Capítulo 24

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En la noche Jennie no había hablado con Lisa. Sinceramente se sentía bastante enojada con ella, y aunque había prometido llamarla, no lo hizo. Necesitaba pensar. A la mañana siguiente tampoco dejó un mensaje sobre el vidrio. Y sucedió lo mismo el domingo...

Las clases del lunes transcurrieron normalmente, Jisoo y Rosé evitando hablar sobre Lisa durante todo el día. Jennie sabía que aún desconfiaban del hecho de que la chica de ojos miel no terminaría por destrozarla. Incluso, Jennie había comenzado a pensar esto, pero de inmediato descartaba esas ideas cuándo llegaban a su mente.

Fue durante la clase de inglés cuándo un problema que Jennie no pudo detectar al instante se acercó a su lado. Se presentó ante ella, entre susurros, como Hirai Momo. Era nueva en la escuela. Había estado todo un año en Japón, estudiando en las mejores escuelas del país, cuándo decidió que volver a su país de origen era lo único que deseaba en todo el mundo.

Habló de su orientación sexual de inmediato, sin que Jennie se lo preguntara. Era bisexual. No le importaba el sexo si podían mantenerla satisfecha en la cama. Jennie simplemente se encogió de hombros ante esta aclaración. La chica, realmente, no le interesaba.

—¿Y tú eres...? —le preguntó la chica con una mirada seductora.

—Jennie Kim.

—Eso ya lo sé. El profesor Alexander me dijo tu nombre cuándo entre ¿lo recuerdas?... Me dijo que tenía que sentarme a tu lado. Hablaba acerca de tu orientación sexual.

Jennie simplemente sonrió, sonrojándose y mirando fijamente el suelo. Era incómodo hablar de estos temas con personas desconocidas.

—Soy lesbiana. Y no quiero seguir hablando del tema.

—Bien —susurró, Jennie viéndola sonreír por el rabillo del ojo.— Si algún día quieres una revolcada o algo así, solo...

La chica de ojos felinos de inmediato negó la cabeza con fuerzas. ¡No quería una revolcada! ¡Y mucho menos con una desconocida! Además, ¡Era virgen! ¡Había dado su primer beso hacía menos de un par de semanas!... Sabía que el sonrojo en sus mejillas había aumentado, así que se cubrió con ambas manos.

"¡No, no, no, no, no y no!"

—Tengo novia —aclaró.

—Eso no es problema. Ella no tiene por qué saberlo... —Una mano salvaje viajó directamente hacía la pierna de Jennie, acariciándola. No. No se sentía bien. No viniendo de ella, una completa desconocida. Se sintió invadida. Ni siquiera Lisa la había tocado de esa forma.

Apartó la pierna bruscamente y miró a la chica con su peor cara de pocos amigos, dejándole en claro que la próxima vez que lo hiciera sufriría las consecuencias.

—No vuelvas a tocarme.

—Te lo prometo, Jennie. Uno de estos días vas a suplicarme que lo haga... —susurró mirándola fijamente a los ojos, Jennie sintiendo un gran miedo ante su mirada.

No volvieron a hablar hasta el final de la clase, cuándo el señor Alexander comenzó a formar las parejas para realizar los trabajos que debían de ser entregados en un plazo de dos semanas. Jisoo y Rosé fueron colocadas juntas, Jennie riendo de inmediato, sabiendo que sus amigas suplicarían por su ayuda, pues aunque los padres de Rosé son australianos su inglés estaba compuesto por un simple "Nour" y "I don't nour" con las erres demasiado marcadas cómo el acento australiano y el de Jisoo consistía en un gracioso "Not bad, but not good".

Fue entonces cuándo el señor Alexander lo dijo:

—Kim, Ruby Jane y... Hirai, Momo.

Y, aunque deseó golpear a su profesor con todas las fuerzas que tenía, simplemente asintió y escondió su cabeza entre sus manos, soltando un suspiro de frustración.

La Chica De La Ventana | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora