo dilo —La chica de ojos marrón claro volvió a asentir— Muy bien, hagamos esto.

La Chica De La Ventana | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora