Capítulo 53

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Lisa no había gritado ni se había alejado bruscamente de la ventana como en las películas. Simplemente se había quedado allí, viendo como su novia caía de la ventana de su vieja habitación directamente sobre el suelo, los arbustos no siendo lo suficientemente frondosos como para evitar que se diera un buen golpe.

"Levántate, Nini. Levántate" suplicaba desesperada en su cabeza, pero la chica seguía allí, sobre el pasto, la tierra y las hojas de los arbustos, sin siquiera dar señales de vida.

Sus dedos comenzaron a chasquear al instante, y la respiración se le dificultaba lentamente.

"¡Ve, idiota!" Se gritó a sí misma "¡Pudo haberse roto el cuello!" Esto último fue lo que le dio fuerzas para salir corriendo de allí, apenas colocándose una chaqueta negra para cubrirse la delgada tela del pijama azul oscuro que estaba usando.

Salió de casa sin siquiera haberse puesto unos zapatos. La encontró sobre la tierra, con las extremidades flojas, completamente inmóvil. No pudo detallar si había sangre debido a la oscuridad de la noche, pero lo que realmente le importaba en ese instante era comprobar que su novia todavía tenía pulso.

Cayó al suelo de rodillas, sintiendo sus piernas desfallecer y a su cuerpo temblar. Se acercó lentamente a su novia con lágrimas comenzando a descender por sus ojos, sus manos ensuciándose al tocar el suelo.

—Nini... Nini, mi amor... —sollozaba mientras se acercaba, el aire escapando de sus pulmones rápidamente, viéndose obligada de esta forma a tomar aire con su boca— Levántate, por favor...

"Idiota, acaba de caerse desde tu ventana. Claramente eso no va a pasar"

Y no pasaría porque aquello no era un cuento de hadas. En la vida real las hadas madrinas no llegan mágicamente a darte un bonito vestido. En la vida real, las princesas no caen de ventanas y simplemente se levantan cantando una bonita canción.

Respiró hondo cuándo estuvo lo suficientemente cerca de ella como para llevar sus sucios dedos a su cuello y percibir su pulso. De inmediato dejó escapar todo el aire contenido en sus pulmones. Estaba viva.

Jennie Kim estaba viva.

"Busca a alguien, idiota" Fue lo que le dijo su mente al instante que lo supo.

No había momento para saltar de felicidad. No había momento para sonreír. Tenía que hacer algo. Tenía que llamar a alguien. Necesitaba ayuda. Pero justo en ese instante sintió a sus pulmones vaciarse completamente y al miedo aumentar a su máxima expresión. Se alejó un poco intentando recuperar el oxígeno, sentándose sobre la tierra, la silueta del inmóvil cuerpo de Jennie aterrandola más de lo que ya lo estaba, sus dedos chasqueando de inmediato...

No quería perderla.

Definitivamente no quería hacerlo.

—¿Lisa? —preguntó alguien a sus espaldas con desesperación— ...¡Lisa!

Era su madre.

De inmediato la escuchó correr hacía ella, acercándose a Jennie al instante.

—¿Qué... que sucedió, Lisa? —le preguntó mientras le tomaba el pulso a la inconsciente chica.

Lisa había comenzado a mecerse hacía adelante y hacía atrás, los sonidos de sus dedos haciéndose cada vez más altos.

"No, idiota, no. Este no es momento para un ataque. ¡No!"

—Ella... ella... ella cayó de la escalera y... —Intentó explicar, pero la falta de aire en sus pulmones se lo impedía— Llama a... a una ambulancia... yo... yo iré por sus... sus padres...

La Chica De La Ventana | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora